lunes, 12 de abril de 2010

“Vivimos tiempos de lobotomía creativa”

Autodefinido. Posca dice que marcó un camino con el tranoche en el teatro comercial.

Entrevista con Favio Posca

Dice que en su nuevo show, Bad Time Good Face, opina desde la risa, con personajes nuevos, sobre lo que ve. Va en las trasnoches del Maipo.

“Poneme Chinatown”, le grita Favio Posca al operador de la consola del Teatro Maipo, mientras le explica por celular a su hijo Rocco que “papá va a hacer unas notas ahora”. Se para sobre el escenario y el enjambre de fotógrafos se acomoda en busca del mejor ángulo. China sobre su cara. O algo así. Imágenes de edificios orientales, latas de bebidas con inscripciones en chino y un Godzilla del original recorren su figura. La imponente proyección es una de las que arma el marco escenográfico de “Bad Time, good face”, séptimo show de este hiperquinético artista.

“Tiene una puesta visual muy grossa, con Lacroix en imágenes, y a eso se le suma a todo lo que soy como actor y como músico. Hay también otros músicos: están Los Dulces y está Matias Mango, que forma parte de Gigi, la banda que me armé con el Zorrito”, adelanta Posca y se nota que se disfruta, se sale de sí del entusiasmo de su nueva propuesta. Dice que es un show “ultramusical”, que incluye 16 canciones, que canta en vivo y que todavía le quedan muchas ganas de seguir tocando con Gigi.

-¿Cómo trabajaste “Bad Time, good face”?

-Tuve la necesidad de salir de un estado hipnótico que no me favorecía. Creo que a ningún argentino le favorece perder el tester de calidad, ver qué está bien y qué está mal. Cómo dice uno de los personajes: “Cualquiera puede hablar cualquier cosa y a los dos días, si le dan una cámara, ya es tomado como algo importante”. Estamos medio perdidos. Hay una “sociedad-rebaño” que va y compra lo que le dan sin importarle demasiado.

-¿Cuál es el mal tiempo al que hay que ponerle buena cara?

-Vivimos un momento de lobotomía creativa. La inquietud de años atrás por escuchar buena música, por avanzar en la profesión, se ha perdido. Hay una especie de resignación. Están todos muy en su quinta, tratando de sobrevivir a estos tiempos de violencia, poca guita, hambre y miseria. Yo, como artista, desde la risa, bajo una opinión importante de todo lo que veo que está pasando. Por eso, “Bad time, good face”. Sin abandonar la lírica de la narración, la locura y la deformidad de mis personajes, en este show me meto más a opinar acerca de lo que veo.

-¿Y vos en qué tiempo personal estás?

-En un tiempo supercreativo, haciendo música. Pude salir de esta cosa lobotomizada que también me agarró. Pero lo interesante es no quedarse en la crítica. Yo propongo un show de dos horas, movilizador. La crítica destructiva y de charla de café no la comparto. Si criticás, proponé algo, aunque no esté bueno.

Las criaturas tiernas y marginales de Posca, se dan el gusto de debutar en la glamourosa sala del Maipo. Es también el regreso de Pitito, tras su destierro del living de Susana Giménez debido a los reclamos de la Asociación de Ayuda a la Persona que Padece Esquizofrenia y su Familia.

-¿Hay nuevos personajes?

-Sí, va a haber nuevos personajes. Y obviamente también está El perro, porque hace muchos años que debería haber estado en el Maipo.

-¿Y Pitito?

-Pitito tiene un acontecimiento a partir de lo que fue la censura que sufrí. Digo que YO sufrí, porque yo también era Pitito. No entendieron qué era lo que Pitito quería significar como persona libre, aunque loca. No me quedé con ganas de volver a la tele, pero sí como dolido y entonces lo sublimé en arte. Y acá Pitito se suicida, se tira al mar y se ahoga. Es que por momentos es muy fuerte el show. Pero toco fondo y salgo. Me gusta la periferia y los bordes de la sociedad. Pero siempre estaba muy arriba, haciendo reír, hablando de putas, de droga y ahora bajo a otros niveles.

- Y vos, ¿cómo bajás?

-Con un litro de agua. Salgo a correr y entro en trance. Después estoy con mis hijos y mi mujer. Soy un enamorado de mi familia. La noche me gusta pero para trabajar o para divertirme. O sea, la noche por la noche, no.

-Y justo te tocó estrenar el horario de trasnoche del Maipo...

-Es que la gente está acostumbrada a la trasnoche conmigo. Yo inauguré ese espacio en La Plaza hace 15 años. Existía en el under, pero no en un lugar más comercial. Marqué un camino. Ahora lo usan, y está buenísimo.

Fuente: Crítica

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