lunes, 31 de diciembre de 2001

Cuerpos A banderados, Beatriz Catani

Ya en el mismo título de Cuerpos A banderados se pone de manifiesto la yuxtaposición de lo natural de los cuerpos con lo forzado de la historia, a la que aluden las banderas. Éstas, rodeando el cuerpo muerto de Oli, son la marca de lo político sobre los cuerpos; la historia natural adopta la forma de una extraña alegoría. Toda la obra gira en torno a estas marcas, aunque nadie las haya podido ver directamente, porque en este lugar perdido los cadáveres desaparecen. En esta alegoría de otros lugares históricos más reales, como la propia Argentina, no se agota sin embargo el sentido de una obra que reflexiona sobre la voluntad de seguir adelante en contra de ese extraño impulso a la detención que preside todo el escenario.

Los emprendimientos de las dos hermanas son observados atentamente por Amina. El tono con el que ésta habla y la distancia desde la que observa lo que está ocurriendo la sitúan en otro nivel: por un lado, pertenece a la historia, erigiéndose en una suerte de maestra de ceremonias, pero, por otro, su “enraizamiento” —como se dice en la acotación inicial— en el lugar, su escasa movilidad, sus continuas reflexiones sobre temas de la naturaleza, incluido el funcionamiento del lenguaje, que se trata de naturalizar, sus juegos de palabras y, ligado a todo esto, su mirada desde fuera de la trama, pero por ello todavía más dentro de ésta, como una parte natural de esa misma historia, le confiere un componente instintivo y lúdico a la vez, que hace pensar en esa paradójica naturaleza de la historia, guiada por un perverso instinto de crueldad, que le lleva a torturar las ratas hasta ahogarlas en una pecera. Ya al comienzo de la obra Amina insiste en la conveniencia de que las cosas sean naturales, aunque su insistencia en lo natural no deja de subrayar un inquietante artificio, lo inhumano de esa otra naturaleza —de la historia—:

"... Cuidas los dientes para conservarlos naturales. Se debe poner el esfuerzo en las cosas duraderas. Eso trae beneficios… rinde. El pelo, los dientes, las uñas no mueren. Ley de sobrevivencia celular. Creo que el semen tampoco. Naturalidad..."

Amina se refiere a una naturalidad que está unida a lo duradero, lo que no cambia, lo que es siempre igual, pero también, como dirá a menudo, a una Ley de Rendimiento, una ley que aplica al propio lenguaje, dando prioridad a los nombres bíblicos que parecen estar en la historia desde siempre, como Ravino, Mateo o Poncio. La Cooperativa donde se desarrolla la acción de Cuerpos es un espacio gobernado por esta idea de la rentabilidad, presentada también como una siniestra tendencia natural de la historia.

Al final de Cuerpos, Ángeles defiende a toda costa su intención de hacer algo con su hermana, "hacer algo juntas", algo que las perpetúe, que deje rastro de ellas, de su amor recién descubierto, y para ello alude a la Ley de sobrevivencia expuesta por Amina. En contraste con lo efímero de lo histórico, que afecta necesariamente a la realidad escénica en su continuo estar-transcurriendo, lo natural es lo que siempre vuelve a repetirse, lo que siempre está muriendo, pero también naciendo, volviendo a ser. Frente a la arbitrariedad de la historia, la naturaleza apunta a una suerte de orden ciego que gobierna todas las cosas, las humanas y las que están más allá de lo humano, un orden que se proyecta sobre esta Historia naturalizada.

Como ocurre con la representación (de la historia), la naturaleza se hace más visible al ser llevada al límite; entonces se hace presente en toda su potencia, una potencia extraña que atraviesa al ser humano, pero también amenaza con disolverle; le constituye al tiempo que le destruye. La naturaleza se convierte en imagen paradójica de una historia teñida de igual modo por lo inhumano. A menudo esta naturaleza se rescata desde los espacios de lo abyecto, aquello que ha sido excluido del campo cultural más visible, justamente como un requisito que permite la construcción de los sujetos y los discursos sobre los que se van a levantar las estrategias de poder que articulan la historia. Proyectando ese oscuro plano interior del sujeto hacia el plano colectivo, las numerosas referencias a elementos escatológicos iluminan un espacio marginal, con un enorme efecto de realidad, desde el que arrojar una mirada transversal a
la Historia.

Aurora encarece el sacrificio hecho por su hermana al desprenderse del cuerpo de Oli, que era la prueba, la verdad de una historia, el centro (real) que da sentido a una trama, la de su propia vida. Los términos que utiliza para explicar la importancia que este cuerpo debía tener para ella, un hecho necesariamente histórico resultado de un asesinato, resultan muy significativos, porque apuntan a un imaginario profundamente natural, vinculado a la posesión de un origen, no ya solo histórico: el cuerpo de Oli sería "el elemento unitivo, asociativo, lo más intrínseco a tu ser; el fondo de la trama; el secreto de tu telaraña; la baba hilante y espesa que va tejiendo la crisálida delicada de tu espiral; el festón tegumentoso del embrión…". Más adelante la misma Aurora califica las proposiciones de su hermana como una "carrera de degradación, de decreciente descascaramiento", lo que permite pensar la trama en términos de descomposición natural, como si no fuera solamente la materia orgánica de los cuerpos la que inevitablemente termina pudriéndose, sino también la misma Historia (de Argentina) como terrible maquinaria de represión y representación.

Ángeles apela a su condición natural de mujer para llevar a cabo sus planes de seducción de víctimas. Éstas deben prestar sus cuerpos con el fin de hacerles las correspondientes marcas y fotografiarlas, de modo que quede constancia de la realidad; pero finalmente es la propia Amina la que dirige, según el estricto ordenamiento (escénico) con el que debe funcionar todo en la Cooperativa
, la escena final en la que Ángeles y Aurora orinan cada una en un tarro a fin de descomprimir la uretra y preparar el óvulo para recibir el semen extraído del cuerpo muerto de Oli; en otras palabras, el intento desesperado de hacer algo juntas, un gesto de amor del que quede huella, termina siendo guiado con inquietante precisión por Amina, encarnación de una pasión natural por la historia como ejercicio de ordenación, es decir, de poder, pero en un sentido también biológico que se va acentuando hasta llegar a esta escena final.

(
Extraído de Beatriz Catani, Acercamientos a lo real. Textos y escenarios, edición y estudios Óscar Cornago, Buenos Aires, Ediciones al Sur, 2007.)

Fuente: artes escenicas

domingo, 30 de diciembre de 2001

La Frontera(o tan ávidos de amor como de sangre)




"Dos personajes masculinos. Un discurso cerrado, obsesivo, casi carcelario. Hartz: sus viajes por el mundo, los medios de transporte, su mujer y su hija. Osvaldo: el cine, sus muñequitas recortadas, su obsesión por multiplicar los finales. Dos personajes anclados en una misma historia, y en el fondo de esa historia una madre mítica, blanca y hermosa, que muere en el nacimiento, no sin antes besar a su primogénito: Hartz, el genio. En el doblez de ese hecho, Osvaldo nacido sin un solo beso, sin la mirada de su madre." - Patricia Rios

ramaturgia

y dirección:
Patricia Rios
Elenco:
Cococho Abatángelo

Diego Peralta
Asistencia de

dirección:
Laura Valencia
Iluminación:
Laura Valencia
Vestuario:
Karina Carballo
Fotografía:
Enzo Brutti
Prensa:
Eduardo Spinola
Escenografía:
Laura Valenci
bra estrenada en julio del 20
Estrenada en julio de 2000
Obra ganadora concurso de la comedia municipal 2001
Foto:Cococho Abatángelo y Diego Peralta - Fotografía: Enzo Brutti

Fuente: La Fabriquera

La escala humana

Si uno comienza por permitirse un asesinato pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente." Thomas De Quincey La obra Casi sin proponérselo, una madre de familia se convierte en asesina serial. Un crimen casual que conduce a otro, y luego tal vez a muchos más. La repetición es –y más si se trata de matar- grave, pero es la única forma humana de ordenamiento que más o menos se conoce. Y tranquiliza. Un plan, también casual, para no tener que pagar por esos crímenes. Un plan que, salvo por algunos detalles en menor escala, funcionará a la perfección. El peligro se cierne sobre todos. Y el peligro es que las cosas poco importantes nunca se presentan como lo que son: boludeces. Muy por el contrario, las cosas poco importantes ocupan todo el tiempo el lugar de las cosas muy importantes, y hay que estar muy despierto para poder distinguir unas de otras. Esta es la historia de una familia a la que le tocó en suerte una extraña lucidez...

Los autores
Trabajar en casa de otro Escribir y dirigir una misma obra entre tres personas supuso muchas cosas en especial y a la vez ninguna. No hubo en este proceso una multiplicación de las estéticas individuales de cada uno de los tres, ni concesiones de ningún tipo, ni negociaciones de tolerancia. Lo que hubo fue una rara sintonía en la que tres personas visitan un territorio desconocido y ajeno: el fabuloso territorio del “otro”. Una vez puesto en marcha el sistema de reglas y contrarreglas que hacen al procedimiento de esta obra, alguien que no parece ser en realidad para nada el producto de la suma de los tres escribe y luego dirige el espectáculo. Como quien está de viaje en un país extraño, pero bien acompañado por otros, otros que supuestamente son los que llevan el mapa que, como todo mapa, es falso. Javier Daulte, Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian La Escala Humana es una producción del Complejo Teatral de la Ciudad de Buenos Aires (CTBA) y el Hebbel-Theater Berlin, Alemania.

