sábado, 30 de diciembre de 2000

Hermosura (2000)


Clip de Hermosura, grabado en el Centro Cultural Recoleta, BsAs, un espectáculo donde manda la coreografía, se luce el despliegue corporal y se perciben destellos de inspiración. La trama de fondo juega con distintas opciones amorosas, desde el acercamiento inicial hasta la rutina irritante, pasando por diversas exaltaciones pero siempre con la pincelada del humor.



"HERMOSURA" juega irónicamente con la realidad, bucea en las fantasías amorosas del hombre abriendo distintos mundos donde buscar y perderse.

Es un show. Es una pelea de alcoba. Es una declaración de amor. Una mujer atada. Es un recital de canciones. "HERMOSURA", definitivamente, un musical cargado de energía erótica y salvaje.

Sobre El Descueve

El grupo El Descueve está integrado por cinco coreógrafos que, desde 1990, crean sus propias obras e investigan nuevas formas de expresión, renovando el lenguaje de la danza y el teatro. Utilizando el movimiento como principal instrumento, buscan transmitir emociones, relaciones y pensamientos del ser humano. La creación de sus obras es colectiva, aunque la dirección es asumida, cada vez, por uno o varios de sus miembros. La música es original para cada espectáculo.

Han presentado obras como "Criatura", "La fortuna", "Corazones maduros", "Todos contentos" y "Hermosura". En 1995 fueron invitados por el grupo De la Guarda a participar como intérpretes del proceso creativo de "Período Villa Villa".

Algunos escenarios donde se han presentado: "Festival Buenos Aires de Danza Contemporánea"; "The Turning Orld" (The Place Theater, Londres); Festival Internacional de Hannover (Alemania); International sommer Theater Festival (Hamburgo); "Columbia College Dance Center" (Chicago, USA); "Festival Alternativo" (Madrid); "Festival Teatro a Mil" (Chile); "Festival Internacional de Teatro de Londrina (Brasil); "Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires", "Muestra Internacional de Teatro de Montevideo"; giras internacionales: Estados Unidos (Daryl Roth Theatre, off Broadway, Nueva York), Brasil, Alemania, Holanda, Canadá, Inglaterra, Bélgica, Francia, Suiza y Yugoslavia, entre otras plazas y países. También, giras dentro de Argentina.

Ficha técnico artística
Autoría: Gabriela Barberio, Mayra Bonard, Carlos Casela, Daniel Cúparo, Ana Frenkel, Juan Minujín, María Ucedo
Actuan: Gabriela Barbeiro, Mayra Bonard, Carlos Casella, Daniel Cúparo, Ana Frenkel, Juan Minujín, María Ucedo
Dirección vocal: Diego Frenkel
Dirección: Carlos Casella, Ana Frenkel

Balance Teatral 2000

Por IRENE BIANCHI

Los Niños Primero: es justo destacar que las producciones locales infantiles son cada año más esmeradas y variadas, no limitándose a las tradicionales vacaciones de invierno sino ofreciéndose durante todo la temporada. De lo visto, lo mejor: El Mago de Oz, deslumbrante puesta de Leo Ringer con lujoso vestuario y muy cuidadas caracterizaciones. Una Cenicienta llamada Jazmín, ágil y colorida versión del clásico de Perrault, en formato de comedia musical, dirigida por Andrea Bonafini y Leonardo Almiento.

Misterio Azul, atrapante adaptación a cargo de Olga Anzolini de un cuento de Manuel Mujica Láinez, con excelente desempeño actoral. La Abejita Aventurera, divertida propuesta del joven autor y actor Juan Pablo Parodi, que recorre el mundo a vuelo de abeja. El Jarrón de Leche, lograda comedia musical infantil, escrita y dirigida por Gastón Marioni, que cuenta con la inspirada banda sonora de Marcela Monreal. El viaje a la isla del agua mágica, bella historia de fuerte impacto visual, basada en pinturas de Paul Klee y Henri Rousseau, plasmada por la Compañía de Teatro Crudo. El plato fuerte de la temporada: el IV Festival Internacional de Títeres, organizado por P&S Artistas Asociados (Teatros Pizzicatto y El Sombrero) y La Imaginaria, con 14 elencos y un enorme abanico de propuestas que convocaron entusiastas multitudes. La joyita del Festival: el peruano Hugo Suárez con sus Cuentos Pequeños, sencillamente sublime.

