A las 16, en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, la lucha de Virginia Ogando por encontrar a su hermano Martín
El llanto desconsolado de una niña la atrajo hacia la casa. La desconocida entró y sólo la vio a Virginia, con apenas tres años y los ojos rojos de tanto dolor. Su abuela Delia Giovanola la cobijó desde aquel tiempo en que fue rescatada por una vecina y poco se supo del paradero de sus padres. Él, Jorge Ogando era empleado bancario; su madre, Stella Maris Montesano, era abogada y estaba embarazada de ocho meses en el momento de la detención. Se supo que dio a luz a Martín el 5 de diciembre de 1976 en "el Pozo de Banfield" y desde ese momento la búsqueda no ha cesado.
Este testimonio ha quedado registrado en el nuevo trabajo documental que se ha denominado Hermanos de sangre, la búsqueda continúa llevado a cabo por el Área Audiovisual de la Facultad de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la Universidad Nacional de La Plata y tuvo su estreno el 5 de diciembre de 2008, en el Pasaje Dardo Rocha.
Sin embargo, esta tarde a las 16, esta producción audiovisual de 50 minutos tendrá su estreno en la Casa de la Provincia de Buenos Aires (Callao 237) donde disertará Estela de Carlotto. Luego habrá una función a las 17 abierta para todo público.
Bajo la dirección de Fabián Vittola, el documental expone una mirada histórica sobre la lucha que realizaron las Madres y las Abuelas de Plaza de mayo y sobre el legado que dejan.
El trabajo audiovisual vincula las historias personales con el nacimiento de Abuelas y la búsqueda de los niños nacidos en cautiverio. Se estima un número de 400 los niños, que aún hoy no han recuperado su identidad. Después de 34 años se ha hablado mucho sobre el tema, pero no ha sido suficiente porque Stella Maris y Jorge continúan desaparecidos y se desconoce el paradero de su hijo Martín.
Durante décadas fue Delia Giovanola, madre de Jorge, quien realizo las búsquedas. Hoy es Virginia quien la continúa. Ella habló con Diagonales sobre esta lucha que no ha cesado.
–¿Cómo fue tu primer contacto con Fabián Vittola (director)?
Virginia Ogando: –Él había ido a cubrir una conferencia de prensa, como cronista que era en ese entonces, con respecto a la búsqueda institucional que lanzó el Banco Provincia, junto con Abuelas, la CONADI y con la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia.
Se enteró con su trabajo de la historia de mis viejos y de la búsqueda. Me pide el teléfono y al poco tiempo me llama para reunirnos porque tenía una propuesta que era hacer el documental sobre mi familia y la búsqueda de mi hermano. Se hizo la presentación el 5 de diciembre del 2008 que es la fecha en que nació mi hermano.
–¿Qué fue lo que lo llevó a plasmarlo en un documental?
Fabián Vittola: –El testimonio era fuerte, y yo fui a hacer una cobertura como cronista, que era en ese momento. Me entusiasmó la idea de hacer algo pero más que nada que sirva como herramienta para ella, para Virginia. Lo charlé con la gente del área audiovisual de la Facultad de periodismo y nos pusimos de acuerdo con hacerlo sin dinero de por medio, sólo por la necesidad de uno de ayudar. Hacer algo que le sirva a Virginia, después de tantos años que hemos escuchado en La Plata lo que pasó durante la última dictadura y todo el trabajo realizado por las madres y abuelas de Plaza de mayo.
–¿El documental se basa en su historia y también en el nacimiento de Abuelas?
V. O: –Exactamente, porque mi abuela es una de las doce fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, entonces va mechando con la historia del comienzo de madres primero y después de Abuelas.
F. V: –En esa búsqueda, primero de los padres de Virginia y después del hermano, se fue construyó la historia, de madres y de abuelas. Ahora tenemos la idea de subir el documental a youtube, a las redes sociales para que lo visiten, para que la gente tome conocimiento de todo. La idea es que Martín se vea identificado a través de los medios de mayor difusión para encontrarlo.
–¿Tiene la sensación que su hermano vea el filme y se acerque?
–Sí, tengo la esperanza de que mi hermano vea el documental y se acerque. Y sino que se le instale la duda para que le genere inquitud.
Fuente: Diagonales
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