Desde Resistencia a La Plata, Sebastián Ibarra llega con sus sonidos litoraleños

Con formato de banda, el chaqueño se presenta este miércoles 23 de junio junto a la banda Monoural a las 21.30, en ciudad vieja

Desde que se lanzó como solista en el 2005, este chaqueño autodidacta tuvo la posibilidad de presentar sus dos producciones musicales que lo acompañan hasta el momento, Collage de Río y Palimay a lo largo del país. Esta noche, a las 21.30, en Ciudad Vieja (17 y 71) será testigo de los sonidos que Seba Ibarra conquista, melodías acústico e íntimo, combinando un eco litoraleño, pop acústico y folk actual.

–Esta noche también estarán junto a Monoural…

–Sí, vamos a estar presentando temas de los dos discos que grabamos Collage de río y Palimay, pero como estaremos con Monoural, no será una presentación demasiado extensa de nuestras canciones. Voy a presentar los dos discos y los temas que tienen más sentido presentar en el formato de banda, porque hay temas que son más tranquilos y los puedo presentar solo; pero en esta fecha vamos a aprovechar que tocamos en grupo y habrá temas que son más para ese formato de banda.

–¿Implica temas más rockeros?

–Sí, principalmente los temas que tienen más impronta rockera. A pesar de que todos tienen esa mezcla de la música litoraleña con el rock, vamos a tratar de que sean un poco más para arriba.

–¿Qué significa Palimay?

–Es el nombre de un personaje que lo sacamos de una muestra, de unos niños del Impenetrable que habían hecho una muestra de grabados y de pinturas y nosotros preguntamos qué significaba. Pero era sólo el invento de un niño y nosotros usamos eso para el disco. Necesitábamos el nombre de un personaje para el disco y lo sacamos de ahí.

–¿Por qué necesitaban un personaje para graficar el disco?

–El disco está hecho de diez temas donde había como un observador que iba circulando en una ciudad como la mía, como Resistencia, con ríos y lagunas por ahí cerca. Y necesitábamos el nombre de un personaje que uniera las distintas historias que íbamos a contar en el disco. Entonces, al principio, tiramos un par de nombres que eran un poco en broma pero que nos sirvieron para ir uniendo las distintas canciones y después, a lo último momento, encontramos este nombre, Palimay y este personaje vive en las distintas historias del disco. Era como algo bastante ambicioso de unir los diferentes temas del disco con un personaje. Que en algún punto se concreta y en otros queda liberado en la mente de cada uno.

–¿Cuáles fueron las condiciones previas a la grabación del disco?

–La guía principal era no irse mucho del estilo del disco anterior que tenía mucha impronta folclórica pero a su vez, adaptarse a que ya habíamos formado una banda y que esa banda sonaba con batería, que se notaba más las ideas de los otros, es un disco donde uno se da cuenta de eso, que viene con más rock que folclore, sin dejar de lado esa cosa de investigación que tiene el disco anterior. Se partía de eso, y de canciones que ya habían quedado afuera en el disco anterior, pero que tenían que estar. Si bien, los dos discos tienen esa cosa de retratar paisajes, el primero retrata esas cosas del río y este segundo, un poco de la ciudad, algo más urbano, y al ser más urbano necesitaba también esa cosa de banda.

–¿Habrá un nuevo disco?

–Sí, pero para más adelante. Todavía hay que armar las canciones. Después vienen los temas, las grabaciones caseras, después ir a un estudio y después grabarlo hasta que aparezca el disco. Creo que para fin de año por lo menos tendrían que estar las canciones terminadas y empezar a grabar para terminar el 2011 con un tercer disco.

–¿Siempre trabaja en conjunto con la banda?

–Sí, yo escribo las canciones y después cada uno realiza los arreglos con bastante independencia. A veces convocamos a otros músicos que tienen una característica especial como pasó con Lucas Monzón que es un acordeonista del Chaco que participó de los dos discos y es el que maneja mejor el código folclórico tradicional; y por otra parte entiende muy bien lo que estamos haciendo nosotros. Su aporte es muy importante, y además el acordeón da un toque de calor litoraleño.

Fuente: Diagonales