La Fura dels Baus presenta "Tannhäuser" en La Scala sin ánimo de provocaciónTannhäuser en La Scala Con dirección de Zubin Mehta, que no dirige ópera allí desde 1978, y puesta de la Fura dels Baus.
Zubin Mehta volvió anoche a dirigir ópera en La Scala de Milán después de más de 30 años, y lo hizo con una producción radical: Tannhäuser de Richard Wagner en una puesta en escena de La Fura dels Baus.
No es la primera incursión en el género del grupo dirigido por el español Carles Padrissa, que ha realizado varias producciones operísticas desde su Atlántida de Manuel de Falla en el Festival de Granada de 1996 y -lo que significó su ingreso al circuito más distinguido de la ópera europea-, su Condenación de Fausto de Berlioz para el Festival de Salzburgo de 1999. La Fura también ha llevado sus producciones a París y Londres, aunque es la primera vez que lo hace en la sala de Milán.
Tampoco es su primera produccipón wagneriana ni su primera colaboración con Zubin Mehta: la Fura y el director indio hicieron nada menos que una tetralogía completa en la ópera de Valencia, que fue muy exitosa y llevaron por Florencia y otras Operas de España.
Para Padrissa, Mehta es algo más que un director de orquesta. Como declaró el dramaturgo poco antes del estreno en Milán al corresponsal del diario El País, "la identificación con Mehta es total. Con él cambio impresiones, discuto y recojo todas sus sugerencias. El punto de partida de Tannhäuser salió preciosamente de una conversación con él. Le pregunté cuál era su Venusberg (Monte de Venus) ideal y me contestó que el de los colores intensos de las mujeres indias del Rajhastán."
"El vestuarista Chu Oroz -agrega el régisseur- capta perfectamente con su vestuario multimedia la sensualidad de los colores orientales y desarrolla su gusto por el brillo. Entre todos consiguen que la luz se convierta en aire, lo que va muy bien a la música de Wagner".
El equipo de producción se completa con Roland Olbeter como escenógrafo y Franc Aleu como responsable de video. La figura central de la producción es una inquietante mano de aluminio de 11 metros del alto.
Fuente: Clarín
No es la primera incursión en el género del grupo dirigido por el español Carles Padrissa, que ha realizado varias producciones operísticas desde su Atlántida de Manuel de Falla en el Festival de Granada de 1996 y -lo que significó su ingreso al circuito más distinguido de la ópera europea-, su Condenación de Fausto de Berlioz para el Festival de Salzburgo de 1999. La Fura también ha llevado sus producciones a París y Londres, aunque es la primera vez que lo hace en la sala de Milán.
Tampoco es su primera produccipón wagneriana ni su primera colaboración con Zubin Mehta: la Fura y el director indio hicieron nada menos que una tetralogía completa en la ópera de Valencia, que fue muy exitosa y llevaron por Florencia y otras Operas de España.
Para Padrissa, Mehta es algo más que un director de orquesta. Como declaró el dramaturgo poco antes del estreno en Milán al corresponsal del diario El País, "la identificación con Mehta es total. Con él cambio impresiones, discuto y recojo todas sus sugerencias. El punto de partida de Tannhäuser salió preciosamente de una conversación con él. Le pregunté cuál era su Venusberg (Monte de Venus) ideal y me contestó que el de los colores intensos de las mujeres indias del Rajhastán."
"El vestuarista Chu Oroz -agrega el régisseur- capta perfectamente con su vestuario multimedia la sensualidad de los colores orientales y desarrolla su gusto por el brillo. Entre todos consiguen que la luz se convierta en aire, lo que va muy bien a la música de Wagner".
El equipo de producción se completa con Roland Olbeter como escenógrafo y Franc Aleu como responsable de video. La figura central de la producción es una inquietante mano de aluminio de 11 metros del alto.
Fuente: Clarín
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