Ficha técnico artística

Autoría: Javier Daulte, Rafael Spregelburd, Alejandro Tantanian
Actuan: Héctor Díaz, Gabriel Levy, Monica Raiola, María Inés Sancerni, Rafael Spregelburd
Voz en Off: Cristina Banegas, Mirta Busnelli, Max Edelstein, Mauricio Kartun, Nina Righi, Alberto Segado
Letra de “Dulce escalera “y “Siete formas de Blanco”:Nicolás Varchausky.
Letra de “La escala Humana”: Audio LP.

domingo, 23 de diciembre de 2001

Despertares

La Comedia de la Provincia de Buenos Aires trajo por tres días al Cervantes la obra “Despertar de primavera”, del alemán Wedekind, interpretada por actores adolescentes y amateurs de La Plata, 25 de Mayo y Trenque Lauquen. Su director, Horacio Pigozzi, explica en esta entrevista por qué un texto que habla del despertar de la sexualidad y de la falta de información no pierde vigencia.

Por Sandra Russo

Wendla (Sol Alba) se queja porque su madre no quiere decirle cómo es que su hermana recibe la visita de la cigüeña tan seguido. Wendla sospecha que la cigüeña no existe. Su madre que, como todos los padres y las madres de esta puesta de Despertar de primavera –del alemán Wedekind, que fue estrenada en 1906– le habla a través de una puerta translúcida y jamás tiene contacto físico con ella, se rinde ante la insistencia de la adolescente.

Concede y le confía, entonces, que los bebés vienen al mundo cuando la gente ama con todo el corazón y se casa. Mauricio (Juan Ignacio Bianco) y Melchor (Bruno Martínez) son íntimos amigos. Mauricio se atormenta porque no ha estudiado y debe dar examen. “Si no me aprueban, me mato”, dice. Y le pregunta a Melchor si sabe cómo es el cuerpo de las mujeres. Está intrigado y nadie le habla de eso. Melchor se ofrece a explicarle. Pero Mauricio le pide que no le diga nada, que se lo escriba y se lo deje como al descuido entre sus libros, de modo que cuando él esté por estudiar, el azar quiera reunirlo con esa información que lo desvela.

La culpa de no satisfacer a sus padres y de tener la mente poblada por ideas sucias no le permite hacer preguntas ni escuchar respuestas. La suerte de Wendla, Melchor y Mauricio está echada: sus padres, a través de esas puertas metálicas que los separan de ellos, que a veces se abren, pero nunca del todo –en la escenografía de Claudia Billourou–, y a través de esas luces que vuelven enigmático lo obvio y siniestro lo familiar –en la iluminación de Nicolás Trovato– han instrumentado los tres destinos trágicos.

Mauricio se mata. Melchor, a quien culpan de haber corrompido a su mejor amigo y de haber embarazado a su mejor amiga, va a un instituto correccional. Y Wendla, quien ha tomado al pie de la letra las palabras de su madre y no cree estar embarazada porque “ni amo con todo mi corazón ni me he casado”, muere en un aborto instigado por su madre y mal hecho. Despertar de primavera, producida por La Comedia de la Provincia de Buenos Aires, vino tres días al Teatro Nacional Cervantes.

Sus protagonistas adolescentes no son actores profesionales, sino estudiantes de La Plata, 25 de Mayo y Trenque Lauquen que abordaron un texto complejo y una obra que a simple vista parece vieja, pero renace cada día en las dudas atormentadas de chicos y chicas que despiertan al deseo. El director Horacio Pigozzi tuvo a su cargo esta puesta y el entrenamiento de los actores que surgieron de una audición. Y dice esto:

–La obra la eligió Daniel Suárez Marzal, que es el director de La Comedia de la Provincia de Buenos Aires. Y me convocó para dirigirla. El quería una obra con un elenco numeroso y con actores jóvenes. Quiere reactivar el teatro y el público de teatro. Tiene un proyecto, que se llama Hagamos la Comedia, que lleva a especialistas y pedagogos a los colegios de La Plata con las obras de la Comedia, las presentan, les hacen una sinopsis, les dan los textos y dejan abierta la posibilidad de que los que quieran tengan un espacio para hablar más, hacer un análisis más profundo, o representar una escena que ellos elijan. Yo ya conocía la obra, y cuando me lo propusieron dije que sí.

–¿Qué le interesaba de la obra?

–En principio Wedekind me interesaba porque formó parte de un grupo de pensadores de fin del siglo diecinueve, que generaron la ideología y la estética del siglo veinte, lo que podría llamarse modernismo. Munich y Viena estaban muy en contacto en ese momento. Y lo que me interesaba de esta obra es que Wedekind toma aquí ideas de Freud y con eso hace teatro. Básicamente me interesaba la cuestión del inconsciente. Saber que existe el inconsciente. Si uno sabe que existe eso, sabe que hay que trabajar sobre uno mismo.

–¿En qué partes de la obra le parece que ese saber se manifiesta?

–En la escena final, cuando aparece el Desconocido, Melchor, uno de los protagonistas, dice: “Siempre podré elegir”. También pensé que las crisis adolescentes tienen mucho de hormonales, pero hacen que el inconsciente sube y bajé de potencia.

–Las compuertas están mucho más abiertas que en los adultos.

–Sí. Como estos personajes recién comienzan su adolescencia, tienen catorce, quince años, pensé también que todavía no han cortado sus lazos con su infancia, y por eso aparecen en algunos momentos los juguetes, porque los chicos lanzan su inconsciente a través del juego.

–En la obra, o en la puesta, no sé, los chicos no parecen hijos de sus padres. Son frescos, inocentes, van camino a ser inadaptados, tal vez por eso dos de ellos mueren.

–Bueno, trabajé a propósito eso. Se trata de padres que no están atentos a sus hijos. Los padres no los miran. Por eso en la puesta los padres hablan a través de puertas, no hay contacto físico. Están atrás de algo, una pared, algo. Si no, no hay tragedia. Si hay amor, no hay tragedia. La tragedia sobreviene porque los padres quieren controlar a los chicos, pero los chicos están permanentemente solos. La madre de Wendla es un poco tonta...

–La madre de Melchor tiene un arranque de instinto maternal, defiende a su pichón, pero su sometimiento a su marido lo sofoca.
–Se rinde ante el fascismo del marido.

–¿De dónde son los actores adolescentes?

–La Comedia tiene como costumbre hacer audiciones. A esas audiciones se presentan actores de toda la provincia. Viene muchísima gente. Hice la audición y quedaron cuatro chicos de 25 de Mayo, uno de Trenque Lauquen y cinco de La Plata.

–¿Cómo fue esa audición?

–Los vi, sin saber de dónde eran, y los elegí. Presté atención a la imagen, que dieran chicos bien chicos, y lo son, tienen entre quince y diecisiete años. Que tuvieran imágenes frágiles, y sobre todo voces. Básicamente los elegí por las voces. Les di un texto bastante complejo para que dijeran.

–El texto de la obra es muy complejo.

–Sí, no es coloquial; son oraciones muy largas. Y hay que comprenderlo, si no no se puede decir.

–¿Cuándo empezaron a trabajar?

–Tuvimos dos meses de ensayo, estrenamos el 21 de setiembre del año pasado en La Plata, después hicimos una pequeña gira que incluyó 25 de Mayo y Trenque Lauquen, que es de donde son los chicos. Nos fue llamativamente bien.
–Es que debe ser fuerte. No es una obra estudiantil. La puesta no es de las que se pueden montar en un colegio.

–No, no, es otra cosa. Eso llamó mucho la atención especialmente en los chicos más jóvenes del interior de la provincia, que están demandando que les lleven más teatro. Si esto empieza a funcionar, puede surgir algo muy bueno.

–Mientras estaban ensayando, ¿qué temas surgieron con los actores sobre un texto en el que dos adolescentes pagan con su vida el haber despertado a su propia sexualidad?

–Cada personaje tiene cosas distintas. Mauricio, que es como el más border, tiene una relación con la muerte muy fuerte. Por eso se mata. De entrada dice: “Si no apruebo los exámenes, me mato”, y se mata. Entonces, era un poco difícil abordar esto con los actores, especialmente con estos actores, que son chicos activos, estudiosos, deportistas, vitales, cultos, que hacen tareas solidarias, que leen muchísimo... Me era muy difícil llevar a ese actor adolescente a ese tema, así que lo sustituí con algunas penas suyas, algunos estados que él no conocía.

–¿Y el personaje femenino? Wendla es una adolescente que cree absolutamente en la palabra de su madre, a tal punto que cuando su madre le dice que sólo se pueden tener hijos cuando una está casada, ella se resiste a creer que está embarazada porque todavía no se casó.

–Con ella fue más fácil. Sol es una chica muy inteligente. Comprendió que el personaje era menor y muy inocente, y recurrió a sus partes infantiles. También a ella la ayudó la puesta, en el sentido de no ver jamás a su madre, el hecho de que la madre siempre le hable como de lejos.

–Pese a ser un texto del siglo diecinueve, el debate sobre si la patria potestad está por sobre el derecho a la información de los adolescentes sigue vigente. Para muchos padres, sus hijos adolescentes no tienen derecho a saber todo lo que quieren saber.

–Eso salió en una función que hicimos sólo para psicólogos. Porque esta obra es muy consultada todavía por especialistas en adolescencia. Ya Freud la discutió y Lacan también. Freud discutió la tendencia masoquista de Wendla y Lacan escribió sobre la leyenda de la Reina sin Cabeza de la que habla Mauricio, y el tema del Desconocido. Y en esa función se empezó a hablar de que tal vez el texto fuese anacrónico, pero una vez que entramos en debate, nos dimos cuenta de que no, que los padres siguen sin saber cuáles son los límites de la información que dan a sus hijos. Nos pasó con los mismos actores, que son superdespiertos, pero cuando empezamos a manejar textos de Freud, de Reich y de otros, algunos terminaron preguntándonos qué era el clítoris...

–Lo que pasa es que uno como padre y también como hijo a veces se pregunta cuál es la información que debe dar o recibir, y cuál es la información que hay que ganarse por uno mismo. Hay cosas de la sexualidad que no parecen ser transmisibles.

