jueves, 8 de enero de 1998

ARTISTAS Y COMPAÑIA: JORGE LEYES, DRAMATURGO El teatro y lo oculto

Está nominado al Trinidad Guevara, prepara una obra para el Cervantes y otra en coproducción con el San Martín. Además, publicó un horóscopo.

IVANA COSTA
Puedo fumar? Las fotos me ponen nervioso. Jorge Leyes fuma y distrae los nervios mirando el vitral de la confitería Las Violetas, delicioso rincón sustraído al paso del tiempo. Allí transcurre su obra Tenesy, que estrenará en marzo en el Cervantes. El protagonista de Tenesy es un poeta que dice ser el mismísimo Tennessee Williams, mientras una mujer lo desmiente e intenta extorsionarlo.En abril, Leyes puede alzarse con el premio Trinidad Guevara al mejor autor por Bar Ada, la obra que estrenó en el 97 en el San Martín y que fue la que más nominaciones (cinco) reunió para este premio. En julio pondrá en escena en El Callejón de los Deseos, y en coproducción con el San Martín, Fin de siglo Cabaret. Además está colaborando con Ernesto Korovsky y Gustavo Barrios en los guiones de Gasoleros. Pero a la hora de hacer el balance del año más productivo de su vida, es cauto.Es difícil hacer un balance: fue un año muy bueno para mí porque me está yendo bien, pero no sé si a la actividad le va bien.

¿Por qué lo decís?

Mirá, por cuestiones de trabajo estoy en contacto con una realidad muy dura: la de los artistas del circuito off. ­Es tanta su demanda de expresión, tanta la desesperación para que lo suyo tenga algún registro!

Leyes, entrerriano nacido hace 35 años en Chajarí, ya puede considerarse librado de la incertidumbre del artista cachorro. Hablando se le escapa un Cuando yo estaba en el supuesto off (dicho por él, queda eliminada toda sospecha de autobombo), y es cierto que no tiene mucho de off el que tiene varias ofertas desde el teatro oficial y escribe para la productora de Adrián Suar.En octubre, después de la publicación de un volumen colectivo, se deshizo el grupo Caraja-ji,

¿es una pérdida?

No. Creo que se disolvió en el punto justo. Lo que producíamos juntos necesitaba un cambio, los roles estaban un poco cristalizados, y yo también necesitaba encontrarme con mi laburo a nivel personal, porque a veces uno sabía de antemano que, al leer, Fulanito iba a decir que no y Menganito que sí.Y de Tenesy

¿qué opinó el grupo?

Hubo aplausos. ­Y ojo que no era habitual!

¿Por qué Tenesy transcurre en Las Violetas?

Porque cuando llegamos con mis padres a Buenos Aires vivíamos en el hotel Lezica, una pensión que está acá a la vuelta, donde mamá era la encargada. Eramos muy pobres y Las Violetas era un lugar de fascinación. Tenesy está llena de referencias a lugares que despertaban mi curiosidad en aquélla época: la Biblioteca Argentina para Ciegos que está sobre la calle Lezica, la Escuela Científica Basilio, y la Federación Argentina de Box, donde íbamos a ver peleas con mi viejo.

¿También ibas a la Escuela Basilio?

No, pero en la pensión vivía un tipo muy mugriento, Venancio, que siempre nos hablaba de su mujer. Mi mujer dice esto, Mi mujer dice aquello. Hasta que un día nos dimos cuenta de que no tenía mujer. Se había muerto. Y Venancio se comunicaba con ella en la Basilio.A Jorge Leyes lo atrae otro costado de lo oculto. Su tío Nene, el que lo llevaba al cine a ver Mary Poppins, el que le confiaba su álbum con recortes de Gina Lollobrigida, lo inició en la astrología. Hasta febrero, Leyes fue colaborador en los horóscopos de Sonia Larsen, y Editorial Alcaba publicó ahora su propio Horóscopo 98. Una cosa muy sencillita, predictiva, dice.

¿No es muy grande el contraste entre el dramaturgo y el astrólogo?

No hay contraste. Son dos vías de conocimiento y realización, y en las dos se trabaja con antiguos mitos. Shakespeare era astrólogo: las fuerzas que luchan en sus tragedias son fuerzas astrales. Yo también a veces las uso en mi escritura. Por ejemplo Ada, la protagonista de Bar Ada, es una escorpiana típica, que fulmina a su presa después de hacerle el amor.

¿Y el protagonista de Tenesy?

Supongo que debe ser un geminiano embaucador, caído en desgracia, pero que al final decide transformar su mentira en verdad y afrontar las consecuencias.

¿Qué te dice el horóscopo sobre el 98?

Tiene que ser un muy buen año. Porque a los cancerianos con ascendente en Libra como yo se nos va a activar un gran trígono en la Casa 6.

¿Cuál es la Casa 6?

La del trabajo.

Fuente: Clarín