El diputado socialista Ricardo Cuccovillo fue uno de los más aplaudidos cuando defendió el matrimonio entre personas del mismo sexo durante la maratónica sesión que se llevó a cabo entre ayer y hoy.
Ya entrada la noche, y a poco de que la Cámara de Diputados diera media sanción al proyecto de ley que modifica al Código Civil para permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo, el diputado socialista Ricardo Cuccovillo tomó la palabra y fue protagonista de uno de los momentos más emocionantes de la noche.
Para quienes seguían desde los palcos las intervenciones no fue una sorpresa el discurso de Cuccovillo. Sucede que el diputado acompaña los reclamos de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans desde hace tiempo, y no es la primera vez que al defender los derechos de los homosexuales se hace cargo de su situación familiar.
"Tengo tres hijos: dos varones y una mujer. Uno de mis hijos varones es gay, un ser humano que yo considero que tiene igualdad de derechos y de sentimientos que el resto de mis hijos”, dijo Cuccovillo al comenzar su exposición, lo que desató una catarata de aplausos desde las bancas y las galerías.
Su exposición fue una de las más emotivas, seguida en un silencio que sólo se interrumpía por aplausos y ovaciones. Al finalizar, muchísimos diputados de los bloques más diversos se acercaron a felicitarlo.
La exposición completa
Señor presidente: desde el bloque del Partido Socialista venimos a dar el total apoyo a este dictamen de mayoría, destacando fundamentalmente que este es un trabajo de nuestros compañeros, como el ex diputado Di Pollina y más recientemente la compañera Augsburger, fruto del esfuerzo y la militancia al servicio de la aprobación de esta iniciativa.
Estuve escuchando distintas exposiciones: me pareció importante la del señor diputado Felipe Solá, con la que estoy en total acuerdo por las emociones que me generó; rescato también la intervención del señor diputado Roy Cortina que dio fundamento a los irrefutables avances científicos, históricos y sociales del ser humano; la señora diputada Chieno abundó en datos estadísticos acerca de la vida familiar y el niño, y la señora diputada Puiggrós habló desde el conocimiento de las distintas construcciones de la vida familiar.
Algunos pensamos quizás que la vida transcurre siempre igual, pero la construcción social, el matrimonio y los estados son construcciones culturales, y no siempre fueron iguales. No fueron iguales hace treinta, cincuenta o cien años, y mucho menos hace doscientos o mil. Por lo tanto, cuando hablamos de la familia como una cuestión, eterna no es así; solamente sucede en las películas. Muchos diputados y diputadas han avanzado sobre las cuestiones de los derechos y la igualdad. Yo me pregunto qué aporte puedo hacer. La verdad es que quiero avanzar en mi condición de padre de un hijo gay, un hijo que entiendo que debe tener igualdad de derechos que el resto de mis hijos.
Tengo tres hijos: dos varones y una mujer. Uno de mis hijos varones es gay, un ser humano que yo considero que tiene igualdad de derechos y de sentimientos que el resto de mis hijos. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
El señor diputado Solá habló de hipocresía; por eso sentí que me identificaba mucho con su pensamiento y sus emociones. En general trato de no ser duro porque creo que las cuestiones culturales son muy difíciles de transformar, y entiendo a quienes no están de acuerdo con este proceso.
Conversando con algunos de mis compañeros les decía que la verdad es que hubiese querido que quienes hoy están en desacuerdo con este proyecto tuvieran mayores fundamentos desde lo científico, es decir, fundamentos concretos. Reconozco en muchos de mis colegas, quizás en todos, una gran sinceridad y una gran militancia en sus convencimientos, pero entiendo que no hay elementos científicos concretos ni emotivos que avalen su posición en la vida cotidiana.
Este hijo mío tiene los mismos derechos que el resto de la sociedad. Seguramente habrá muchos hijos, hermanos y padres que están en su misma situación. Cuando nos turnamos para cuidar a mi nieto, mi hijo mayor no piensa que el que irá a cuidarlo en los días que tenemos asignados es un tío gay que puede contagiar o deformar al niño. La verdad es que no siento que piense así. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Entonces, señoras diputadas y señores diputados, haciendo una referencia al respeto que tengo por las diferencias, porque entiendo que las culturas a veces tardan siglos en modificarse debido a que son muy resistentes, pienso que el matrimonio es una institución cultural armada por el ser humano y que se fue modificando a lo largo de los tiempos. Solamente hay que estudiarlo, hay que leerlo, hay que investigarlo y despojarse de ciertas cuestiones emotivas o fundamentalistas.
Es desde este punto de vista que quiero hablar: desde el punto de vista de la igualdad de derechos, de lo cotidiano. La señora diputada Satragno nos hablaba muy correctamente del sufrimiento de quienes viven esta situación, del sufrimiento de las familias. Yo me he encontrado con madres que tenían dificultades para expresar la situación de su hija o de su hijo.
Recientemente la madre de un activo dirigente gay, amiga mía, me contó que hace pocos años se encontró con esa realidad y le costaba enormemente aceptarla, pero seguramente le costaba más por el qué dirán desde afuera, por cómo podía ser juzgado desde afuera. Entonces, cuando decimos, por ejemplo, que si es gay es buen trabajador, estamos haciendo una discriminación, porque ese buen trabajador tuvo que hacer mérito desde la infancia para que no lo noten diferente y tuvo que sufrir desde la infancia… (Aplausos en las bancas y en las galerías.) …para cubrir las diferencias que pudiera haber tenido en una sociedad que lo discriminaba.
Por eso me parece que esto es un gran avance de la sociedad argentina hacia la igualdad.
Este debate serio que hemos dado en esta Cámara con quienes no están de acuerdo con esta iniciativa es un gran avance. Hoy puedo parafrasear a Alejandro Rossi, quien en la comisión decía algo así como “Hoy me siento un poco mejor porque creo que hemos avanzado; más allá de que pensemos distinto podemos sentirnos un poco más iguales.”
El bloque del Partido Socialista, respetando el trabajo que ha hecho Silvia Augsburger y el que hiciera Vilma Ibarra en el otro dictamen, así como el de tantos otros diputados y diputadas, adelanta su apoyo al dictamen de mayoría. (Aplausos prolongados. Varios señores diputados rodean y felicitan al orador.)
Fuente: Infobae
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