–Claro. Ese es otro debate. Pero hay que tirar las puntas. Se puede sugerir, se puede acercar bibliografía, y no sólo en materia de sexualidad. En otro orden, con estos chicos, me ha pasado de acercarles ante una duda textos de Shakespeare, y ellos se sorprendían, porque nadie cree estar nunca a la altura de Shakespeare, y menos cuando tiene dieciséis años.

Fuente: Página 12

jueves, 20 de diciembre de 2001

Premios a la actividad teatral del 2001

El viernes a las 19, en Córdoba 1199. la revista Teatro XXI, del Grupo de Estudios de Teatro Argentino e Iberoamericano de la Universidad de Buenos Aires, entregará los premios a la actividad teatral del 2001. Entre otros, serán galardonados los actores María Onetto y Carlos Belloso, los directores Pompeyo Audivert, Marcelo Chaparro y Andrés Mangone, la autora Lola Arias, y el espectáculo infantil Historia de un amor exagerado, de Leo Dyzen. Habrá menciones para el grupo de teatro comunitario Los chicos del cordel, al actor Guillermo Angelelli y a la bailarina Gabriela Alberti.

Fuente: Clarín

domingo, 16 de diciembre de 2001

Un grupo que canta los ochenta

"Las Indepilables del Parakultural. Biografía no autorizada de Gambas al Ajillo"

El libro publicado por el Centro Rojas es el testimonio de una década y detalla anécdotas de la "troupe" conformada por la autora, María José Gabin, y por Alejandra Flechner, Verónica Llinás y Laura Markert, una compañía teatral más que transgresora.

En el ´86 se inauguró el Parakultural. Ubicado en Venezuela y Balcarce, el mítico sótano y sala multimedia, "cuna" del movimiento teatral underground porteño, se identificó a partir de algunos de los grupos y solistas ("Gambas al Ajillo"; Batato Barea, Alejandro Urdapilleta y Alejandro Tortonese que hacían "Las poetisas"; "Los Melli", Omar Viola, Vivi Tellas, "Los redonditos de ricota" cuando todavía no eran tan conocidos), que convocaban a un público heterogéneo cada uno de los fines de semana en los que actuaban.

En esas noches en que convivían las crestas punk, con rockeros, noctámbulos y señoras con tapado de piel, "Gambas al Ajillo", integrada en su última etapa por María José Gabin, Alejandra Flechner, Verónica Llinás y Laura Markert, conformaban una de las compañías más transgresoras del ambiente cultural porteño. Demás está decir que luego de la separación definitiva del grupo en el ´94, ninguna otra compañía fue capaz de imitar ese estilo neogrotesco, desenfado que desafiaba ácidamente algunos de los arquetipos sociales establecidos.

Para su autora María José Gabin "Las Indepilables del Parakultural. Biografía no autorizada de Gambas al Ajillo", editado por "Libros del Rojas" -dependiente de la Universidad de Buenos Aires- no es un registro melancólico de un grupo que ya no funciona como tal, aunque cada una de sus integrantes han conquistado un reconocimiento popular a través de sus magníficas actuaciones individuales. "En principio escribir el libro surgió como un juego de reunir anécdotas, historias que nos habían pasado y resultaba muy cómico contarlas. Poco después de convirtió en una especie de ejercicio, un recuerdo de lo que habíamos vivido y disfrutado juntas", dice la actriz y bailarina María José Gabin, a la que últimamente se la vio actuar en televisión en "Buenos vecinos" y en "Provócame" y se prepara para debutar en enero con Verónica Llinás y Alejandra Flechner en "Monólogos de la vagina", en el Paseo La Plaza. EL PRINCIPIO DEL FIN El detonante de este primer trabajo literario que cuenta con fotos, críticas, bosquejos de algunos de los guiones del grupo y una espontánea pintura de la época, además de un prólogo escrito por Alejandro Urdapilleta, surgió después de uno de los últimos shows que la troupe hizo en Mar del Plata en el 91. "Llevamos "La debacle show" que había sido un éxito en el Empire de Buenos Aires (contó con puesta en escena de Antonio Gasalla) y en esa ciudad se convirtió en un fracaso -afirma la actriz-. Volvimos sin trabajo, sin un peso y quebradas entre nosotras. Ponerme a escribir las primeras dieciocho páginas de este libro en aquel momento fue algo así como un acto de salvataje.

Más tarde con la colaboración de María Moreno y Tamara Kamenszain desarrollé historias, inventé situaciones e intenté comunicar lo que se vivía artísticamente en aquel momento en Buenos Aires, por eso al libro podría leérselo como un material bibliográfico de la época", analiza la actriz. Al principio, en el ´86, las "Gambas al Ajillo" fueron cinco: Alejandra Flechner, Viviana Pérez, María José Gabin, Laura Markert y Verónica Llinás. Al año siguiente Vivian Pérez desertó y pasaron a ser un cuarteto. "Nunca dijimos hasta acá llegamos -añade la autora-, los hechos fueron indicándonos que era hora de dejar e iniciar cada una otro camino.

Eso sucedió después de hacer "Las gambas gauchas", en el Maipo, en el ´94, en el que ya no estaba Verónica (Llinás) y Andrea Politti reemplazo a Laura (Markert)", indica Gabin, quién es hija del pintor Pérez Celis y a la que se considera una heredera de la tradición humorística de Niní Marshall. -¿Cómo se conocieron? -Las cinco teníamos una formación en teatro, danza, clown, acrobacia, piano y canto y con Alejandra, Verónica y Laura nos conocimos en algunos cursos en los que habíamos coincidido, en el taller de Angel Elizondo y por haber participado del Grupo de teatro fantástico de Silvia Vladimivsky.

Fuente: La Prensa

sábado, 1 de diciembre de 2001

"El velorio de angelito" con dirección de Manuel Maccarini


Recreación teatral sobre el texto de Carlos R. de Paoli, con escenas de Alberto Novion, Enrique Buttaro y Alberto Vacarezza.

"Angelito de mi vida,
llorando gotas de vino,
en el cielo y en la tierra
rogarás por tu padrino.
Madrecita de mi vida,
ya basta para llorar,
no me mojes las alitas
que no he de poder volar"


COPLA ANÓNIMA

Inmigración europea y emigración interna son la clave de una identidad criolla: un movimiento que inicia con la conquista española sumando etnias. Se trata entonces de la confrontación de culturas diferentes en proceso de síntesis.
"El velorio del angelito" es una muestra de estos componentes americanos y europeos, reflejados en el juego de espejos cóncavos y convexos de un conventillo. La ceremonia de la muerte en el sorpresivo espacio del patio, devuelve una imagen extravagante: la tragicómica historia argentina tratada bajo la forma del sainete.
Para la realización de esta muestra se cuenta con el apoyo del curso de guitarra criolla que conduce el profesor Sebastian Marin, de igual manera colaboran las actrices María Rodríguez y Silvia Hidalgo: el actor Leonardo Nápoli y las escenógrafas Lisi Gonzalez y Fernando Salinas.
A todos ellos, nuestro agradecimiento. Manuel Maccarini

REPARTO

Fortuna : Nicolas Battistelli
Leiva : Gastón Rossi
María : Romina Coundray
Doña Checha : Mónica Lagomarsino
El negro : Gustavo Arandano
Magdalena : Paulina Zabala
Doña Luisa : Marta Porrino
Nora : Nora Oyola
Los Músicos : Sebastian Marin-Adriel Maio
Julian : Mario Orellana
Tanguito : María Rodríguez
El Tano : Leonardo Nápoli
La Gallega : Silvia Hidalgo
Lisandro : Ernesto Meza

Efectos sonoros
Ana Conti
Diseño de programa
Mario Retik
Maestro de música
Sebastian Marín
Escenografía y vestuario
Lisi Gonzalez - Fernanda Salinas
Dirección y dramaturgia
Manuel Maccarini

Anexo de la Secretaría de Extensión
calle 7 Nº 1475 e/62 y 63
Facultad de Bellas Artes
Universidad Nacional de La Plata

jueves, 29 de noviembre de 2001

Empieza hoy el Festival de Teatro y Danza

A partir de hoy y hasta el 9 de diciembre se realizará en distintas salas de la ciudad el Festival de Teatro y Danza organizado por la Asociación Argentina de Actores, delegación La Plata. Del mismo participarán una cantidad de elencos de teatro platenses entre los que se cuentan Grupo teatral del Piso, Bazar X producciones, Grupo Carpa Teatro Itinerante, La Gotera, Grupo Nueva Era Sol y Luna, Grupo Cachanga, La Cooperativa, El Altillo, Alasvagaslasavaladanza, Compañía Teatral Romanelli, El Borde, La Fabriquera, Acqua, grupo CET, Del Imaginario, El Teatro Volador, Barataria y Taller de teatro de la UNLP.

La apertura tendrá lugar esta noche a las 20.30 en el teatro La Hermandad del Princesa, diagonal 74 Nº 817 entre 3 y 4, donde subirá a escena Las paredes, una obra de Griselda Gambaro a cargo del Grupo del teatro del Piso. Asimismo, mañana se el turno de las presentaciones de "La Frontera o tan ávidos de amor como de sangre", "Buey solo bien se lame" y "Viaje hacia una mesa, con Yapa"; pasado subirán a escena "Expulsados vodevile" y "Hambres de luna" y el domingo los infantiles "Rayitos" y "Enamorada del sol" y "Entretanto ligados".
La otra semana se presentarán el martes "Gris de ausencia", el miércoles "Bs. As. 24 hs", "El claudicante" y "Detrás de las palabras", el jueves "El desván de los espejos" y "No me muevo hasta que el agua me llegue al cuello", el viernes "Hasta que el agua me lleve", "Cerrojos", el sábado "Los Pericos en el Caribe", "Los siete cabritos", "Viñetas", "Danza, Comeme, bebeme, un solo, que no se culpe", "El juego" y el domingo "Nos ¿otras?", "Solo bien se lamen" y "El conventillo de la Paloma".

