
Pasaron 540 minutos para que Martín Palermo festeje su gol más esperado: de aquel ante Vélez con el que alcanzó a Roberto Cherro como máximo artillero de Boca, en la fecha 7, el que lo consagraba como el más
goleador se dio seis fechas después, ante Arsenal, y tras una gran habilitación de Riquelme.
Fue el gol que cortó con una racha tremenda del "Xeneize", que venía de ser vapuleado por Colón, y se dio de la manera más irónica.
Riquelme entró al área, superó a los defensores y quedó en posición de definición, sin embargo, Román habilitó a Palermo, quien lo acompañaba por el costado derecho y "El Loco" sacó un remate cruzado, imposible para Cristian Campestrini.
Lejos de cualquier festejo alocado por el significado de la conversión, Palermo buscó a Riquelme, quien corrió hacia la tribuna como haciéndose cargo del tanto, mientras le daba la espalda a Martín, que miraba incrédulo.
Así es este Boca: el gol más esperado llegó tras la combinación menos pensada. ¿El festejo? También para el recuerdo.
Era suficiente, no se necesitaba más, pero "El Titán" siempre tiene algo para dar. A los 16 minutos del complemento y tras una generosa habilitación de Nicolás Gaitán -como Riquelme en el primero-, convirtió el segundo.
Martín Palermo es el máximo artillero de Boca y lo será por mucho tiempo. Tiene 220 goles en su cuenta personal, una epopeya futbolística del delantero más implacable del fútbol argentino contemporáneo.
Fuente: Infobae
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