El Teatro Municipal Coliseo Podestá se lució con espectáculos ya probados y taquilleros como Confesiones de mujeres de 30, Art, Todo por que rías, El Cartero, Midachi, Porteños. También bailó al son de los parches de las murgas uruguayas "Falta y Resto" y "Araca la Cana" y del potente murgón local Los Farabutes del Adoquín, y se estremeció con el atávico canto a las raíces de la actriz mapuche Luisa Calcumil, en su Es bueno mirarse en la propia sombra. No faltó Shakespeare y sus Alegres Mujeres, de la mano de Claudio Hochmn, simpático divertimento que se anima a desacralizar al genial inglés.

Los espectáculos unipersonales fueron la "vedette" de la temporada. Elena Tasisto y su Isabel sin corona, inteligente pieza de Kado Kostzer, maravillosamente interpretada por la actriz; Rita Terranova en Diario de una camarera, dirigida por Manuel Iedvabni; la etérea y sutil Olga Knipper y su Querido Chéjov; la versátil María Inés Portillo, dirigida por Hebel Sacomani, en Cerrojos, un verdadero "tour de force"; el patagónico y "consonántico" Debrik Ankudovich, y su fulminante Veneno para hormigas; la audacia e ingenio de la polifacética Roberta Castro, autora, directora e intérprete de El verdugo maloliente; el retrato del anti-héroe de Humberto Constantini, Un señor alto, rubio, de bigotes, tiernamente encarnado por Ricardo Gil Soria; y como frutilla de la torta, el imponente Tato Pavlovsky dirigido por Daniel Veronese en La muerte de Marguerite Duras, un festín.

La flamante Sala Astor Piazzolla del Teatro Argentino ofreció un interesante y muy variado ciclo de teatro de cámara. El Amante, un Harold Pinter de pura cepa, interpretado por Lorenzo Quinteros y Alejandra Rubio, dirigidos por Raúl Serrano; La secreta obscenidad de cada día, duelo actoral de los venezolanos Fermín Reyna y Dimas González en la piel de los míticos Sigmund Freud y Karl Marx; Monogamia, aguda reflexión de Marco Antonio de la Parra sobre las delicias de la vida conyugal, dirigida por Carlos Ianni, con las muy logradas y contras con las muy logradas y contrastantes actuaciones de Guido D'Albo y Roberto Municoy; La mosca blanca, otro provocativo contrapunto, a cargo de Jorge Ochoa y José María López, en una pieza escrita y dirigida por Eduardo Rovner; La Reina de la Noche, descarnada obra de Thomas Bernhard, recreada por Roberto Villanueva, en una puesta rigurosa y ascética; El espino, la duda, de Diana Amiama (1er. Premio del Concurso de Obras de Cámara de Autores Bonaerenses), dirigida por Roberto Aguirre, con una destacable labor de la joven María Victoria Moreteau en el rol protagónico, y Jugando con el General, de César Genovesi (1ra. Mención de dicho Concurso), con dirección de Daniel Dalmaroni, y un muy homogéneo desempeño actoral.