Fuente: Diario El Día

sábado, 24 de noviembre de 2001

Festejos por los 50 años de la República de los Niños

Con motivo de festejar el lunes 26 su 50º aniversario, la República de los Niños desarrollará durante todo el fin de semana numerosos eventos culturales y deportivos, en el predio de 501 y Cno Gral Belgrano.
Las actividades comenzarán hoy, a las 9,30, en la entrada principal, con el acto de reinauguración de los edificios, como parte del Plan de Recuperación y Puesta en Valor del Patrimonio Edilicio de la República. Luego, tendrá lugar la "biciciencia", consistente en una bicicleteada para recorrer todo el predio, organizada por el programa de Divulgación de las Ciencias "Nuevo Mundo", y coordinada por la UNLP y la Unesco.
Hoy y mañana, a las 14.30, se presentará en el Centro Cívico el espectáculo infantil musical "Murguitas al cuadrado", coordinado por el grupo teatral "La Gotera". Y de 15 a 18, en el edificio de la ex Aeronáutica, se desarrollarán una serie de juegos relacionados con la ciencia y la tecnología titulados "Ciencia al aire libre".
También hoy y mañana, a las 15.30, en el Centro Cívico, se presentará una obra del Carro Itinerante de títeres llamada "El barrilete". Hoy partirá a las 17 de la fuente de la entrada principal, una correcaminata por el predio llamada "La vuelta a la República", con la colaboración del programa de Salud Bucal de la cátedra de Odontopediatría, de la facultad de Odontología.
Por otro lado, se realizará a las 17,30 un espectáculo interactivo infantil y teatro de mimos "Payasadas enlazadas"; mientras que a las 18, en el Museo de Muñecos, se llevará a cabo un encuentro coral.

MAÑANA
Mañana comenzarán los festejos a las 13 con el evento "Payasos y Cía", que recorrerá la República haciendo malabares y diferentes rutinas. En la Plaza de las Américas, a las 16.30, se presentará la obra "Juan Moreira en la República".
Las "Bananitas en el jardín azul" constituirán el espectáculo central cuando se presenten a las 17.30 en el Anfiteatro. Mientras en la Plaza de las Américas, a las 18.30, comenzará el espectáculo "Chicos por la paz en el mundo".

EL LUNES

El lunes 26 arrancarán los actos oficiales para conmemorar el cumpleaños de la República. A las 9 se inaugurará el Encuentro Cultural, Recreativo y Deportivo, para la integración de alumnos de la rama EGB y Especial de la provincia.
El acto de apertura se realizará en la Casa de Gobierno, a las 11, con la palabra del intendente Julio Alak, seguido por la presentación del coro infantil del instituto privado de Merlo. A su vez, comenzará el Primer Congreso Infantil sobre los Derechos del Niño. Posteriormente se inaugurará la biblioteca infantil, y se realizará la simbólica sesión anual del gobierno infantil en el Palacio de la Legislatura.
En el marco del plan de recuperación de los edificios de la República, se reabrirá la Aduana, las nuevas instalaciones de la Prefectura Naval Argentina y se lanzarán programas educativos para niños. Todas estas actividades serán a partir de las 12. Más tarde, se presentará el nuevo edificio de la Aeronáutica llamado "Hangares de la Ciencia".

Fuente: El Día

martes, 20 de noviembre de 2001

COMENZO EL ENCUENTRO DE TANDIL El teatro, de fiesta

Numerosos elencos bonaerenses participan, hasta el sábado, en la novena edición del festival.

LUIS VENTOS. Tandil. Especial

Autoridades provinciales, municipales, directores teatrales, personal de la Comedia de la Provincia, integrantes de elencos locales y provenientes de veinte regiones bonaerenses y público se dieron cita ayer en el teatro Municipal del Fuerte, para asistir al acto de apertura del noveno Festival Provincial de Teatro.

El encuentro se extenderá durante toda la semana, con tres o cuatro funciones diarias de distintos espectáculos, y una serie de talleres formativos a cargo del director Daniel Suárez Marzal, el músico Federico Mizrahi, el vestuarista Horacio Pigozzi y el escenógrafo Quique Cáceres.

La inauguración comenzó con las palabras del Director de Cultura Municipal Rubén Betbeder, quien hizo referencia a la importancia de "la distinción que significa para Tandil la determinación de la Provincia de elegir a nuestra ciudad como subsede del teatro provincial, distinción que no vamos a desaprovechar porque queremos que la ciudad se convierta en una referencia cultural de Buenos Aires".

Después fue Daniel Suarez Marzal, Director General de la Comedia de la Provincia, quien se refirió a la importancia de la actividad, y definió: "El teatro es una flor exquisita difícil de encontrar, capaz de mostrar, a través de una suerte de espejos internos, lo más recóndito de las miserias humanas".

Por su parte el Subsecretario de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo García Caffi, resaltó su "profunda satisfacción de regresar a Tandil por tan estimulantes motivos".

Acompañados de una importante cantidad de público, los integrantes de los veinte elencos que comenzaron a vivir intensamente el Festival, fueron los verdaderos mimados de los organizadores y de la ciudad. En todos lados se percibía la alegría de disfrutar durante toda la semana de una diversidad de propuestas teatrales, con entrada gratuita.

Ezequiel Lester reflejaba el entusiasmo de tantos otros actores tandilenses que forman parte de los grupos locales participantes en la competencia: "Si bien es cierto que nos encantaría ganar, la posibilidad de estar en este Festival, nos da mucha polenta para seguir trabajando para mejorar cada día".

Tandil está de fiesta, los artistas han ganado sus calles. Para los tiempos que corren, no es poca cosa.


Fuente: Clarín

miércoles, 31 de octubre de 2001

Nuevas tendencias teatrales del mundo

El Tercer Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires se inauguró con la actuación en el Teatro San Martín de la Goran Bregovic Weddings and Funerals Band y contó con la participación de elencos de Francia, Bélgica, Alemania, Canadá, Uruguay, Estados Unidos, Lituania, Rusia, Chile, España, Inglaterra y Holanda.
Entre los favoritos del público destacaron Hou-se, de Richard Maxwell, y El cerdo, presentado por el grupo uruguayo Trenes & Lunas, dirigido por Alberto Rivero.
Otras producciones que marcaron las preferencias de los asistentes al festival fueron Drácula: the music and the film, por el Philip Glass Ensemble; The White Ca-bin, a cargo del Axe, teatro ruso de ingeniería; Körper y Zweiland, dos propuestas de danza teatro del Schaubühne am Lehniner Platz, de Alemania, dirigida por Sasha Waltz; Hamlet, del grupo lituano Meno Fortas, y Ugnies veidas, a cargo del Oskaras Korsunovas Thea-tre, también de Lituania.
Además del Philip Glass Ensemble y de la banda de Goran Bregovic, la programación musical se completó con la presentación de Roger Hanschel y Auryn Quartett, de Alemania.

Violencias

La compañía Les Deux Mondes, de Canadá, con La historia de la oca, presentó a través del abuso infantil, un cuadro que denuncia la violencia social.
Un entorno violento volvió a estar presente en Hechos consumados, que trajo el Teatro La Memoria, de Chile.
La Carnicería Teatro, de España, en cambio, plasmó en escena la desorientación y el tedio que suelen traer consigo ciertas costumbres de la vida moderna en Conocer gente, comer mierda. Para su director, Rodrigo García, “es la materialización de algo que ronda por la cabeza de los niños: el sentimiento de que las cosas no van del todo bien”.
Por su parte, Richard Maxwell, en House, trató de unir lo banal y lo épico en una historia de crimen y venganza en una familia americana. El anti-estilo de Maxwell, logró alcanzar la neutralidad, oscilando entre el mutismo y los monólogos mundanos hilarantes, capturando la manía e incomodidades de una conversación real.
Baile, música, actuación, artes plásticas y manjares de alta cocina fueron los elementos que integraron Les menus plaisirs, coproducción argentino-francesa, a cargo de la compañía Ilotopie.
Lituania presentó dos producciones. Hamlet, por el grupo Meno Fortas y Ugnies Veidas, por el Oskaras Korsunovas Thea-tre, donde se busca un lenguaje que articule la premonición, el horror y los momentos neuróticos de nuestra civilización.
Axe, teatro ruso de ingeniería, ofreció The White Cabin, un juego entre el espacio, la música y las situaciones absurdas, elaboradas con diapositivas, vídeos y films, a los que se sumaron los intérpretes para contar sus historias, tristes y divertidas.
Un porcino fue el protagonista del unipersonal El cerdo, a cargo del grupo chileno Trenes & Lunas, dirigido por Alberto Rivero.

