jueves, 24 de junio de 2010

A sala llena, el Teatro San Martín festejó sus 50 años

El porteño Teatro San Martín celebró anoche su medio siglo de existencia con un espectáculo que trató de resumir su actividad, con algunos de sus intérpretes habituales y ante una sala Martín Coronado colmada y entusiasta. La fiesta se repetirá hoy y el martes 29 de junio a las 20, con entrada libre y gratuita.

El encuentro, que comenzó casi 30 minutos después de lo previsto –rompiendo por una vez la tradición de puntualidad de los teatros oficiales- buscó y encontró en la platea la adhesión y la identificación del público con el Teatro y sus artistas.

Fue coordinada por René Aure, con su impresionante maquinaria escénica a cargo de Héctor Calmet y tuvo dirección de José María "Cocho” Paolantonio.

Como dijo el director saliente Kive Staiff en su breve alocución final, "el Teatro San Martín es una construcción del pueblo de Buenos Aires”, una acertadísima propuesta y acaso una respuesta a los advenedizos que suponen que la cultura es cuestión de ganancias.

La noche comenzó con una interesante intervención de una solista del Ballet Contemporáneo del San Martín –su nombre no aparece en el programa de mano- con la sola utilización de una silla y frente al temible y metálico telón cortaincendios de la sala.

La acción tuvo modificaciones respecto del orden establecido previamente, algunos de los intérpretes no estuvieron en el escenario y asimismo se extrañó a figuras insignes del complejo, cuya presencia hubiera sido más que agradecida.

El teatro propiamente dicho comenzó con un pasaje de "Stéfano”, de Armando Discépolo, con Pepe Novoa y Roberto Castro, seguido por otro de "En familia”, de Florencio Sánchez, para el lucimiento de Aldo Barbero y Livia Fernán.

Siguieron un segmento de "Tres hermanas”, de Antón Chéjov, con las sensibles Stella Galazzi, Malena Solda y Malena Figó; otro de "El pan de la locura”, con Alejandro Awada y el joven Emiliano Dionisi, y uno de la beckettiana "Dar la vuelta”, de Griselda Gambaro, con unos desopilantes Ingrid Pelicori y Cutuli, bien secundados por Mariano Fernández.

Las actrices y cantantes Alejandra Radano y Sandra Guida –impagable dúo del musical "Chicago” (2001)- divirtieron junto al pianista Diego Vila con disparatadas versiones de "El choclo” y "Caminito”, en tanto el Grupo de Titiriteros dirigido por Adelaida Mangani llenó de aplausos la sala con su incombustible "El gran circo criollo”, del recordado Andrés Bufano.

El bandoneonista Rodolfo Mederos ofreció sensibles versiones de los tangos "Nunca tuvo novio” y "Sur”, aunque no se lo vio muy cómodo en el proscenio móvil que lo subió para luego hacerlo descender, algo parecido a lo sucedido con Villanueva Cosse y su personificación de "Galileo Galilei”, de Bertolt Brecht.

Se vio asimismo una escena de "El reñidero”, de Sergio De Cecco, a cargo de Alicia Berdaxagar y Sergio Surraco y otra de "Panorama desde el puente”, de Arthur Miller, con un ajustado Víctor Laplace y una acertadísima Rita Terranova.

Todo terminó con gran despliegue a cargo del Ballet Contemporáneo, dirigido por Mauricio Wairot, y su emblemática versión de "Carmina Burana”.

El entonces Teatro Municipal General San Martín, obra del arquitecto Mario Roberto Alvarez y su equipo, tuvo su inauguración formal en 1960, pero debió esperar un año para estrenar su espectáculo "Más de un siglo de teatro argentino”, una recorrida por los más notorios autores nacionales.

En aquel momento pisaron su gran escenario Iris Marga, Santiago Gómez Cou, Luisa Vehil, Mecha Ortiz, Luis Arata, Camilo Da Passano, Eva Franco, Guillermo Battaglia, Milagros de la Vega y Francisco Petrone, entre otros que ya son leyenda.

Fuente: Hoy

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