Aunque un poco perdido con la irrupción del iPod, el delicioso matrimonio entre el diseño y el rock ha procreado fundas que por su arte se han convertido en verdaderos objetos de culto. Algunas tienen además ese toque impactante que provoca la prohibición –a veces injustificada- de padres de familia, Iglesia y hasta de las mismas disqueras.
De inmediato me viene a la mente Sticky Fingers de los Rolling Stones, cuya cubierta original mostraba unos pantalones pegados con todo y cierre que subía y bajaba, cortesía de Andy Warhol, quien también dibujó el famoso plátano de The Velvet Underground and Nico.
Los Beatles causaron polémica al posar con piezas de muñecas y pedazos de carne para Yesterday and Today de 1966. En su momento, la sangrienta presentación fue retirada del mercado. Hoy es una rareza peleada a muerte por los coleccionistas.
Sugerentes también resultaron el robot “violador” de Apetite for Destruction de Guns and Roses, el coqueto trasero femenino de Is This It? de los Strokes y la chica de secundaria con las pantaletas a medio bajar de ¿Dónde jugarán las niñas? de Molotov. Todos ellos se vieron obligados a cambiar sus portadas.
Por supuesto, desnudos completos al frente de los discos no han faltado: el harem de Jimi Hendrix en Electric Lady Land, los cuerpos al descubierto de John Lennon y Yoko Ono en Two Virgins e incluso las menores de edad sin pudor de Virgin Killer de Scorpions y el debut homónimo de Blind Faith.
Vedadas también han sido fundas que de manera tétrica predijeron tragedias. Así le sucedió a Party Music de The Coup, y su explosión en las Torres Gemelas, propuesta antes del 11 de septiembre. Triste fue el caso de Lynyrd Skynyrd, cuyos integrantes aparecían entre llamas en Street Survivors de 1977; tres de ellos murieron en un accidente de avión ese mismo año.
También han causado conmoción el rostro vapuleado de I Get Wet, de Andrew WK; el demonio como títere de Eddie -la macabra mascota de Iron Maiden- en The Number of The Beast; el sadomasoquismo extremo de Far Beyond Driven, de Pantera, así como la tentadora sugerencia de System of a Down para sus escuchas: Steal This Album es decir “roba este álbum”.
Virgin Killer es un álbum de la banda de heavy metal alemana Scorpions, lanzado en 1977. Inicialmente la carátula del disco mostraba a una niña desnuda, por lo que fue censurada, tal como ocurrió con el disco anterior, In Trance, que mostraba claramente el seno de una modelo. Más tarde, la carátula fue cambiada por una imagen de los miembros del grupo.
Reich & Sexy – 1993 Best of-Album: Die Toten Hosen su nombre está relacionado con la frase hecha alemana tote Hose sein (literalmente "ser pantalón muerto"), que equivale a "ser aburrido". La mayor parte de sus canciones tienen letras en alemán y son el grupo de punk-rock de más éxito de su país junto a Die Ärzte.
Fuente: El Universal
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