Danza de hoy

En la danza los conceptos de los organizadores del festival se basaron, fundamentalmente, en traer nombres desconocidos para el público argentino. Esta idea nada tuvo que ver con la disminución de la calidad, sino, por el contrario, se buscó lo muy bueno de lo nuevo que se está gestando en el exterior. Se trató de coreógrafos que se destacan en tendencias diferentes y estilos que han hecho fuerte impacto con sus renovadoras creaciones.
La alemana Sasha Waltz emergió con una potencia avasallante. Por lo distintivo de su sello y propuestas, no sólo es una visionaria, sino que ha sido catalogada sucesora de Pina Bausch. A los 38 años, su polifacética personalidad le permite dirigir la prestigiosa Schaubühne junto con el dramaturgo Thomas Ostermeier. La primera pieza que presentó fue Körper (Cuerpo), inspirada en el Museo Judío berlinés. Allí, “el ser humano al desnudo es vidriera de todas las emociones, desde las místicas y placenteras hasta las de angustia y terror”. Waltz, asentada en Berlín, también mostró Zweiland (Doble patria), en la que habla de esa ciudad partida en dos hasta la caída del muro. En ella tradujo su transformación desde el famoso hecho, que acarrea historias de los habitantes de ambos lados, la integración, el acostumbramiento y el rechazo y hechos de la vida cotidiana tanto individuales como del plano urbano.
El italiano Emilio Greco estrenó Extra Dry, parte de una trilogía denominada Entre el cerebro y el movimiento. En realidad, esa era su meta, lograr la sincronización del cuerpo y de la mente. Un desafío difícil que el coreógrafo enfrentó con un lenguaje en el que la danza se dejó llevar por impulsos instintivos controlados por el intelecto.
De Francia, Josef Nadj con la compañía Centre Choréographique National d´Orleans y música del argentino Mauricio Kagel, se acercó en Les Veilleurs al universo kafkiano: los personajes se vieron tan variados como impersonales. Como fantasmas no exteriorizaron sensaciones ni sentimientos, mas pudieron quedarse suspendidos en el espacio, acurrucarse en lugares mínimos u oscilar en el vacío. Reunidos en un mundo de ficción la obra reflejó visos de una realidad incongruente.
De origen bengalí, nacido en Ingla-terra, Akram Khan eliminó las barreras entre el kathak y la danza contemporánea. Así, en la fusión del baile étnico con otras técnicas se manejó un nuevo vocabulario, que se apreció en su pieza Fix and Rush.
De Bélgica, Les Ballets C. de la B. interpretaron Iets op Bacch" (Algo sobre Bach). "Es la unión tumultuosa entre el cielo y el infierno que se da en el encuentro de diferentes tipos de personas a través de la danza y de lo que surge de la vida cotidiana y la música de Bach, ensamblados con actos de acrobacia circense, arias y cantatas del gran compositor”, explicó Alain Platel, director del espectáculo.

Producción Nacional

Como contrapartida, el encuentro también sirvió para que programadores y directores de festivales invitados pudieran apreciar, en horarios alternativos, lo más selectivo de la producción nacional, con más de 20 títulos, todos con entrada libre y gratuita.
Entre los más destacados se pueden mencionar: 3ex con guión de Gustavo Tarrío y Mariana Anghileri; Bart-leby (basado en el relato de Herman Melville) coordinado por Ricardo Sassone; Cenizas de tango, de la Compañía El Escote, Cercano Oriente (La caja) una creación colectiva con dramaturgia y dirección de Omar Fantini, Cuerpos Abanderados con dramaturgia y dirección de Beatriz Catani y actuaciones de Susana Tale, Victoria González Albertalli y Rosario Berman.
También se pudo presenciar funciones de Guernica de la Compañía La Resaca; Hermosura, una creación de El Descueve con dirección de Carlos Casella y Ana Frenkel; Hormiga negra, basada en el folletín de Eduardo Gutiérrez con dramaturgia de Bernardo Ca-rey; Kachivachetur de la Compañía Dosaxos2; Kata-combe, creación grupal a cargo de la compañía Arnica Danza Teatro; Kleines Helnwein, de Rodrigo M. Malmsten; La Boxe (Una dramaturgia de la vida en 12 rounds), de la Compañía El Muererío Teatro; La escala humana de Javier Daulte, Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian.
Otras opciones interesantes fueron La morocha, dirigida por Cristina Bane-gas; Living, último paisaje, de la Compañía La Fronda, con dirección y dramaturgia de Ciro Zorzoli; Mil quinientos metros sobre el nivel de Jack de Federico León, ¿No me besabas? con coreografía y dirección de Luciana Acuña, Luis Biasotto, Gabriela Caretti; Por favor, sangra, con idea y dirección de Gustavo Les-gart, Secreto y Malibú una creación conjunta de Diana Szeinblum, Inés Rampoldi, Leticia Mazur, South, wall & after, con coreografía y dirección de Brenda Angiel , Sujetos, de Liliana Nuño; Textos por asalto de la Compañía Sportivo Teatral, Un monstruo, con coreografía de Gerardo Litvak; Villa-Villa de la Compañía De la Guarda y Requiem para el Riachuelo, idea y dirección de Jorge Pastorino, con música original de Edgardo Rudnitzky y textos de Juan Gelman. Como se puede observar el festival contó con una amplia gama de espectáculos que, según sus organizadores “representaron las propuestas más interesantes dentro del renovado panorama estético mundial”.


Fuente: http://www.artezblai.com

lunes, 29 de octubre de 2001

Violentos sueños teatrales

Una escena de la profunda obra de Veronese

"Mujeres soñaron caballos." Autor y director: Daniel Veronese. Intérpretes: Jimena Anganuzzi, Fernando Llosa, Osmar Núñez, Silvina Sabater, Marcelo Subiotto y Julieta Vallina. Diseño de luces: Guillermo Arengo. Diseño de escenografía: Daniel Veronese. Vestuario: Roxana Bárcena. Asistente de dirección: Felicitas Luna. En el Callejón (Humahuaca 3759). Funciones: viernes y sábados, a las 23.
Nuestra opinión: muy bueno.

"Hay un nuevo tipo de violencia en el aire" dice, sobre el final del espectáculo, uno de los personajes. Es Lucera, la que observa, la que no tiene clara su historia personal, la que perdió a su familia y está inserta en otra, que no entiende. "¿Hay una sola forma de violencia?", se pregunta. Y anuncia que está embarazada y no puede con la vida y lleva la acción a un desenlace trágico.

Esa mujer -tan pequeña en el cuerpo de la actriz Jimena Anganuzzi- es tal vez la gran síntesis de este nuevo trabajo de Daniel Veronese. El autor se introduce en un mundo familiar tan vacío que se torna siniestro.

Tres hermanos y sus respectivas esposas comparten un momento en la pequeña casa de una de esas parejas. Cada uno carga con una historia demasiado patética como para cruzarse con el otro y hablar de la felicidad. No hay posibilidades ni opciones concretas de eso. Sólo hay palabras de unos que se mezclan con las de los otros. Sólo hay picos de tensión que estallan en golpes, carcajadas forzadas, juegos de fuerza entre hombres, llanto en las mujeres. Así son las relaciones familiares en estos tiempos, parecería decir Veronese. Lo suyo, ese mundo familiar que expone, tiene mucho que ver con el de algunos otros autores locales -Federico León, Bernardo Cappa, Jorge Sánchez, por ejemplo-. En las familias hay demasiada rutina y hay, por sobre todo, una tradición que ya no une, sino que paraliza y destruye.

Variados elementos en juego

En "Mujeres soñaron caballos" operan, además, muchos elementos en contra. Un enfermo terminal, violento cuando explica que está mejor; un negocio familiar que debe cerrarse porque su economía está en crisis; una mujer cuyos padres desaparecieron; un guión de cine habla de otra mujer que confía y siente cariño por unos policías "profundamente asesinos". Y todo eso se dice como al pasar, como si no interesara, pero a la vez todo eso genera violencia y lo expresan los tonos de voz, los cuerpos, la agresión con la que se entra y se sale de continuo de esa casa, casi habitación -la única que se puede tener para vivir en estos tiempos-. Así de empobrecido está todo.

De a ratos, también, esas mujeres hablan de caballos, de animales, briosos, bellos, de animales a los que se puede montar para escapar, de animales que en tropel pueden venirse encima de uno. De animales que parecen una salida posible.

Veronese, desde la dirección, trabaja un registro naturalista muy extraño. Sus actores distancian a sus personajes, están todo el tiempo como mirándolos transitar ese espacio tan pequeño como singular en el que desarrollan sus acciones, y con el cuerpo en primer plano. Y así logran que el público llegue a la conmoción.

Desde una pasividad extrema ese grupo de intérpretes -Jimena Anganuzzi, Fernando Llosa, Osmar Núñez, Silvina Sabater, Marcelo Subiotto y Julieta Vallina- consigue una potencia asombrosa. Cada uno, además, tiene su momento particular. Allí intenta definirse; para ello puede utilizar las palabras o simplemente una acción. En ese acto está su vida, así de pequeño, y allí, la síntesis de la individualidad argentina de este momento.

"Mujeres soñaron caballos" seguramente va a transformarse en uno de los trabajos más significativos en la carrera de Daniel Veronese. Demuestra una madurez particular al mirar la historia y el teatro de esta Argentina de hoy. Hay mucha profundidad en esa mirada y una inteligente síntesis creativa sobre el escenario.

Carlos Pacheco
Fuente: La Nación

viernes, 24 de agosto de 2001

Una "road movie" teatral

"Puentes": Una pieza interactiva para un conflicto sindical de los ´40
Dentro de los aciertos de la obra, está el equipo de actores, que hacen partícipe al público de la inestabilidad que hoy viven todos aquellos que trabajan en fábricas, oficinas y, también, en relación de dependencia.

Ficha técnica: "Puentes" de Mariana Chaud y Mariana Anghileri. Dirección: Mariana Anghileri. Escenografía: Roberto Fernández. Diseño de sonido: Nicolás Varchausky. Iluminación: Roberto Fernández y Mariana Anghileri. Vestuario: Griselda Vidal. Actores: Carlos Tkizian, Diego Velázquez, Juan Branca, Leo Granullers, Marcelo Nacci, Matías Chebel y Policastro. En La Fábrica Ciudad Cultural (Querandíes 4290), los domingos a las 20 y 21.30.

EL ESPECTACULO Los cuatro pisos que conforman la fábrica IMPA, de aluminio, se convierten en un sugestivo escenario teatral para ir hilvanando las escenas que terminarán con la muerte de un obrero, víctima de una disputa de poderes sindicales, en la Argentina de fines de los 40. En síntesis esto es lo que cuenta la fragmentada narración dramática, con la que la directora de "3ex" -su primer espectáculo conocido que integrará la programacion del próximo III Festival Internacional de Buenos Aires- cautiva y conmueve al espectador que se acerca hasta el edificio de calle Querandíes, en el barrio de Caballito. "Puentes" es una "performance", una especie de "road movie" urbana, miserable e inquietante, en la subyace el eterno drama de poderes que también se desarrolla entre las clases trabajadoras. Sobre este tema, Anghileri fue construyendo una historia hecha de "retazos", de situaciones que se repiten en distintos escenarios, de operarios que son capturados por manos "invisibles", en una noche oscura y de obreros o sindicalistas especializados, que preparan entre juegos de naipes y cuentos tontos, una emboscada a otro trabajador, que en apariencia pertenece a un grupo antagónico.

