63ª edición del Festival de Cannes 2010Luis Martínez (Enviado especial)| Cannes
Hasta a Woody Allen le gusta el 3D. "Las mujeres tridimensionales ganan mucho", dijo hace unos días en la presentación de su última película en Cannes. Eso sí, su inclinación por las nuevas tecnologías está matizada. "En mi cine no lo veo, pero en la revista 'Playboy', perfecto". Dicho y hecho, el productor Marc Dorcel tomó las palabras del director neoyorkino a modo de inspiración y el pasado miércoles presentó en el hotel 3.14 de la Croisette la que quiere ser la primera producción erótica en Europa en todas las dimensiones que da la física: ancho, largo y, ya que estamos, profundo.
Dorcel es, desde 1975, uno de los mayores productores del continente de lo que él llama "cine para adultos de alta gama". Es decir, cine pornográfico realizado con dinero. Su empresa anunció en la Croisette su alianza con la firma 3Dlized, especializada en el mercado tridimensional, para producir películas para la tele. "Las televisiones en 3D ya existen. Ahora sólo falta que aparezcan los suficientes contenidos para que la gente se anime a comprarlas. Y en ésas estamos", manifestó el productor.
Según él, la industria de la pornografía, que, según la revista 'Forbes', ingresa al año cerca de 2.000 millones de euros, siempre ha estado a la cabeza de los avances técnicos y ahora no va ser menos. "Las primeras películas pensadas exclusivamente tanto para el VHS como para el DVD fueron eróticas. En el 3D haremos lo mismo". La idea de Dorcel es aumentar al máximo la "interactividad": "Por medio del pago por visión, el espectador podrá elegirlo todo: el decorado, sus personajes preferidos... Al fin y cabo, con el 3D el espectador pasa a ser parte activa de la película". Y tanto.
Fuente: El Mundo
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