El Grupo La Gotera ofreció en su Viejo Almacén El Obrero una impactante y muy original versión de Ricardo III, dirigida por Marcelo Demarchi, en la que nada quedó librado al azar: ambientación, iluminación, música, vestuario y, fundamentalmente, una interpretación impecable. De la producción local, sin duda lo más sobresaliente de la temporada.
La Sala Discépolo cambió su fisonomía habitual para albergar La isla de los esclavos, divertida reflexión sobre el poder y sus implicancias escrita por Marivaux en el Siglo XVIII, ágilmente dirigida por Daniel Suárez Marzal, con un memorable Jorge D'Elía en el múltiple rol de presentador-relator-árbitro moderador. De la mano del mismo director, subió a escena La Dama Duende, de Calderón de la Barca, sabrosa comedia de enredos en una puesta chispeante y dinámica. Luego, un clásico de Wedekind, Despertar de Primavera, doloroso llamado de atención del autor alemán acerca de las irreparables consecuencias de los prejuicios, hipocresía, pacatería y autoritarismo de los adultos sobre los adolescentes.
Hablando de adolescentes, La Nonna mostró otra óptica en AdoleSce, que no es poco, vertiginosa pieza de Domingo de Oliveira dirigida por Lía Jelín, excelente ocasión para acercar a los "teenagers" al teatro (que no muerde).

El viejo Galpón de la Comedia de la calle 49 volvió a la vida con Circo Sueños, hermoso espectáculo ideado y dirigido por el español David Fernández Troncoso que combina armoniosamente distintas disciplinas, tales como actuación, canto, danza, acrobacia, malabarismo, y demás rutinas circenses.
El mágico ámbito de La Hermandad del Princesa ofreció un variado abanico de propuestas. Entre ellas, Detrás de las palabras, inquietante muestra de lenguajes teatrales no convencionales, bajo la coordinación de Beatriz Catani. Los actores venezolanos de La secreta obscenidad... presentaron en una única función ¿Hay tigres en el Congo? (o el SIDA no es asunto mío), formidable y provocativa reflexión sobre un tema sobre el que no se habla lo suficiente. Nora Oneto recreó el sórdido universo de Michel de Ghelderode con su versión de Escorial, contando con la visceral actuación de Juan Bozzarelli y Julián Bertoldi.
El Teatro Rambla recordó los horrores de la tortura en Imágenes Paganas, sobrecogedora visión de la crueldad de que es capaz el ser humano.
El grupo El Sabbat estrenó en el joven e hiperactivo Espacio Teatral del Juglar una suerte de siniestro aquelarre que dio en llamar Fatum, atrapante historia que nos embarca en un viaje hacia una dimensión desconocida.

La Fabriquera, sede de espectáculos de vanguardia, además de regalarnos la esperada visita de Pavlovsky, ofreció El Desmadre, pieza escrita y dirigida por Jorge Sánchez, que se sumerge en los misterios de la locura y la muerte.
En suma, una temporada rica, capaz de satisfacer los gustos más diversos.

Fuente: Diario El Día

viernes, 22 de diciembre de 2000

Entre brindis y campanas

TEATRO: EL TEATRO DEL PUEBLO CELEBRO SUS PRIMEROS SETENTA
Figuras del teatro y la cultura evocaron al fundador, Leónidas Barletta.

MABEL ITZCOVIC

Un homenaje a los maestros y un apoyo esperanzado a las nuevas generaciones teatrales fueron los sentimientos predominantes en el acto realizado el martes en el Teatro del Pueblo para conmemorar los setenta años de la institución y los diez de la Fundación Carlos Somigliana (SOMI).

Actores, dramaturgos, gente del teatro y de la cultura desbordaron sala y pasillos. Estaban presentes desde las actrices que constituyeron el primer elenco del Teatro del Pueblo —Celia y Rosa Eresky—, hasta las figuras señeras de Alejandra Boero o María Rosa Gallo, así como los nuevos actores que se incorporaron en los últimos años como Malena Figo, Sergio Surraco o Ana Yovino.

Para recordar el pasado se exhibieron vestuarios, bocetos, fotografías y elementos escenográficos de obras que se realizaron en la primera época, en una muestra organizada por Marta Degracia con la colaboración de Rina Gabé, y que trajo a la memoria personajes y documentos de esos tiempos.