RELATO FRAGMENTADO Con esta "performance" Anghileri demuestra una vez más sus influencias cinematográficas a la hora de narrar, como ya había pasado en su fantástica "3ex". Esta vez las escenas se suceden a modo de encadenados, fundidos y hasta en algunos casos de sutiles primeros planos. La iluminación permite ir tejiendo una trama de misterio y de un sinsabor atrapante. Internarse en "Puentes", es disponerse a "leer" y participar de un relato fragmentado, en el que la imaginación del espectador irá completando la trama, una vez que haya sido "despedido" del lugar por una puerta lateral de la fábrica, al concluir el espectáculo. Lo valioso de la propuesta de Anghileri, de su coautora Mariana Chaud y de su equipo de actores, es que hacen partícipe al público de la inestabilidad que hoy viven todos aquellos que trabajan en fábricas, oficinas y, por decirlo de una vez: en relación de dependencia. La "performance" sólo permite el acceso de algo más de veinte personas por función y recorrer los cuatro pisos del lugar, sólo guiados por varios asistentes con linternas, es una experiencia única para todo aquel que quiera sentir la sensación de internarse con cuerpo y alma en una historia que encierra misterio, seducción y muerte.

UN SONIDO FABRIL Dos escenas son claves y hacen "despertar" al espectador hacia una sensación de realidad apabullante. Una de ellas es la escena en la que se intenta someter a un hombre en uno de los baños. La otra es el simulacro de asesinato en la terraza, en la que hasta los vecinos se asoman por las ventanas al escuchar los falsos disparos. El equipo de actores sorprende a través de la sensación de realidad, que transmiten la sutileza y el expresionismo de sus gestos. La sigilosidad de los movimientos que se desarrollan casi en penumbras, el dramatismo de las escenas y el vestuario contribuyen a hacer más verosímil esta historia que sucede en medio de sonidos de máquinas, láminas de aluminio, envases de cartón y paredes grises, que recuerdan los insalubres ámbitos en los que la mayoría de las veces se trabaja y se tejen efímeras ilusiones.

Juan Carlos Fontana

Fuente: La Prensa

viernes, 27 de julio de 2001

La Fabriquera

Mañana a la medianoche en La Fabriquera (2 nro. 477 entre 41 y 42) se presentará el ciclo Letras de Medianoche, con el fin de instaurar un ciclo que permita la circulación de textos de autores diversos cuya obra no sea muy difundida. Participarán Mario Arteca, El Muererío Teatro con su orquesta estable Los Valientes de los Tres Ríos con textos y canciones y la
actuación y dirección de Diego Starosta y la participación de Federico Figueroa, Edgardo Redetic y Julian Romera. La entrada es gratuita.



El domingo a las 20.30 en La Fabriquera (2 entre 41 y 42) se realizará la última función de la obra La Frontera o tan ávidos de amor como de sangre con la dirección de Patricia Ríos.
Cuenta con la actuación de Cococho Abbatangelo y Diego Peralta.





Expulsados, vodevil. Mañana y el domingo a las 20.30 en la sala A del Pasaje Dardo Rocha (50 e/6 y 7) Ganadora del Concurso de la Comedia Municipal 2001. GRATIS

Fuente: Hoy

miércoles, 25 de julio de 2001

ENTREVISTA CON ABELARDO CASTILLO Y TITO COSSA

La palabra en acción
Castillo, el autor de Israfel, es un escritor que a veces produce teatro. Cossa, el de La Nona, es un dramaturgo que ha incursionado en otros géneros. Una charla intensa sobre el invento escénico.


IVANA COST
Uno escribe temprano a la mañana. El otro sólo puede hacerlo de noche. Eso podría explicar la esencial diferencia entre la literatura dramática de Abelardo Castillo y el teatro "vicario" (para usar una definición suya) de Roberto Cossa. Pero la prudencia nos obliga a dudar de las explicaciones demasiado visibles. Cossa nació en 1934, Castillo poco más de un año después. En los años 60, ellos dieron a la literatura argentina algunas de sus obras más valiosas. Hoy, el estreno de sus textos teatrales más significativos (La nona de Cossa e Israfel de Castillo), es la excusa para reunirlos y dialogar con ellos sobre el lugar que ocupa la creación de historias y personajes dentro del fenómeno teatral.

- ¿Se reconocen como dos modelos "opuestos" de autor dramático?
- Roberto Cossa: Yo debo decir que cuando escribo pienso en el escenario, no en el libro. Si alguien se está vinculando con una obra mía, lo veo sentado en una platea, como espectador, no lo veo leyendo en el living de su casa. Es más, si vos me preguntás por las salas donde yo debo tener veintipico de estrenos las recuerdo a todas (incluso a aquellas que ya no existen, como el Riobamba donde estrené mi primera obra); en cambio no me acuerdo en qué editoriales las publiqué.

Abelardo Castillo: Estamos en lo mismo, pero desde lugares distintos. Yo vengo desde la literatura y casi no puedo pensar en el escenario. Mis acotaciones no son escénicas. Creo que, esencialmente, el teatro es literatura. Si hoy, todavía, uno puede ver Nuestro fin de semana es porque ese texto fue escrito.

- ¿A qué atribuyen estas dos formas de relacionarse con el teatro?
- A.C.: Tal vez a mis orígenes. Yo me crié en San Pedro y allí no había teatro. El primer teatro al que fui en mi vida (me llevaron muy chico: a los cinco años) fue al Teatro del Pueblo. El teatro con el que yo tenía cercanía era Las dos carátulas, vale decir, un teatro leído. Al punto que, cuando yo escribí Israfel, pensaba que estaba escrita para ser leída. Viví el estreno como una gran sorpresa.

- El teatro era algo que entraba por el oído.
- A.C. Eso es lo que hace, propiamente, que mi teatro sea más verboso. Son dos tradiciones que se vienen repitiendo desde que el teatro es teatro: el teatro a la manera de Racine y el teatro a la manera de Corneille. Hay un teatro donde la palabra es la acción; y hay otro teatro donde la acción es el punto esencial. Yo no me considero un autor dramático, me considero un escritor que también escribe teatro, como escribo cuentos, novelas, poesía o ensayos. Incluso, no podría trabajar con los actores, para mí escribir es un trabajo solitario.

R.C. Para mí es al revés. Para mí la palabra tiene que estar vinculada a la acción. La frase sale porque la acción la empuja.

A.C. Yo también creo en eso. Pero estoy más apegado a la palabra como lugar de partida. El teatro francés tiene una enorme tradición; sin embargo, cuando lo hacen Camus o Sartre te das cuenta que ellos vienen de otro lado.

R.C. Claro, porque en el teatro caben todas las formas. Las corrientes van cambiando y el teatro hoy se ve distinto. En 40 años hubo una transformación enorme.

- ¿Por qué creen que se escribe distinto?
- A.C. Hoy Tito decía que casi no hay obra escrita hace 30 años que para ser montada no exija un corte. Y es cierto. El tiempo del espectador cambió. Hace poco vi una obra de Chéjov y me resultó larga. Hoy se necesita mucha más acción, en el sentido teatral de la palabra, y mucha menos palabra en el sentido tradicional.

R.C. Mucha más síntesis. Hoy los tiempos del espectador son más reducidos y esto tiene que ver con la transformación que ha sufrido la percepción. Cuando éramos jóvenes podíamos ver algo de televisión, pero no teníamos la provocación del control remoto para decidir los tiempos.

- ¿Se le ocurrió alguna vez, Abelardo, modificar sus obras en función de esta transformación de la percepción?
- A.C. Bueno, a veces se adapta algún cuento mío; y a veces algo que nació como texto teatral se vuelve cuento. Casi siempre cuando nace un texto literario mío yo sé instintivamente si es un cuento, un drama o una novela. Una sola vez me equivoqué: fue con El otro Judas. Empecé a escribir un relato y de golpe sentí como si los personajes estuvieran acostados en lugar de estar de pie. Pensé: "Tienen que pararse. Se tienen que poner de pie" y encontré la forma teatral.

R.C. Mi experiencia es distinta. En general cuando un escritor se mete con el teatro se desbarranca porque narrativa y teatro son dos maneras distintas de mirar la ficción. Pero el arte de la dramaturgia es vicario: escribís para que otros lo completen. Hacés la partitura para otra cosa, para otro fenómeno, que es el del escenario.

- Roberto, cuando se decidió escribir obras como El viejo criado o Pingüinos a partir del trabajo de improvisación de los actores ¿lo hizo para evitar esa soledad del "vicario"?
- R.C. Sí, son dos cosas: la soledad y la impaciencia. El autor teatral es generalmente un impaciente. Yo no me imagino como los novelistas, escribiendo horas. Un autor de teatro nunca escribe horas. Escribe un buen rato, pero de pronto se para y empieza a hacer de actor. Soy una actor frustrado, empecemos por ahí...

A.C. Sí, sí. Todo autor dramático es un actor frustrado.

- ¿Usted también, AbelardoP
- A.C. Yo hubiera querido ser actor. Yo leo muy bien, por ejemplo, sentado. Pero de ahí a caminar y a mover las manos...

R.C. Para mí, escribir junto a los actores fue la manera de romper con la soledad, pero también de ir en busca de la dirección, porque no me gusta dirigir. Yo necesito saber que mi tarea se termina con la escritura.

- ¿Y en su caso?
- A.C. En algo nos parecemos con Tito: yo también creo que el autor no puede dirigir su propia obra porque no ve más que lo que hizo, y el director, aunque sea un disparatado, lo ve desde otro punto de vista. Y, a veces, como ocurrió en la primera puesta de Israfel, algo que veo en el escenario me permite cambiar un parlamento.

