25º Fiesta nacional del teatroCada jornada del evento presenta grupos escénicos de todo el país
4.48 psicosis, representante de la provincia de Tucumán en la 25º Fiesta Nacional del Teatro, que se celebra en la ciudad de La Plata, se presentó el viernes en la sala Discépolo.
La obra de Sarah Kane, protagonizada por Carolina Villanueva y dirigida por Maximiliano Farber plantea el dilema de cómo enfrentar un texto emergente de una subjetividad desbaratada.
La pieza fue estrenada en Buenos Aires por Leonor Manso en 2006 con dirección de Luciano Cáceres y así se dio a conocer una autora británica que se suicidó a los 28 años y dejó varias obras intensas que no se caracterizan por su confianza en el ser humano.
4.48 psicosis es una larga poesía mórbida en la que una mujer que ha perdido gran parte de sus vínculos con el mundo y la razón describe sus sufrimientos, los dificultosos tratamientos psiquiátricos a que es sometida y su decisión de suicidarse.
Para quien conoce algo de la autora, no resulta difícil encontrarse en esta obra con los datos autobiográficos de la dramaturga, aquí representada como una muchacha al borde de la extinción de sus fuerzas que, sin embargo, aparece vestida como una boxeadora en tren de entrenamiento, con pechera y casco de protección. Esa decisión del director Farber implica la colocación de un micrófono adosado a ese casco, dado que la mujer está liquidando sus energías y su emisión se resuelve en pequeños respiros. A esas debilidades hay que sumarle el intenso ejercicio deportivo a que es sometida.
Lo que se logra es una visión autista de la criatura, imposibilitada de conectarse con los otros e incluso consigo misma, imposibilitada de sentir y hacer sentir y dedicada a elaborar problemáticas que superan lo filosófico o lo metafísico para adentrarse directamente en la insanía.
Es de suponer que la juventud de la actriz es lo que permite que salga del trance artístico en buenas condiciones físicas y psicológicas, porque el personaje –que no tiene nombre– es un ser en carne viva permeable a cualquier dolor y peligro.
La actuación de Villanueva es de una intensidad inapelable a pesar de las debilidades físicas de su personaje, ayudado en la comprensión de su razonamientos por videos (de Alvaro Solís) que intentan enriquecer lo que ella dice.
El problema es, tal vez, cómo presentar al público tanta negrura sin un punto crítico, como si protagonista y director compartieran esa mirada de un nihilismo extremo, en momentos en que existe un pensamiento único dedicado a crear subjetividades trágicas en la vida cotidiana. Parece haber mucho deleite en ese dolor…
La suicida Kane muestra claramente que los otros no son de su aprecio, su discurso es naturalmente enfermo y exhibicionista, en ella no se ve nota alguna de amor al prójimo ni interés por el bienestar general. Así, su discurso sólo puede ser leído como síntoma del fin de una época.
Más teatro del país. Otra obra que se pudo ver en la Fiesta Nacional del Teatro fue Los idiotas (de Formosa), dirigida y escria por Lázara Mareco sobre el cuento "La gallina degollada", de Horacio Quiroga. Esta pieza es una acertada visión del mundo pueblerino y supersticioso en el que cuatro hijos nacen con serias deficiencias mentales.
El relato original y la versión de Mareco insisten en el tema neurológico que tanto interesaba al autor salteño, a través de un juego escénico con excelencias de interpretación y completo dominio de la luz, algo no habitual aun en elencos profesionales.
También se presentó Hijos de la oscuridad (de Misiones), actuada y dirigida por Lucas Pérez Campos sobre un texto de Ramón Proenza, ex internado en un recinto para menores. La vida en ese lugar es descripta en la obra con crudeza y no poca poesía.
El sábado se vieron Mamarracho (Catamarca), Un día en la vida de los únicos habitantes del universo (Salta), La verdadera historia de Antonio (Tucumán) y Final de Partida (Santiago del Estero). Y el domingo fue el turno del debut en La Plata de Dionisos Aut (Santa Fe) y Carnes Tolendas (Córdoba).
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