lunes, 26 de abril de 2010

Llegan tiempos de narices rojas

Quidam, del Cirque du Soleil

No sólo esta semana comienza la segunda edición del Festival de Circo y en apenas un mes llegará Quidam,del Cirque du Soleil, sino que sigue vigente la promesa del regreso del gran Sarrasani, con proezas para todos los gustos.

Por Verónica Pagés
De la Redacción de La Nacion

Con el comienzo -el próximo jueves- del 2° Festival de Circo se oficializa el tiempo de malabares, payasos, equilibristas y prestidigitadores en la ciudad. Si bien es cierto que el circo nunca se fue del todo ya no es fácil encontrarlo en el formato tradicional cobijado bajo la vieja carpa de ruta con carromatos y animales a su alrededor. Afortunadamente, las artes circenses supieron reinventarse, y ya desde hace varios años han vuelto camufladas en espectáculos "de cámara" (y no tanto) que concentran ese mágico espíritu que para muchos sigue siendo hipnótico.

Sólo hay que imaginarse cómo se sentirán sus seguidores estos próximos meses, que, sin duda, serán de ensueño, ya que el circo volverá a tener el lugar que, para muchos, nunca debió resignar.

Así, a los once días festivaleros hay que sumarles las múltiples funciones que se podrán ver de Quidam, el espectáculo "más teatral" del Cirque du Soleil, que llegará justo un mes después de la apertura del festival y que estará durante dos semanas en Vicente López. Y si todo sigue bien también en los próximos meses hará su desembarco el emblemático y casi centenario (fue fundado en 1912) Sarrasani. Su representante, Gustavo Bernstein, motorizó en febrero unas audiciones en las que convocaba a artistas circenses de todas las disciplinas, y estas últimas semanas trataba de cerrar un lugar para hacer sede con su megacarpa.

Otro arribo será el del tradicional Rodas, que luego de ganar un Premio Estrella de Mar en la temporada marplatense, y de su paso por la ciudad de Rosario, tiene previsto su desembarco local. Y los circos se siguen sumando con los espectáculos que aporta el Club de Trapecistas Estrella del Centenario, con los que siempre suma Gerardo Hochman y su troup (de hecho Travelling forma parte del festival) o con las ideas del Grupo Kukla que hoy por hoy tiene entre manos a Circo Fokus Bokus en la Cooperación.

"Creo que lo que pasa es que está emergiendo un trabajo que viene existiendo, que viene sucediendo desde las compañías o desde las escuelas amateurs que intentan profesionalizarse. No es otra cosa que recibir también una tendencia mundial en las renovaciones de las artes escénicas. Cada una tuvo su momento de renovación; la danza, el teatro le dieron su vuelta de tuerca al origen, pero el circo todavía no lo había hecho. Y me parece que ahora tenemos el privilegio de ser protagonistas de ese momento histórico de renovación que viene de la mano de un gran auge. Y el hecho de contar, además, con dos partenaires públicos como el gobierno de la ciudad y la universidad pública ?que toman la posta? nos va a hacer crecer aún más".

Las palabras de Gabriela Ricardes salen a borbotones de su boca. Hay euforia, alegría pero también nervios por los aviones europeos que "ojalá" despeguen en tiempo y forma tanto como para eludir la nube de cenizas como para llegar a horario a cada función. Ella es la codirectora ?junto a Mario Pérez? del 2° Festival de Circo que organiza el Ministerio de Cultura porteño y la coordinadora de la carrera Artes del Circo que hace dos años se abrió en la Universidad Nacional 3 de Febrero.

Para estar a tono con ese momento de renovación y vanguardia en esta edición del festival se pensó en hacer foco en la diversidad de formatos y de temáticas. "El circo, además de mostrar la proeza o la belleza, también cuenta, narra, y para eso puede ser apelando a un gran formato como en Caídos del cielo [de Les Studios de Cirque de Marseille] donde se elige que el cielo sea el techo de la carpa o el aire libre [como sucederá en el predio del Polo Circo el 1° y el 2 de mayo; con entrada libre]. De ahí se puede saltar a un pequeño circo de juguete [Le petit cirque, de Laurent Bigot], en el que un músico electrónico arma toda una función con juguetes reales amplificando su música en una pista de un metro y medio de diámetro". En esa enorme brecha habrá 22 espectáculos que congregan a 243 artistas llegados de Canadá, Finlandia, Italia, España, Suiza, Brasil y Francia que se suman a los elencos locales invitados a la fiesta.

Historias mágicas

Ellos serán los que poblarán de magia e historias no sólo las carpas de la sede del Polo Circo (en Garay y Combate de los Pozos) sino también el escenario del Teatro 25 de Mayo (Triunvirato 4444), la Alianza Francesa (Córdoba 936) y el Centro Cultural General San Martín (Sarmiento 1551). "La enorme diversidad de puestas en escena posibles y de temáticas nos obligaron a pensar en los espacio adecuados para cada espectáculo, y por eso abrimos el abanico y, por ejemplo, incorporamos el Teatro 25 de Mayo que acepta estéticas circenses emparentadas con la tradición escénica italiana como Odotustila de Finlandia y Pan Pot, de Francia; de la misma manera traemos un espectáculo que acepta sólo 120 espectadores (En mis brazos, de Francia) porque se trabaja con la proximidad con el espectador."

Esto es apenas una aproximación a lo que serán once días de fiesta circense que comenzará con Loft, un emblemático espectáculo del grupo canadiense Los 7 Dedos de la Mano. Se da por descontado la alta calidad no sólo por curiosear lo que en detalle se devela en la página del encuentro ( www.festivalpolocirco.gov.ar ) sino teniendo en cuenta la primera edición del festival que sorprendió y mucho.

"El amor que tengo por el circo contemporáneo no me aleja para nada del tradicional, de la que de verdad soy amante, pero no me sale, y no tiene que ver con una cuestión de contemporaneidad. Disfruto de verdad del lenguaje circense cuando está bien hecho, cuando tiene magia, cuando tiene proeza. El circo es una maravilla, es una herramienta para ser utilizada en muchísimas otras expresiones, y creo que atrae tanto a creadores de otras disciplinas porque su universo permite esa inclusión. No creo estar exagerando cuando digo que es el arte escénica del futuro porque allí todo está permitido, todo puede suceder. Cuando existe la proeza, el universo que le sigue es infinito y eso es, justamente, lo que este festival quiere expresar y compartir", concluye la directora del encuentro ancha de felicidad por los días por venir.

Fuente: La Nación

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