"SchultzundBielerundSteger"La 25ª edición del máximo encuentro de arte escénico cerró ayer. SchultzundBielerundSteger, la obra mendocina, tuvo su momento de gloria el viernes a la noche, a pesar de algunos cambios en la puesta.
Ramiro Ortiz
Era viernes a la mañana y el momento había llegado. Los nervios no cesaban, la función cada vez más cerca, el director Ariel Blasco y su grupo trabajaban desde temprano en la adaptación del espacio platense en el cual a la noche se vería la multipremiada SchultzundBielerundSteger.
Su título la ha hecho hacerse conocer en la jerga festivalera como “la obra de Matías Feldman”, “la del nombre largo y difícil” o simplemente “Schultz”, y generó una convocante expectativa que se satisfizo en una doble función en el Pasaje Dardo Rocha, el viernes por la noche.
Allí, esta propuesta mendocina que forma parte de la Fiesta Nacional del Teatro transformó durante 70 minutos la ciudad de La Plata en Hanover, Alemania, y la sumió en ese intrigante texto que discurre entre el policial y la comedia con comodidad.
La entrega de los artistas produjo la entrega del público, que disfrutó con risas y buen humor del comienzo para luego intentar descubrir las crecientes incógnitas de la trama que se va entreverando paso a paso.
Si bien la función estuvo un poco alejada del espectáculo que se puede apreciar en Mendoza, las diferencias no impidieron que los actores se desenvuelvan con naturalidad y hayan disimulado a la perfección esos nervios que, más relajados, confesaron luego de las funciones.
Pero es que motivos sobraban: en primer lugar era una ocasión más que especial por pertenecer a la grilla del encuentro teatral más grande de la Argentina.
Por otra parte, en contraposición con la estrecha Casa del Español (el espacio no convencional de Godoy Cruz en el que fue concebida la puesta), el escenario de la sala Dardo Rocha era sumamente amplio, por lo que las distancias cambiaban y los efectos sonoros y lumínicos perdían impacto. Y a esto se sumó que el trío no pudo presentarse en su formación original, ya que Patricia Christen al ser miembro del INT debió cederle su lugar a otra actriz mendocina, Andrea Simón.
Comparaciones aparte, Simón se integró con seguridad en su papel de Steger con los roles de Darío Martínez como Schultz y Claudia Racconto como Bieler.
Juntos generaron innumerables preguntas e interpretaciones de la obra que, a la salida, se escuchaban en diferentes grupos de espectadores que aún permanecían con enigmas sin resolver.
El misterio y la diversión fueron, entonces, lo que rodeó a la segunda obra mendocina que, junto con Querer a las hermanas, ofreció una pequeña muestra de la calidad de los trabajos escénicos que abundan en nuestra provincia. El viernes también se pudo disfrutar de la sanjuanina Domingo por la tarde y de la danza-teatro riojana con Lachrimae Camille.
La Fiesta Nacional del Teatro cumplió 25 años y concluyó su festejo ayer con las funciones de El Choque Urbano (cuya actuación en la apertura se había suspendido por lluvia), Soy solito, Don Cartone Sancho Lata y Musiquito, Nada del amor me produce envidia y el acto de cierre de la comedia municipal de Buenos Aires con Corazonada.
Fuente: UNO
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