Hoy, a las 21 en el Teatro Coliseo PodestáProtagonizada por la dupla André-Tobal y dirigida por Rodolfo Bebán
“Es una historia de amor de dos almas que se encuentran en un momento muy particular de sus vidas”, fue la presentación que hizo Eugenia Tobal de Quedate a desayunar, que protagoniza junto a Arnaldo André, y que cuenta con la dirección de Rodolfo Bebán.
El estreno a nivel nacional de la obra se producirá hoy a las 21, en el escenario del platense Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47) y luego, la pieza escrita por Ray Cooney y Gene Stone, comenzará una gira por toda la Argentina.
“Elegimos La Plata por muchos motivos: por un lado Rodolfo había simpatizado mucho con la ciudad porque varias veces que debutó lo hizo acá y le fue muy bien. Y por otro parte, yo fui uno de los que insistió porque es una ciudad que me atrae mucho, yo tengo lindos recuerdos, participé de una ópera en el Teatro Argentino. Creo que es el lugar ideal porque es una ciudad con cultura y con un público que va mucho al teatro. Venimos con muchas expectativas porque tenemos en nuestras manos una comedia muy divertida, con momentos de ternura y alguno dramático, como sucede en toda pareja”, aclaró André al ser consultado por la elección de la ciudad para el debut y dijo que está “convencido de tener un lindo espectáculo para ofrecerles a los espectadores de la República Argentina, tenemos un director talentosísimo y bueno… ella fue lo único que encontramos”, refiriéndose con humor a su compañera de elenco.
El actor resaltó la “excelente capacidad y conocimiento sobre el género” que tiene Rodolfo Bebán, quien conoce “muy bien los tiempos, las miradas, las pausas, el momento exacto que uno debe decir el texto para que el público nos premie con sus risas. Este es un trabajo que sólo los buenos directores de comedia como Rodolfo Bebán conocen”.
Eugenia Tobal contó que cuando la llamaron en enero de este año para participar del proyecto quiso leer “inmediatamente la obra” pero sin importarle demasiado lo que había adentro porque le bastó que le dijeran que iba a estar arriba del escenario con Arnaldo André y que Rodolfo Bebán sería el director. Igualmente, cuando leyó Quedate a desayunar le gustó porque “es una linda historia para contar, es una historia de amor de dos almas que se encuentran en un momento muy particular de sus vidas y me parece una pieza que está buena para que la gente se entretenga, la disfrute, se emocione y no piense más allá. Que solamente se entregue a transitarla como lo hacemos nosotros, con cariño, con amor y con diversión”.
De la pantalla a las tablas. Tanto Arnaldo André como Eugenia Tobal (aunque se sumó una vez comenzada la novela) formaron parte del elenco de Valientes, la ficción de Canal Trece más vista del año 2009. Él interpretaba al malísimo Laureano Gómez Acuña y ella era Andy, la hermana adoptiva de Leo (Luciano Castro) y la pareja de otro Sosa: Enzo (Gonzalo Heredia).
Cuando fue el turno del protagonista masculino de contar como le resultó el cambio de pasar de trabajar en una tira diaria y a pararse arriba de un escenario, aclaró: “Es un pasaje ideal, porque a muchos colegas les ha pasado que no tienen respiro y cuando terminan una novela tienen que empezar otra. Yo nunca lo he hecho, me he tomado mis meses, pero entonces el estado ideal es transitar por un programa de mucho éxito, tener una pausa y hacer que nuestro nuevo trabajo vaya por otro lado, que tenga que ver no sólo en este caso con el teatro, sino abordar un género diferente como es la comedia, porque esto que vamos a hacer con Eugenia no tiene nada que ver con Valientes”.
“Yo coincido porque a mí me ha pasado terminar una tira y arrancar otra. Me gusta mucho hacer tele, pero está bueno por momentos parar un poco, dar vuelta el timón y decir vamos por acá que nada tiene que ver con lo otro. Y es tan amplia la profesión que está bueno transitar los caminos diferentes y venir de un éxito es mejor porque te lleva”, agregó la actriz.
–¿Por qué Quedate a desayunar?
Arnaldo André: –Porque el personaje de Eugenia cae, inesperadamente por la noche, en mi casa y mi objetivo al principio es atenderla bien pero ella no me lo permite, entonces el segundo objetivo es rajarla, que desaparezca. Pero suceden cosas, entonces le propongo eso que se quede a desayunar y que después se vaya. Pero ese fue un gran error, porque a partir de ahí le cuesta deshacerse de ella. Hablo así porque no sé muy bien cómo termina la pieza, así que les recomiendo venir a verla.
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