Los andamios en su fachada llevan años y tienen mucho tiempo más de vida Foto:LA NACION / Andrea Knight
Falta mucho para que esté en condiciones óptimas
Ayer se presentó el cuadro de situación de las obras a realizar en el edificio
A dos días de que el gobierno porteño anunciara el nuevo plan de obras para la renovación edilicia y actualización tecnológica del Teatro San Martín, el gobierno nacional dio un paso similar en relación con el Teatro Cervantes. "Ni sabía, ¿se anunció el plan de obras para el San Martín? Quizás ellos sabían que nosotros íbamos a anunciar este nuevo paso. De todos modos, nos pone contentos", dijo a LA NACION Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación, apenas concluyó el acto que tuvo lugar en el Salón Dorado del Cervantes, y que contó con la presencia del embajador de España, Rafael Estrella; el director del Teatro, Rubens Correa; y el director nacional de Patrimonio y Lugares Históricos, el arquitecto Alberto Petrina.
Durante el encuentro con la prensa, el embajador entregó a Coscia las cuatro cajas que contienen los estudios previos, relevamiento y diagnóstico de situación del edificio inaugurado el 5 de septiembre de 1921. El estudio fue elaborado por la empresa argentina Comsa SA.
"Hoy es un día muy importante porque en esas cuatro cajas está la hoja de ruta a seguir", dijo el embajador de España, representante clave de este complicado entramado, ya que el gobierno que él representa es una pieza clave, aun en términos de financiación, para que el Cervantes recupere su mejor cara.
"Podremos discutir la velocidad del proceso, pero este proceso está bien planteado porque el diagnóstico es claro. Esa etapa que acaba de terminar, mal hecha, no sirve. La seriedad del proyecto está dada porque hay gente honesta involucrada en este trabajo y por los cuadros que la Secretaría de Cultura aportó para este proceso. Esa es la etapa que cerramos hoy y, con este diagnóstico, llamaremos a los anteproyectos. Una vez que tengamos eso, cosa que sucederá en diciembre de este año, pasaremos a la primera etapa definitiva, que será desarrollar los proyectos y elaborar sus presupuestos y su plan de obra. Quienes nos preguntan cuándo comienzan las obras o cuánto costarán no comprenden la dinámica de lo que estamos haciendo. Todo eso dependerá de los proyectos y de cómo planifiquemos esto de acuerdo con el sentido común y la lógica de funcionamiento del teatro", agregó el funcionario.
Largo y corto plazo
Paralelamente a este complicado proceso, se están realizando obras que hacen al funcionamiento del teatro mismo. Algunas de ellas no afectan al edificio, que fue declarado Monumento Histórico de la Nación en 1995. Por ejemplo, la entrada de personal que da a la avenida Córdoba, y que estaba en un lamentable estado, hoy está casi terminada. El costo de esa obra fue de 500.000 pesos. En ese orden, el mes próximo se realizará el llamado a licitación para el reemplazo de las calderas del Cervantes. El costo total de este nuevo emprendimiento se estima que será de 850.000 pesos.
El arquitecto Alberto Petrina agregó que durante este extenso proceso de renovación edilicia puede ser que algunas salas del Cervantes tengan que cerrarse al público. Pero sí dejó en claro, mientras Coscia cruzaba los dedos, que no es la voluntad de las autoridades cerrar la sala en su totalidad, como sí sucedió en el Colón.
Comsa S.A., la empresa que presentó el informe, se adjudicó el trabajo gracias a una licitación por invitación convocada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). "Básicamente lo que se encontró es un teatro desactualizado en lo que hace a lo tecnológico, algo parecido a lo que sucedía en el Colón. La comparación con el Colón es muy cercana, aunque sean salas con características, funciones y estilos arquitectónicos distintos", apuntó Petrina, también presidente de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, junto a Elina Tassara, una prestigiosa arquitecta que participó en la restauración de la Capilla Sixtina y que ahora es una de las voces encargadas de la restauración de la única sala en todo el país que depende del gobierno nacional.
Petrina también aclaró que la Comisión Nacional de Monumentos no intervendrá en la elección del proyecto ganador para encarar tamaña obra, pero que sí tendrá intervención en la palabra final, algo especificado en la ley 12.665.
Cuando esté el proyecto elegido se verá el monto total a invertir y de cuánto será el aporte del gobierno español, parte fundamental de este trabajo. El acuerdo entre el gobierno hispano y el argentino se firmó en abril del año pasado. Fruto de ese acuerdo se formó una comisión mixta que es la que estuvo trabajando hasta el momento. En aquella oportunidad se anunció que el gobierno español destinaba unos 300.000 euros en esta primera etapa, mientras que el gobierno nacional aportaba salarios de especialistas, restauradores y técnicos especializados.
De acá en adelante, una vez que esté adjudicado el proyecto ganador, se evaluarán el costo total y los porcentajes de inversión que corresponderán a cada parte involucrada. O sea que, por un buen rato, seguiremos viendo en la fachada del Cervantes esos andamios que están ahí desde hace años.
A lo sumo, la buena noticia de ayer es que la sala aparenta tener una buena radiografía para poder elaborar un buen diagnóstico de un edificio que, por causa de una sistemática falta de inversión estatal, nos muestra su cara más penosa.
