En el Centro Cultural Islas Malvinas
26-06-2010 / Se trata del primer trabajo de Clarisa Gogenola, que se exhibirá hasta el 22 de julio
El pasado viernes quedó inaugurada la muestra fotográfica Invisibles, un documental que retrata a la comunidad de trabajadores de una plantación, a sus hijos y a aquellos seres que, para gran parte de la sociedad, "no existen", según las palabras de su gestora, Clarisa Gogenola.
A través de la mirada de esta artista, el Centro Cultural Islas Malvinas (17 y 51) brinda el espacio hasta el 22 de julio para que más de 26 retratos sean exhibidos en sus instalaciones y otras tantas fotografías sean admiradas por los visitantes del MUGAFO.
"Esta selección de imágenes intenta ser una mirada particular sobre la cotidianeidad que nos rodea, volver perceptible lo imperceptible. Fue en la búsqueda de esa mirada original y arriesgada que me topé con Los Invisibles, aquellos hombres que transitan el día a día, que recorren las polvorientas calles del ámbito rural, que trabajan dejando las huellas del sol y del frío. Son aquellos hombres que levitan como seres espirituales, seres invisibles al egoísmo de sus hermanos latinoamericanos, que están llenos de afectos, de historia, de un complejo entramado de relaciones, que este trabajo busca plasmar", comentó Gogenola a Diagonales.
–¿Todos los retratados son de los "invisibles"?
–Sí, aquellas personas que he retratado pero que son invisibles para la sociedad, porque no tienen un rol importante para la comunidad, o mejor dicho, la sociedad los ignora. Invisibles por eso.
–¿Fue un trabajo paulatino o propio para esta ocasión?
–Siempre me gustó hacer retratos y ya en años anteriores, la directora de la escuela con la que también trabajé en Bavio, me había invitado a retratar a los quinteros porque ella tiene mucho contacto con la gente de las quintas. Habíamos estado mirando un poco el panorama y yo me había quedado enganchada con el tema. Cuando me decidí a hacer el trabajo empecé a ver si me gustaba, comencé a ir a las quintas, después me enganché para ir a la escuela, seguí compartiendo momentos con la gente y retratándolos.
En la muestra colgamos lo que es el trabajo en la quinta y pusimos cajones para la exposición con el resto de las fotos que quedaron sin colgar.
–¿Cómo artista qué buscó rescatar con este trabajo?
–Esta muestra intenta ser un reflejo de cómo resiste una institución, de cómo resiste la escuela pública, alejándola poco a poco de su rol educativo, para volverla cada vez más un centro de contención, un comedor, un lugar donde los niños encuentran los brazos de la solidaridad necesarios, para huir del mundo del trabajo de sus padres, donde la explotación y la marginación, los asechan. Además esta selección de imágenes busca construir un nuevo espacio para la memoria, para analizar, debatir y actuar con mejor criterio los actos comunes de nuestra realidad, esa realidad que compartimos con otros tantos ciudadanos y que muchos ignoran.
Los invisibles son aquellos hombres que diariamente vemos pero nunca nos detenemos a mirar. Y con esta muestra intento detener estas imágenes, el tiempo, congelar sus miradas y observarlos. Que podamos descubrir a partir de ello, miles de situaciones posibles como la historia de los pueblos originarios que llevan en sus espaldas.
–¿Y a nivel personal?
–Significa mucho a nivel personal. Conocer a esta gente, ver otra realidad, y además si yo se lo puedo mostrar a otra gente, hacerlo visible y a la gente le genera algo, es demasiado. Está buenísimo poder mostrar lo que yo hago.
–¿Cuántas fotografías expone?
–Hay veintiséis fotos colgadas y en los cajones hay alrededor de cincuenta. Las fotos son de 20 x 30 y están montadas en 37 x 50.
–¿Tiene pensado seguir con otro tipo de exposición?
–La muestra está pautada para estar abierta durante un mes. Y mi idea es seguir sacando fotos, porque es lo que me gusta, mi vocación. Me gusta mucho hacer retratos y tocar el tema de la pobreza y la exclusión y si se diera la posibilidad de seguir exponiendo, encantada, lo seguiré haciendo siempre y cuando las posibilidades económicas me lo permitan.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-96414-medios-122-Invisibles-una-muestra-fotografica-para-pensar-sobre-la-realidad-que-nos-asedia.html
26-06-2010 / Se trata del primer trabajo de Clarisa Gogenola, que se exhibirá hasta el 22 de julio
El pasado viernes quedó inaugurada la muestra fotográfica Invisibles, un documental que retrata a la comunidad de trabajadores de una plantación, a sus hijos y a aquellos seres que, para gran parte de la sociedad, "no existen", según las palabras de su gestora, Clarisa Gogenola.