Y para dar cuenta del espíritu que estuvo en los orígenes que abrió el camino para el teatro independiente habló Roberto Cossa, quien trazó un panorama de las vicisitudes políticas y militares que agitaban al país en 1930, mientras en una lechería de Corrientes y el bajo nacía el Teatro del Pueblo gracias a Leónidas Barletta, un hombre que —como dijo Roberto Cossa— "con obcecación y rebeldía creyó en el teatro como un lugar de lucha, por lo que el Teatro del Pueblo hizo a la historia de nuestra cultura".

Y para poner más cercana la evocación del fundador del Teatro del Pueblo, Cossa invitó al escenario a Alejadra Boero y a Onofre Lovero, a quienes definió como "nuestros referentes y maestros" y que subieron acompañados por una joven actriz que debutará el año próximo en el Teatro del Pueblo. María Laura Berch, leyó partes del libro El hombre de la campana, que Raúl Larra dedicó a Barletta.

Entre los presentes en la celebración estuvo el director del Complejo Teatral de Buenos Aires, Kive Staiff, afirmó: "Este fue un teatro que tuvo una respuesta de contenido sociocultural y político e instaló el interés por autores desconocidos en Buenos Aires. En lo personal, recuerdo haber asistido a funciones con el legendario elenco de Leónidas Barletta, con Josefa Goldar, con las hermanas Eresky, con Pascual Nacaratti. Por eso todo esto tiene también para mí un contenido ya que, tal vez, despertó mi pasión por el teatro". Para la actriz María Rosa Gallo, "El Teatro del Pueblo es como una linterna mágica. Ha tenido una vida tan hermosa que vale la pena festejar estos 70 años".

Alejandra Boero enfatizó la alegría que le provocaba pensar que esto es el resultado de tantos años de lucha y tanta fidelidad a una idea. "Y en un momento como éste, son las cosas que hay que festejar. Por algo nos tenemos que poner contentos alguna vez. ¿No les parece?".

Por su parte, el editor Daniel Divinsky evocó: "Yo empecé a ver teatro aquí; venía con mis viejos. Y ahora es un espacio autogestionado, donde se puede experimentar y hacer obras aunque la rentabilidad sea solo una esperanza.

Al concluir el acto, Tito Cossa se refirió también a los diez años que cumplió en la misma fecha la Fundación Somigliana. Y terminó convocando a los presentes a reunirse dentro de sesenta años para hacer un nuevo balance.

Finalmente, para terminar con un gesto simbólico, invitó las actrices Celia y Rosa Eresky a hacer tañer la mítica campana con la que el viejo teatro anunciaba sus funciones y que actualmente preside la entrada de la sala. "Y después —dijo— vamos a tomar vino, que para eso también estamos en este mundo".


Fuente: Clarín

miércoles, 20 de diciembre de 2000

Teatro y política

RICARDO GARCIA OLIVERI. De la Redacción de Clarín
No caben dudas de que Tato Pavlovsky es uno de nuestros hombres de teatro más personales y tenaces. Empezó a hacer teatro político en una época en que casi todos lo hacían. Pero él siguió en lo mismo.

En un sentido, toda obra es política; las suyas lo son. Y todas están embanderadas como las suyas, indudablemente, lo están. Lo que diferencia al teatro de Pavlovsky del que hacen quienes se proclaman apolíticos está bastante claro. Lo que lo diferencia del viejo teatro de barricada (hoy inexistente) o del de propaganda, que subsiste, es el valor estético y la universalidad del planteo.

Funda el grupo Yenesí en 1963. Con La cacería (1969) ya da que hablar al reunir a un burgués, un marxista y un cura guerrillero, amigos que se reencuentran. En La mueca, de 1971, propone un juicio a la alta burguesía y dos años más tarde consigue uno de los mayores impactos de toda su carrera: en el El señor Galíndez habla de la tortura (por primera vez en el país) y propone al torturador como un sujeto demasiado común y corriente.

En 1978, plena dictadura militar, estrena Telarañas, donde un muchacho se ahorca mientras el padre fascista gritaba "¡Aquí está la juven tud!"; la excusa era el fútbol, pero no pasó: fue puntualmente prohibida, colmó el vaso militar y Pavlovsky debió exiliarse. En 1983 estrena El señor Laforgue, donde describe un torturador científico, tipo Astiz. Seguirán a esa obra aciertos como Potestad, Rojos Globos Rojos y Poroto.

