"Vivo" se llama su show. Un salto al vacío creativo. Va en la Ciudad Cultural Konex.
Por: Luciana Fava
Marcelo Savignone, el actor y creador de la puesta, acompaña con percusión la música que suena en la sala mientras el público se acomoda en sus butacas. Un baile tribal, primitivo y asociado con los orígenes de la actuación, marca la chispa inicial de la obra. Luego, un apagón. Y un nuevo comienzo.
La mecha de Vivo -el unipersonal de improvisación que presenta los sábados en el Konex - queda encendida. Savignone tendrá ahora por delante anticipar la modalidad del juego que propondrá para los próximos 50 minutos y presentar los relatos únicos e instantáneos, creados durante la función.
El escenario es absolutamente negro. Sólo hay un cubo de madera, simulando un placard, con máscaras colgadas en hileras. Elige una y explica que formulará preguntas al público, disparadoras de la trama. "Yo marco cuando ustedes tienen que participar. Es mejor empezar claro. Porque cuando las cosas están medio definidas hay problemas", dice. Un lugar y una situación serán las primeras guías.
A partir de allí sucederán personajes, con modos, voces, posturas físicas y fisonomías particulares. Siempre con una tendencia hacia lo cómico y grotesco, muy efectiva.
El gran apoyo expresivo son las máscaras de madera tomadas de antiguos modelos balineses, de tipo Bondres, realizadas especialmente, que cubren hasta los pómulos y dejan la boca descubierta. Según el rumbo que tome la historia, elegirá cuáles de ellas saldrán a escena.
Cada máscara resalta un rasgo físico particular. Rostros de pómulos y cejas exageradas, con nariz desproporcionada, labios gruesos u ojos desorbitados, entre otros, alternan su momento.
En la segunda parte, casi a oscuras y a cara descubierta, armará una nueva acción dramática, basada en los resabios de los estados anteriores, que todavía resuenen en el imaginario del actor y en los espectadores.
Savignone logra sostener un ritmo ágil y dinámico. Demuestra que sabe manejar el salto al vacío que implica el trabajo sin texto, los cambios repentinos de estado y la versatilidad en el discurso.
La imagen del espacio donde se exhiben las máscaras, diseñado por Lina Boselli, resulta atractiva y genera la curiosidad por conocer el resto de los personajes.
En cuanto a la iluminación, de Ignacio Riveros, crea un buen efecto la diferencia entre la primera parte del espectáculo, con luces directas sobre el actor, y el ambiente difuso del tramo final.
Savignone, en Vivo, plantea una propuesta clara. La cumple con soltura. Y, además, establece una sólida complicidad y empatía con el público.«
Información:
Las funciones de "Vivo", son los sábados, a las 20, 30. En la Ciudad Cultural Konex. Sarmiento 3131. Entradas, $ 30 y $ 40. El diseño de escenografía es de Lina Boselli, el asesoramiento en Máscaras de Alfredo Iriarte y el diseño de iluminación de Ignacio Riveros.
Fuente: Clarín
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