- Pirandello dice que la obra escrita tiene una idealidad perfecta que la puesta en escena necesariamente vulnera. ¿Coinciden con esta visión?
- R.C. No. No siempre es así. A mí la obra se me completa cuando la veo. Yo siempre estrené, no tengo textos no estrenados. Bien o mal, éxitos, fracasos, pero mi trabajo se completa ahí.

- ¿Y qué pasa, Abelardo, cuando transcurren muchos años sin ver la obra en escena?
A.C. Igual que Tito, casi siempre me quedo pegado a la primera versión. Tengo que hacer un esfuerzo muy grande para salirme de aquel Alfredo Alcón que hizo Israfel en el 65. Pasa, también, con la música clásica: uno escucha una versión cuyos sonidos después se vuelven irreemplazables.
- Le preguntaba por si le ocurrió el "extrañar" esos textos, el necesitar que vuelvan a ser dichos.
A.C. En realidad tuve mucho miedo. Mi pregunta era: después de 40 años, ¿qué pasa?, ¿tiene vigencia?, ¿tiene sentido? Y, de pronto, parece que sí. Pero no puedo juzgar. Ni crítico, ni espectador. Pero una de las cosas terribles que tiene para mí el teatro es que cuando se monta una pieza, cuando voy al teatro ¡me dan unas ganas de escribir teatro!
R.C. Ah, sí, ¿viste? Cuando uno ve una cosa buena, enseguida se estimula.


Fuente: Clarín

miércoles, 27 de junio de 2001

Dos obras platenses de teatro ganaron el Festival Regional

Las obras "Hasta que el agua me lleve" de Jazmín García Sathicq quien tiene a su cargo la dirección del elenco de Acqua Teatro, y "09.53" de escrita y dirigida por Horacio Rafart e interpretada por el grupo La Cuarta Pared, ganaron el Festival Regional de Teatro La Plata, organizado por la Comedia de la Provincia.

El jurado estuvo constituído por Juan Carlos Lamy, Carlos Alvarenga y Gabriel Peralta.

También fueron distinguidas las siguientes obras: Iluminación, Claudio Cogo y Julieta Sargentoni por "Hambres de luna"; Música original, Luciano Guglielmino por "Hambres de Luna" y Diego Madoeri por "Los siete cabritos" y "Expulsados"; Espacio escénico: Alejandra Higa y Gustavo Luchesco por "Entretanto ligados", Mónica Canelo por "09.53", Claudio Suárez por "Hasta que el agua me lleve" y Laura Valencia por "Expulsados"; Actuación, Horacio Rafart, por "Treblinka", Alicia Durán por "El señor que nos viene a ayudar", Diego Aroza por "Ricardo III", Luciano Guglielmino por "Hambres de luna", Cinthia Aguirre por "Hambres de luna", Laura Palmieri por "Hasta que el agua me lleve", Mauricio Lozada por "Los siete cabritos", Luis Manfra por "El dragón de fuego", Karina Bordogna por "Expulsados", Nora Oneto por "Entretanto ligados", Gustavo Delfino por "09.53", y Carla Tous por "09.53"; y dirección, Claudio Cogo por "Hambres de luna", José Canevaro por "Los siete cabritos", Jazmín García Sathicq" por "Hasta que el agua me lleve" y Horacio Rafart por "09.53".

Fuente: Diario El Día

sábado, 16 de junio de 2001

Festival de Teatro Regional

La obra El Pupilo quiere ser Tutor, a cargo del grupo de teatro Treintadías, inaugurará hoy el concurso denominado Festival de Teatro Regional, un concurso de teatro que contará con la presentación de un total de 18 obras preseleccionadas, con entrada libre y gratuita para todo público.

Organizado por la Comedia de la Provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de La Plata, la apertura de dicho concurso se llevará a cabo a las 18.30, en la Sala B del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha, ubicada en el 2º piso. Consecutivamente, el mismo día se presentará, en la Sala A, a las 20, la obra Esquirla, a cargo del grupo platense Tentempié, y programada para las 21.30, en la Sala B, se llevará a cabo El Acompañamiento, del grupo Taller Teatral Ranchos, perteneciente a General Paz.
El Festival de Teatro Regional, para el que se convocaron en abril grupos de la Región de La Plata (La Plata, Cañuelas, San Miguel del Monte, San Vicente, Berisso, Ensenada, Castelli, Magdalena, Brandsen, General Paz, Chascomús, Punta Indio y General Belgrano) se desarrollará durante el mes de junio en las salas "A" y "B" del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha (calle 50 e/ 6 y 7). El jurado, compuesto por Carlos Lamy (actor, director y autor), Carlos Luis Alvarenga (actor, director y docente) y Gabriel Peralta (actor y director), expedirá el fallo el domingo 24, a las 19, en la sala A, cierre que incluirá también un espectáculo teatral y la entrega de diplomas.

El sábado 16 el grupo platense La Cuarta Pared concursará con la obra Treblinka (Sala B, 18.30), seguida por Los japoneses no esperan, a cargo del grupo de Chascomús Gente de Teatro (Sala A, 20 hs.) y, al cierre, se llevará a cabo El señor que nos viene a ayudar, del grupo platense Las crines del chancho (Sala B, 22).
Para el domingo 17 se anuncian dos obras a cargo del grupo platense La Gotera. La primera será la obra de William Shakespeare, Ricardo III (Galpón de la Comedia, calle 49 e/ 3 y 4, 18.30). Y posteriormente se presentará Hambres de Luna (Sala A, 21.30).
El jueves 21 podrán apreciarse las obras Hasta que el agua me lleve, del grupo platense Acqua Teatro (Sala A, 18.30); Los siete cabritos, del grupo local La Fabriquera (Sala B, 20) y Donde crecen los cerezos, del grupo platense Artífice (Sala A, 21.30).
El viernes 22 las obras previstas son El Dragón de Fuego, de los platenses de la Biblioteca Teatral A. Mediza (Sala B, 18.30); Expulsados, de La Fabriquera (Sala A, 20) y La Frontera, tan ávidos de amor como de sangre, de Bazar X producciones (Sala B, 21.30).
Programadas para el sábado 23 concursarán Entretanto Ligados, del grupo platense La Cooperativa (Sala B, 18.30); La Irredenta, a cargo de Teatro popular de Berisso (Sala A, 20.00) y 9.53, de La Cuarta Pared (Sala B, 22 hs.). La última obra a concursar es Herederos de Clausewitz, de los locales Compañía Teatral Romanelli, programada para el día del cierre (domingo 24, Sala B, 17).

Fuente: El Día

sábado, 2 de junio de 2001

Una obra de Beatriz Catani en el festival internacional de Viena

Se presenta hoy y mañana en El Princesa, antes de partir hacia Austria. Participará además de otros festivales en el exterior. Catani invitada a dirigir en Alemania

"Cuerpos a banderados", obra escrita y dirigida por la platense Beatriz Catani, además de los premios obtenidos en nuestro medio, en la provincia y en la capital federal, ha sido invitada a tres festivales internacionales. El primero de ellos, este mes, al prestigioso evento teatral de Viena y en setiembre, a los festivales de Porto Alegre y de Buenos Aires, "Cuerpos a banderados", con la interpretación de Rosario Berman, Susana Tale, María Victoria González Albertali y Blas Arrese Igor y la asistencia de dirección de Magdalena Arau, se presentará esta noche a las 20 y mañana a las 19, en el Teatro de la Hermandad del Princesa, diagonal 74 entre 3 y 4.
Reconoce que "es difícil definir mi propuesta. Por un lado, diría que está presente lo experimental, que salvo uno de los espectáculos que trabajo ahora, en general pongo en escena textos propios, que pongo en riesgo la idea de representación en donde utilizo elementos muy realistas que interfieren la ficción. Pero eso es lo que estoy trabajando ahora, una historia diríamos fantástica que se cuenta con a través de una estética realista. Lo demás -explica Catani- tiene que ver con lo que se dice, la temática del encierro, de la asfixia".

Beatriz Catani, se ha convertido en una de las directoras teatrales argentinas más destacadas de la actualidad, reconocida por la crítica y sus pares, fue elegida para participar con otros diez directores de otros países en el festival internacional "Teatro en el mundo" que se realiza en 4 ciudades alemanas en donde deberá montar en el ámbito de un viejo taller una obra en 8 días, encuentro que se realizará en junio del 2002.

Pero no todo se circunscribe en la vida de Catani a estos proyectos. En la actualidad se encuentra ensayando tres obras, dos de las cuales le pertenecen. La primera, al ser seleccionada por el Teatro Municipal General San Martín de la capital federal, para poner en escena "Ojos de ciervo rumanos", que ensaya con los actores platenses Silvia Drante, Ricardo González y Blas Arrese Igor, con asistencia de Magdalena Arau y que se estrenará este año. Charlando con el diario, la directora y autora explica que "es una obra compleja, de texto poético con puesta realista y maneja una temática que tiene que ver con el injerto, no sólo en lo material, sino también en lo social, lo cultural".
Otra de las obras que pondrá en escena este año Catani, es un trabajo que viene ensayando y trabajando con un elenco porteño sobre textos de Dostoievski, que se llamará "Perspectiva siberiana" y que se brindará también en el Municipal General San Martín de Buenos Aires. Por último, fue invitada a poner en escena con la actuación de Nora Oneto, Carolina Painceira y ella misma y asistencia de Jazmín García Sathicq y Magdalena Arau, "Las presidentas", obra del dramaturgo austríaco Werner Schwab en un ciclo de teatro semimontado en el Instituto Goethe, de Buenos Aires. También fueron invitados otros tres directores, considerados los más representativos de la nueva camada nacional.
Becada también por Antorchas para realizar un trabajo de taller e investigación y para montar una "instalación" teatral para el 2002, dando clases de actuación, cuenta que empezó a estudiar en el Teatro del Bosque, con Hugo Márquez y Jorge Pérez Escalá y de allí fue a Buenos Aires en donde estudió por años con Popemyo Audivert y Ricardo Bartis. Hizo su primer trabajo porteño en "El chiflete que se filtra", trabajo premiado y que vio el director Beronese, quien les propuso hacer un trabajo conjunto que dio por resultado, "El líquido táctil", obra con muy buena repercusión de crítica y público. Después comenzó a trabajar "Cuerpos a banderados", espectáculo que se pensó para pocas funciones en El Escudo en el año 2000 y que "ahora tenemos funciones previstas e invitaciones hasta el 2002".