A través de la mirada de esta artista, el Centro Cultural Islas Malvinas (17 y 51) brinda el espacio hasta el 22 de julio para que más de 26 retratos sean exhibidos en sus instalaciones y otras tantas fotografías sean admiradas por los visitantes del MUGAFO.
"Esta selección de imágenes intenta ser una mirada particular sobre la cotidianeidad que nos rodea, volver perceptible lo imperceptible. Fue en la búsqueda de esa mirada original y arriesgada que me topé con Los Invisibles, aquellos hombres que transitan el día a día, que recorren las polvorientas calles del ámbito rural, que trabajan dejando las huellas del sol y del frío. Son aquellos hombres que levitan como seres espirituales, seres invisibles al egoísmo de sus hermanos latinoamericanos, que están llenos de afectos, de historia, de un complejo entramado de relaciones, que este trabajo busca plasmar", comentó Gogenola a Diagonales.
–¿Todos los retratados son de los "invisibles"?
–Sí, aquellas personas que he retratado pero que son invisibles para la sociedad, porque no tienen un rol importante para la comunidad, o mejor dicho, la sociedad los ignora. Invisibles por eso.
–¿Fue un trabajo paulatino o propio para esta ocasión?
–Siempre me gustó hacer retratos y ya en años anteriores, la directora de la escuela con la que también trabajé en Bavio, me había invitado a retratar a los quinteros porque ella tiene mucho contacto con la gente de las quintas. Habíamos estado mirando un poco el panorama y yo me había quedado enganchada con el tema. Cuando me decidí a hacer el trabajo empecé a ver si me gustaba, comencé a ir a las quintas, después me enganché para ir a la escuela, seguí compartiendo momentos con la gente y retratándolos.
En la muestra colgamos lo que es el trabajo en la quinta y pusimos cajones para la exposición con el resto de las fotos que quedaron sin colgar.
–¿Cómo artista qué buscó rescatar con este trabajo?
–Esta muestra intenta ser un reflejo de cómo resiste una institución, de cómo resiste la escuela pública, alejándola poco a poco de su rol educativo, para volverla cada vez más un centro de contención, un comedor, un lugar donde los niños encuentran los brazos de la solidaridad necesarios, para huir del mundo del trabajo de sus padres, donde la explotación y la marginación, los asechan. Además esta selección de imágenes busca construir un nuevo espacio para la memoria, para analizar, debatir y actuar con mejor criterio los actos comunes de nuestra realidad, esa realidad que compartimos con otros tantos ciudadanos y que muchos ignoran.
Los invisibles son aquellos hombres que diariamente vemos pero nunca nos detenemos a mirar. Y con esta muestra intento detener estas imágenes, el tiempo, congelar sus miradas y observarlos. Que podamos descubrir a partir de ello, miles de situaciones posibles como la historia de los pueblos originarios que llevan en sus espaldas.
–¿Y a nivel personal?
–Significa mucho a nivel personal. Conocer a esta gente, ver otra realidad, y además si yo se lo puedo mostrar a otra gente, hacerlo visible y a la gente le genera algo, es demasiado. Está buenísimo poder mostrar lo que yo hago.
–¿Cuántas fotografías expone?
–Hay veintiséis fotos colgadas y en los cajones hay alrededor de cincuenta. Las fotos son de 20 x 30 y están montadas en 37 x 50.
–¿Tiene pensado seguir con otro tipo de exposición?
–La muestra está pautada para estar abierta durante un mes. Y mi idea es seguir sacando fotos, porque es lo que me gusta, mi vocación. Me gusta mucho hacer retratos y tocar el tema de la pobreza y la exclusión y si se diera la posibilidad de seguir exponiendo, encantada, lo seguiré haciendo siempre y cuando las posibilidades económicas me lo permitan.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-96414-medios-122-Invisibles-una-muestra-fotografica-para-pensar-sobre-la-realidad-que-nos-asedia.html
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