Fuente: La Nación
Alejandro Cruz
Falta mucho para que esté en condiciones óptimas
Ayer se presentó el cuadro de situación de las obras a realizar en el edificio
A dos días de que el gobierno porteño anunciara el nuevo plan de obras para la renovación edilicia y actualización tecnológica del Teatro San Martín, el gobierno nacional dio un paso similar en relación con el Teatro Cervantes. "Ni sabía, ¿se anunció el plan de obras para el San Martín? Quizás ellos sabían que nosotros íbamos a anunciar este nuevo paso. De todos modos, nos pone contentos", dijo a LA NACION Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación, apenas concluyó el acto que tuvo lugar en el Salón Dorado del Cervantes, y que contó con la presencia del embajador de España, Rafael Estrella; el director del Teatro, Rubens Correa; y el director nacional de Patrimonio y Lugares Históricos, el arquitecto Alberto Petrina.
Durante el encuentro con la prensa, el embajador entregó a Coscia las cuatro cajas que contienen los estudios previos, relevamiento y diagnóstico de situación del edificio inaugurado el 5 de septiembre de 1921. El estudio fue elaborado por la empresa argentina Comsa SA.
"Hoy es un día muy importante porque en esas cuatro cajas está la hoja de ruta a seguir", dijo el embajador de España, representante clave de este complicado entramado, ya que el gobierno que él representa es una pieza clave, aun en términos de financiación, para que el Cervantes recupere su mejor cara.
"Podremos discutir la velocidad del proceso, pero este proceso está bien planteado porque el diagnóstico es claro. Esa etapa que acaba de terminar, mal hecha, no sirve. La seriedad del proyecto está dada porque hay gente honesta involucrada en este trabajo y por los cuadros que la Secretaría de Cultura aportó para este proceso. Esa es la etapa que cerramos hoy y, con este diagnóstico, llamaremos a los anteproyectos. Una vez que tengamos eso, cosa que sucederá en diciembre de este año, pasaremos a la primera etapa definitiva, que será desarrollar los proyectos y elaborar sus presupuestos y su plan de obra. Quienes nos preguntan cuándo comienzan las obras o cuánto costarán no comprenden la dinámica de lo que estamos haciendo. Todo eso dependerá de los proyectos y de cómo planifiquemos esto de acuerdo con el sentido común y la lógica de funcionamiento del teatro", agregó el funcionario.
Largo y corto plazo
Paralelamente a este complicado proceso, se están realizando obras que hacen al funcionamiento del teatro mismo. Algunas de ellas no afectan al edificio, que fue declarado Monumento Histórico de la Nación en 1995. Por ejemplo, la entrada de personal que da a la avenida Córdoba, y que estaba en un lamentable estado, hoy está casi terminada. El costo de esa obra fue de 500.000 pesos. En ese orden, el mes próximo se realizará el llamado a licitación para el reemplazo de las calderas del Cervantes. El costo total de este nuevo emprendimiento se estima que será de 850.000 pesos.
El arquitecto Alberto Petrina agregó que durante este extenso proceso de renovación edilicia puede ser que algunas salas del Cervantes tengan que cerrarse al público. Pero sí dejó en claro, mientras Coscia cruzaba los dedos, que no es la voluntad de las autoridades cerrar la sala en su totalidad, como sí sucedió en el Colón.
Comsa S.A., la empresa que presentó el informe, se adjudicó el trabajo gracias a una licitación por invitación convocada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). "Básicamente lo que se encontró es un teatro desactualizado en lo que hace a lo tecnológico, algo parecido a lo que sucedía en el Colón. La comparación con el Colón es muy cercana, aunque sean salas con características, funciones y estilos arquitectónicos distintos", apuntó Petrina, también presidente de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, junto a Elina Tassara, una prestigiosa arquitecta que participó en la restauración de la Capilla Sixtina y que ahora es una de las voces encargadas de la restauración de la única sala en todo el país que depende del gobierno nacional.
Petrina también aclaró que la Comisión Nacional de Monumentos no intervendrá en la elección del proyecto ganador para encarar tamaña obra, pero que sí tendrá intervención en la palabra final, algo especificado en la ley 12.665.
Cuando esté el proyecto elegido se verá el monto total a invertir y de cuánto será el aporte del gobierno español, parte fundamental de este trabajo. El acuerdo entre el gobierno hispano y el argentino se firmó en abril del año pasado. Fruto de ese acuerdo se formó una comisión mixta que es la que estuvo trabajando hasta el momento. En aquella oportunidad se anunció que el gobierno español destinaba unos 300.000 euros en esta primera etapa, mientras que el gobierno nacional aportaba salarios de especialistas, restauradores y técnicos especializados.
De acá en adelante, una vez que esté adjudicado el proyecto ganador, se evaluarán el costo total y los porcentajes de inversión que corresponderán a cada parte involucrada. O sea que, por un buen rato, seguiremos viendo en la fachada del Cervantes esos andamios que están ahí desde hace años.
A lo sumo, la buena noticia de ayer es que la sala aparenta tener una buena radiografía para poder elaborar un buen diagnóstico de un edificio que, por causa de una sistemática falta de inversión estatal, nos muestra su cara más penosa.
Fuente: La Nación
Alejandro Cruz
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