Fuente: Diario El Día

jueves, 24 de mayo de 2001

III Festival Internacional de Teatro Buenos Aires 2001

Graciela Casabé, la directora del Tercer Festival Internacional de Buenos Aires de Teatro, Música, Danza y Artes Visuales, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Capital nos comunicó el programa de este acontecimiento que se extenderá del 12 al 30 de setiembre próximo.

Danza: Korper de Sacha Waltz." title="
Danza: Korper de Sacha Waltz.
" width="159" height="224">

Danza: Korper de Sacha Waltz.

Esta tercera edición del Festival sigue a un crecimiento de un 30% en la asistencia de público en la relación del segundo Festival de 1999 en relación al primero celebrado en 1997.

Las ideas que orientan al Festival son múltiples y complementarias. Se afirma el fuerte carácter cultural de Buenos Aires, integrando la ciudad al circuito internacional de festivales, con el consiguiente flujo de aficionados desde el interior del país y de los países vecinos.

Se difunde teatro en la misma gran urbe, con obras representadas en centros barriales, bibliotecas y salas independientes.

Se busca la relación entre los artistas y las culturas que representan los elencos invitados, con una distribución de horarios donde los espectáculos argentinos y los internacionales se ofrecen en horarios distintos y compatibles, de modo que todo el público y los artistas invitados puedan conocer la producción del audaz, fermental y valioso movimiento teatral de la Argentina.

Al fin, pero no lo menor, la idea del diálogo de las culturas se realizará con el primer Seminario Internacional de Maestros del Teatro Contemporáneo, que se compondrá de unas ocho o diez clases magistrales, de los artistas invitados y para los artistas locales.

Habrá también talleres de teatro, se ha lanzado un concurso de dramaturgia para autores argentinos menores de 35 años, segunda edición del premio "Germán Rozenmacher", habrá una Feria del Libro del Teatro y aun un Tercer Encuentro Internacional de Reflexión Teatral, sobre el candente tema de la relación entre el teatro y la política en estos comienzos del siglo XXI.

La danza

De la programación internacional se destacan, en ballet, los espectáculos de Sasha Waltz (Alemania) Korper (Cuerpo), basado en un trabajo de investigación iniciado en el Museo Judío de Berlín y Zweiland (Doble paisaje) basado en la dualidad de Berlín durante la guerra fría, ciudad partida en dos que cree ser una sola.

Iets op Bach (Algo sobre Bach) por Les Ballets C. de la B. con dirección de Alain Platel (Bélgica), definido como una "tumultuosa unión del cielo y del infierno", Les veilleurs (Los serenos) con música de Mauricio Kagel, por el Centre Choréographique National d'Orléans (Francia), Fix (Fijo) y Rush (Carrera) de Akram Khan, un joven inglés proveniente de una familia de Bangladesh, por su Akram Khan Company, Extra dry, por la Compañía Emio Greco & PC (Holanda e Italia), con coreografía de Emio Grieco y dirección de Pieter Scholten.

El teatro

En teatro, La historia de la oca por la compañía "Les deux mondes" de Canadá con dirección de Daniel Meilleur, que aborda el problema de la violencia ejercida sobre los niños a través del tiempo.

Hechos consumados de Juan Radrigán, por el Teatro La Memoria (Chile) con dirección de Alfredo Castro, firme compromiso entre política e historia.

Conocer gente, comer mierda por la compañía "La Carnicería" (España) y dirección de Rodrigo García, que trata la desorientación y el tedio de la vida moderna.

Drácula por el Philip Glass Ensemble (Estados Unidos), House de Richard Maxwell (Estados Unidos) con dirección del autor, que ensaya un nuevo concepto de actuación de "una afectada inexpresividad y una mirada vidriosa", Ugnies veidas (Cara quemada) de Lituania, de Marius von Mayenburg.

Hamlet de Shakespeare, en versión de Eimuntas Nekrosius y su compañía Menofortas, también de Lituania, que tiene como intérprete principal a la estrella de rock Andrius Mamotovas, por la compañía de Oskaras Korsunovas, La cabina blanca de Massim Isaiev y Pavel Semtchenko, de Rusia.

De Uruguay se exhibirá El cerdo de Raymond Cousse, por "Trenes y lunas", dirección de Alberto Rivero y actuación de Iván Solarich.

La música

En música tendremos, Banda y orquesta de bodas y funerales de Goran Bregovic, el músico de varios filmes de Emir Kusturica (Yugoslavia), y la actuación del saxofonista Roger Hanschel con el Cuarteto Auryn (Alemania).

Los argentinos

De los espectáculos argentinos, que incluye muchos nombres y títulos, parecen destacarse por su originalidad y provocación Villa Villa, por el grupo De la Guarda, que viene de triunfar en Nueva York y Europa.

Cuerpos abanderados de Beatriz Catani, Mil quinientos metros sobe el nivel de Jack de Federico León, Hormiga Negra de Eduardo Gutiérrez, con dirección de Lorenzo Quinteros.

Secreto y Malibú de Leticia Mazur, Inés Rampoldi y Diana Szeinblum, con dirección de esta última y Requiem para el Riachuelo, de Jorge Pastorino, sobre textos de Juan Gelman y dirección de Edgardo Rudnitzky.

Como puede apreciarse, de toda Latinoamérica sólo Chile y Uruguay están representados. De Brasil habrá una importante oferta musical, con un panorama de la música popular según las diferentes regiones, desde las milongas sureñas de Víctor Ramil y los chamamés de Renato Borghetti hasta el acordeón de Sivuca y las canciones de Chico César del Nordeste.

Fuente: La República (Uruguay)

domingo, 20 de mayo de 2001

LIBROS El teatro en clave enciclopédica

LILIANA MORENO. De la Redacción de Clarín.
El teatro actual (1976-98)

Es sólo la punta del iceberg de una investigación monumental que está realizando el Grupo de Estudios de Teatro Argentino e Iberoamericano (GETEA), sobre la Historia del Teatro Argentino en Buenos Aires (en Galerna). Es el primero de siete tomos que arrancarán en los albores (1700-1884) y culminarán en un diccionario de directores teatrales. Osvaldo Pellettieri, director del GETEA —además de investigador y director teatral—, habló con Zona sobre momentos clave de las "tablas" porteñas.

—¿Existe una tradición teatral de Buenos Aires?

—Quien diga lo contrario se equivoca. Hay textos, formas actorales y de puesta en escena que se concretan muy tempranamente. Hay un modelo de tradición del teatro popular, del sainete, de la comedia de costumbres, del grotesco criollo, y hay una tradición de teatro culto, de cómo poner en escena, por ejemplo, obras europeas o estadounidenses. Y también hay una tradición de entender al teatro como testimonio. Desde 1810 hasta ahora fue una especie de parlamento nacional donde se debatían y debaten los temas del país. De alguna manera el público y la crítica le dieron esa función. Quizá el teatro evolucione más lentamente que otras artes, pero siempre estuvo mucho más ligado al contexto social que ninguna otra.

—Sin embargo, no fue particularmente utilizado como instrumento del Estado para favorecer a gobiernos de turno.

—Los gobiernos siempre han intentado —mal o bien— tener una política teatral. En 1817, por ejemplo, existía la "Sociedad del Buen Gusto del Teatro", interesada en que las obras acompañaran los ideales de Mayo. Bernardino Rivadavia se inclinaba por el teatro de Juan Cruz Varela para universalizar la pampa. Y Alberdi y Sarmiento han escrito sobre la necesidad de que tuviera una función didáctica. Sin embargo, el teatro nunca fue la gran víctima de los gobiernos. Por ejemplo, el peronismo del 46 al 55 tenía una ideología teatral, que ellos decían que era popular, que coexistía con el teatro independiente, —molestado aunque no acosado desde el oficialismo—, fuertemente crítico del gobierno, no por su reformismo sino por su tendencia al autoritarismo. La última dictadura atacó con mano muy dura todas las formas artísticas, pero la censura al teatro fue indirecta, de meter miedo. Al frente del Teatro San Martín estaba Kive Staiff que daba un repertorio, no digo de izquierda, pero sí moderno, e incluso allí actuaban actores que estaban prohibidos en otros teatros oficiales. Creo que estas políticas incoherentes se deben a que el teatro, a pesar de que tiene una penetración muy grande, siempre fue una cuestión de minorías

—¿A qué estado de situación asistimos hoy?

—Asistimos a una polémica oculta entre los teatristas realistas —los artistas modernos por antonomasia, que creen en el testimonio y el compromiso y su principal exponente es el dramatugo Roberto Cossa— y las nuevas textualidades, emergentes de los 80 y los 90, que buscan otro tipo de salida para el teatro argentino: proponen un universo estético poseído por el simulacro y la deconstrucción del lenguaje y la razón y su máximo representante es el director Ricardo Bartís. Estos cambios lógicos en el sistema teatral —que producen indecisiones e incoherencias— son la causa principal de la actual merma de público, más que la situación económica.

—¿Cuál de estas corrientes nos representa afuera, hoy que el teatro es un importante producto cultural de exportación?

—Según los festivales, tienen muy buena repercusión tanto el que llamo teatro emergente como el realista. Porque, en suma, estamos asistiendo al reconocimiento de las cualidades del teatro argentino.


Fuente: Clarín