miércoles, 22 de septiembre de 1999

II FESTIVAL INTERNACIONAL DE BS. AS: AUGUSTO FERNANDES Y FEDERICO LEON

Hombres de teatro, cámara en mano
Ambos están rodando su primera película y, en el marco del Festival, mostraron parte de lo filmado.

LAURA HAIMOVICHI

Con sus recordadas puestas de Madera de reyes, El relámpago o La gaviota, Augusto Fernandes se ganó uno de los lugares más prestigiososo en la escena teatral de la Argentina. Federico León, que debutó en la dirección con 23 años y una obra propia -Cachetazo de campo-, es uno de los más jóvenes y promisorios . Hoy ambos coinciden en materializar su obra en un nuevo campo expresivo: el cine. Tanto León como Fernandes están preparando sus óperas primas y, parte de ese material en proceso, aún sin nombre y con expectativa de estreno para el 2000, fue puesto a disposición del público durante el ciclo de cine inédito organizado por el Festival Internacional de Buenos Aires.¿Qué historias quieren contar?Fernandes: Voy a cruzar los mundos de la construcción, la prostitución -el ambiente de los masajes, una especie de hampa menor- y la TV. La base común será un hombre de mediana edad con una forma de vida que le funciona hasta que se enamora y se desencadena la debacle. Me interesa esa escena violenta en la que el hielo se rompe, provoca desprendimientos y altera el orden provocando un gran susto. No hay una historia cerrada, va surgiendo en base a las improvisaciones.León: Mi película, en la que yo mismo actúo junto a Jimena Anganuzzi, tampoco tiene un texto previo. Hay una idea -una pareja que se está separando y que se encuentra, siempre, en bares de la ciudad- e improvisamos. Me interesa la investigación actoral. El guión y el montaje van a estar al servicio de la actuación.Fernandes, ¿qué actores participan?Lito Cruz -que es realmente maestro mayor de obras y conoce ese mundo lleno de metáforas que es la construcción- hace de un ingeniero. Nos metimos juntos en un montón de edificios fantasmas, esqueletos abandonados. Además están Alicia Bruzzo, Carlos Moreno, Héctor Bidonde, Hugo Arana, Marita Ballesteros y Alberto Segado, entre otros.¿Cómo se financian?Fernandes: Algunos de nosotros ponemos un poco de dinero. No quiero condicionamientos de un productor, aunque ya acechan como cuervos. Estoy filmando en formato digital y nos juntamos cuando podemos hacer coincidir nuestros tiempos libres. León: Yo estoy poniendo plata de mi bolsillo y Martín Rejtman (realizador de Silvia Prieto) se está moviendo para conseguir equipos. Voy grabando en video los ensayos para sacar borradores, ideas de iluminación. Pero no quiero acumular material para crear la película en la isla de edición, sino construir la relación de los dos personajes. La idea es ir construyendo el filme, que será en 16 milímetros, y estrenarlo como si fuera una obra de teatro, en una sala especial, no en un cine.¿Qué diferencias hay entre la escena viva del teatro y la fijación del cine?Fernandes: El teatro es más angustioso y más difícil porque cada vez es la primera, como en la vida. No podés legislar conductas, se escapa siempre. El cine es un viejo sueño, algo que siempre estuve por hacer y recién ahora puedo.León: Yo estudié cine pero terminé peleado porque no podía pagar la cuota. Me dediqué al teatro porque es más inmediato. Pero ahora quise volver a intentar.

Fuente: Clarín

viernes, 10 de septiembre de 1999

Franca Rame, Dario Fo y un show de mujeres al borde


“Dos mujeres” rescata dos de los “Ocho monólogos” que la duplapresentó en fábricas, clubes obreros y sindicatos de Italia.Anna Sabaté, la única intérprete, se luce en “La violación”.

Por Cecilia Hopkins

En los años 70, la italiana Franca Rame, actriz y esposa del actor y dramaturgo Dario Fo, presentaba un espectáculo llamado Ocho monólogos, que hacía girar incansablemente por fábricas, clubes obreros y sindicatos. En esos sketches irónicos y mordaces, teatralizaba diferentes situaciones en las cuales la mujer era siempre la protagonista de los abusos más variados, ya fuera en su propia casa, en la calle o en su lugar de trabajo. “La mujer pasota” y “La violación”, dos de esos monólogos escritos en colaboración por el controvertido matrimonio, forman el espectáculo Dos mujeres, que interpreta la actriz catalana Anna Sabaté, dirigida por el platense Jerónimo Casas, en virtud de un acuerdo de coproducción entre La Perversa Teatre de Barcelona y la Compañía de Teatro Cínico de La Plata.

Le toma un tiempo a la actriz comenzar a interpretar su primer personaje. Antes dispone los elementos a utilizar en el pequeño escenario, con la idea de diferenciar a la intérprete de la criatura de ficción. La acción de “La mujer pasota” transcurre en una iglesia, y el monólogo se desarrolla junto a un confesionario, desde el cual un cura acepta prestar sus “piadosos” servicios casi a regañadientes. La mujer en cuestión –creyente y comunista a un tiempo– da comienzo a su confesión remontándose a los tiempos en que era “un modelo de virtudes”. Hasta que las andanzas de su hijo, “un extremista de izquierdas”, la obligan a emprender un recorrido forzoso que incluye manifestaciones, drogas y experiencias en comunas hippies. Este tour la lleva, finalmente, a renegar de su familia: su nueva personalidad ya no está para aceptar las convenciones burguesas que sin saber había soportado la mayor parte de su vida.Sabaté encara el texto de modo convencional, poco asistida por un plan de puesta carente de interés visual. Dos mujeres levanta puntería recién en el segundo de los monólogos, “La violación”. La idea de optar por la inmovilidad y la ambigua sonrisa del personaje para detallar los pormenores de una violación múltiple (un hecho que aconteció realmente a Rame) fue un acierto. De este modo queda expuesta la potencia del relato sin golpes bajos, en toda su vehemencia acusadora.

Fuente: Página 12