16-06-2010 / Hoy, a las 19, el reconocido artista argentino inaugura su exposición en el Macla
Jorge Roiger no necesita presentación. Es uno de los artistas referentes del movimiento conocido como Informalismo argentino, que surgió a partir de 1959 y él mismo recordó cuando Alberto Greco lo llamó y le dijo "ya tenemos un fotógrafo informalista en el grupo".
A partir de las 19 de hoy, los platenses podrán disfrutar del arte de Roiger, que en charla con Diagonales antes de la inauguración de su muestra en el Macla (50 entre 6 y 7, sala 8) contó que traerá a la ciudad sus trabajos "más recientes": son obras desde el 2007 hasta esta parte. Se va a ver todo lo último que hice, porque durante muchos años había abandonado las artes plásticas por razones que serían un poco largas de explicar".
–¿Cómo vive, a esta altura de su carrera, el armado de una muestra?
–Yo estuve muchos años ausente sin hacer nada, porque me había metido en un camino distinto a lo que yo hacía, que es el abstracción informalista, y me había puesto a hacer surrealismo y todo eso, que lo hacía muy bien y lo vendía muy bien también. Entonces creí que había encontrado un camino y me había equivocado, entonces un día decidí ser honesto conmigo y dije "voy a dejar un tiempo" y dejé como 15 años. Hasta que a fines del 2006 me encontré con Luis Wells en la estación de Retiro. Fue una alegría bárbara porque hacía años que no nos veíamos y me invitó a almorzar y me dijo: "Tenés una historia, figurás en los libros, figurás en la historia del arte argentino y ¿vas a tirar todo por la borda por que se te cantó? Fueron sus palabras textuales. Después me dijo "prepará obras y vamos a ver en que lugar las exponés" y al poco tiempo tenía 30 obras listas y me mandó a ver a Liliana Piñeiro, que era la directora del Centro Cultural Recoleta. La fui a ver y cuando entré me estaba esperando y me dijo "bienvenido al ruedo" y me dieron una sala. El 5 de julio de 2007 inauguré la muestra y desde ese momento estoy en carrera nuevamente. Estoy trabajando muchísimo y en esta oportunidad quise mostrar los trabajos de 2007 y 2008 porque pienso que son importantes para que se vea el proceso de desarrollo de todo, hasta la actualidad.
–¿Quiso cambiar porque se sentía encasillado en el informalismo?
–No, yo pensé que aquello había sido un movimiento para ese momento y que después se terminaba, pero no es así, porque después otros pretendieron hacer lo mismo y no lograron los resultados que lográbamos nosotros. Y la prueba está con lo que se va a ver en el Macla, se van a dar cuenta que lo mío es auténtico, es lo que yo siento, es la abstracción informalista.
Cuando habla de su trabajo, Jorge Roiger reconoce que tiene el mismo entusiasmo de sus inicios, aunque de inmediato se corrige y asegura "tal vez ahora es más importante porque tengo más conciencia de lo que hago, y en aquella época no era tan conciente". Y sobre sus obras dice "hay que mirarlas y o gustan o no. No hay nada que explicar en esto, si hay que explicar no sirve. El arte si hay que explicarlo no sirve, o te conmueve o te conmociona de alguna manera o no te transmite nada".
–¿Usted se define como artista o fotógrafo? ¿O piensa que la primera abarca a la segunda?
–Las dos cosas: yo hago fotografías informales porque la historia mía justamente reside en eso. Cuando me descubren los del movimiento informalista argentino, Alberto Greco me incluyó y me invita a integrarme al grupo. Yo estaba haciendo una muestra de fotografías que yo llamaba abstractas, y me dijo "ya tenemos un fotógrafo informalista en el grupo". A partir de ahí, Antonio Seguí me enseñó a pintar porque dijo que esas imágenes las tenía que pintar y así empecé y hasta ahora sigo. Y aunque tuve ese gran bache, pienso que me recuperé bien.
–¿Cree que puede hacer un balance de su carrera con todo lo que recorrió?
–No sé si un balance, podría sacar una conclusión: que no tendría que haber dejado nunca. Luis Felipe Noé me hace la presentación en Recoleta en 2007 porque medio que se sintió culpable porque había hecho un manifiesto diciendo algo así como que la pintura ya no tenía más sentido, y medio que yo me plegué. Entonces, con culpa me hizo la presentación con palabras muy lindas (N.de R.: "hace cuarenta y ocho años que admiro el trabajo fotográfico informalista de Jorge Roiger como si fuesen magníficas pinturas. Greco vio las obras de Roiger como pinturas más allá del procedimiento utilizado, pero a su vez, el hecho de que fueran fotografías constituía su originalidad metodológica", Luis Felipe Noé). Y pienso que ahora estoy descubriendo nuevas cosas, haciendo mezclas de cosas abstractas con otras cosas abstractas, estoy trabajando como loco.
Y como si hiciera falta algo más, Roiger aclaró que "la muestra no tiene título, pero si le tuviera que poner uno le pondría Fotopinturas, porque la mayoría son fotografías, pero parecen pinturas".
Fuente: Diagonales
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