Convocado ocasionalmente por el cine, su laureado protagonista de La nube, el filme de Pino Solanas donde encarnó a un irreductible teatrista independiente, resultó un nuevo espejo para reflejar el mismo, necesario, rostro de siempre.


Fuente: Clarín

domingo, 3 de diciembre de 2000

LA PROGRAMACION DEL COMPLEJO TEATRAL DE BUENOS AIRES PARA EL 2001

El teatro oficial que se verá
La creación del Complejo Teatral no produjo, por el momento, incremento de la producción. Los sueldos de los actores se reducen a la mitad, dijo Kive Staiff. Las obras que se estrenan y sus puestistas.

Por Ivana Cost
La programación del Complejo Teatral de Buenos Aires para el 2001 fue presentada el viernes en el escenario del teatro De la Ribera. Kive Staiff, director general y artístico del complejo que abaraca los teatros San Martín, Alvear, Regio, Sarmiento y De la Ribera, enumeró los estrenos y reposiciones. Textos de Ibsen, Gorki, Brecht, George Bernard Shaw, Armando Discépolo y Florencio Sánchez figuran entre las novedades del año que viene.

Fue el secretario de Cultura, Jorge Telerman, quien tuvo a su cargo el discurso inicial. Telerman se mostró lleno de un optimismo que luego, llegado el momento de dar precisiones y cifras, no supo traducir para la concurrencia. Comenzó tranquilizando los ánimos: "No nos inquietemos", y reiteró su "profundo compromiso de cumplimiento de la ley" en relación con el presupuesto de Proteatro, institución que debe fomentar la actividad independiente. Luego afirmó que "no habrá recortes que afecten a la secretaría de Cultura". En cambio, ni él ni las autoridades del Complejo (estaba el director administrativo, Carlos Elía) pudieron asegurar lo mismo respecto de los teatros de la ciudad.

No se dieron cifras —el presupuesto aún no fue aprobado por la Legislatura porteña— pero, llegado el momento de responder preguntas de los cronistas, Staiff reconoció que "los sueldos de los actores se reducen a la mitad" y que "más allá de las afirmaciones del secretario de Cultura sobre el presupuesto del 2001, estamos obligados a arrancar con la programación que este presupuesto puede asimilar". También dijo Staiff que el San Martín destinará 200 mil pesos para veinte coproducciones (ayudas a proyectos independientes). El año pasado la cifra era de 250 mil.

Staiff también se refirió a la "enorme ingratitud" de miembros de El Periférico de Objetos, que en ocasiones omiten mencionar el apoyo que dio el San Martín para la realización de su último, exitoso, espectáculo Monteverdi Método Bélico (presentado en el San Martín). "En total, se le dieron $ 99.807,71", aclaró Staiff.

A la vista de lo que ofrece la programación —no está completa en materia de música y de teatro infantil—, la creación del Complejo Teatral no produjo incremento de la producción. Si durante el 2000 se estrenaron nueve obras en el San Martín (algunas, dirigidas por Jorge Lavelli y Lluís Pasqual) en el 2001 serán sólo siete. La cantidad de espectáculos de teatro para grandes y chicos y de títeres se mantiene, respecto de 2000, estable. La única visita internacional con la que contará este año el San Martín será la de Fanny Mickey, argentina radicada en Colombia. La actriz, directora del Festival Internacional de Teatro de Bogotá, interpretará aquí Yo amo a Shirley, dirigida por Mario Morgan.

En las salas que antes formaban la Organización Teatral Presidente Alvear (Alvear, Regio, Sarmiento y De la Ribera) está previsto estrenar seis espectáculos. El Complejo financiará el proyecto La escala humana, escrito y dirigido por Javier Daulte, Alejandro Tantanián y Rafael Spregelburd, en El Callejón de los Deseos.


Fuente: Clarín