Cursó sus estudios secundarios en una escuela privada de San Bernardo, en el Partido de La Costa, pero se considera una defensora acérrima de la educación pública y gratuita. Apuesta a la unión de la izquierda política para “enfrentar al poder” y cree que los estudiantes son parte responsable a la hora de escribir la historia de un país. A los 25, y transitando el 4º año de la licenciatura en Economía, Daniela Ramos es la flamante presidente de la Federación Universitaria de La Plata (FULP). Pertenece a la Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas (COPA), fuerza que conduce los centros de estudiantes de Veterinaria y Agronomía, y es la segunda fuerza en Económicas.
La flamante presidenta de la FULP dialogó con Diagonales en la sede del Centro Cultural y Social Olga Vázquez (60 entre 10 y 11), donde pasó el feriado de ayer organizando las actividades que realizarán el sábado, cuando se cumplan 8 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
–¿Cuáles son los desafíos de la FULP este año?
–Hay tres ejes básicos que tienen que ver con la inclusión de los estudiantes en la Universidad: apertura del albergue estudiantil –que se aprobó hace más de dos años y no sabemos por qué pero aún no se abrió–, el boleto universitario y la defensa del comedor como un derecho adquirido por todos los estudiantes, por lo que rechazamos cualquier intento de segmentación a través de becas y de aumentos del menú. Además, luchamos por más presupuesto para la UNLP y por una reforma a la Ley de Educación Superior, porque disputamos el modelo de educación y de universidad que queremos.
No lo dice, pero hacia adentro de la Federación, el gran desafío de su gestión será lograr consensos con otros sectores de la izquierda estudiantil, que se negó a conformar un frente único. Y con los radicales de Franja Morada, que ganaron la secretaría General de la FULP y con cuyos militantes tienen diferencias políticas irreconciliables.
–¿Qué lectura hace de la división de la izquierda y del avance de Franja Morada?
–Era bastante visible la necesidad de recomponer el frente de conducción, pero, pese a que hay reclamos en los que coincidimos, sobre todo a nivel universitario, el resto de las fuerzas de izquierda no priorizaron la unión. Con la Franja Morada deberemos encontrar las formas de coordinar en la práctica las distintas propuestas de los estudiantes.
–¿Cómo se vincula con la política estudiantil?
–Cuando estaba en el secundario me tocó presenciar la crisis de 2001. Me preguntaba qué estaba pasando y por qué la gente salía a la calle y pedía que se fuera la clase política. Cuando ingresé a la facultad me sorprendió la gran ausencia de debate en las aulas. Fue ahí cuando comprendí que existe una responsabilidad que tenemos los estudiantes para modificar las lógicas conservadoras que imperan, por ejemplo, en esta facultad.
Ramos conducirá la FULP durante un año, en un frente que también componen los ex K, Libres del Sur.
Fuente: Diagonales
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