La falta de conocimientos para utilizar una computadora se plantea como una carencia en la educación, sobre todo, cuando quienes la desconocen son los docentes. Sólo el 30% de los 18 millones de alumnos que asisten a la escuela tiene acceso a internet en sus hogares.
Veinte años pasaron desde aquel día en que se lanzó al mercado el paquete que permitía el acceso a internet desde cualquier ordenador doméstico. Veinte años pasaron desde aquel día en que el sueño del acceso a la información global comenzó a hacerse realidad.
Sin embargo, la ilusión de la democratización de la información y el conocimiento planteó un nuevo obstáculo: la tan nombrada brecha digital se ha convertido en un factor difícil de revertir y en un espacio abierto entre docentes y alumnos que hace cada vez más difícil conciliar posiciones.
De acuerdo a un estudio realizado por Microsoft de Argentina, el 71% de los docentes nunca navegó por internet y más del 72% jamás usó el correo electrónico.
En una sociedad en la que los conocimientos sobre informática son requeridos tanto o más que el título secundario, aunque se posea nivel terciario de formación, desconocer el manejo de herramientas informáticas básicas, así como no saber navegar en internet, hacen que este sector de la población sea considerado dentro de una nueva categoría de formación: el analfabetismo digital.
Intenet se plantea como un mar infinito donde zambullirse en la búsqueda de respuestas a casi todas (sino todas) las preguntas posibles. Encarna, en sí misma, una herramienta maravillosa para la construcción de saberes desde la infancia más primaria.
Cualquier innovación tecnológica aporta beneficios y peligros a los usuarios. Pero para poder hacer un buen uso de estos avances y poder extraer el mejor provecho de una herramienta que pone al alcance de todos la totalidad del conocimiento universal, es necesaria una capacitación seria y el uso constante para una mejor familiarización.
Sólo el 30% de los 18 millones de alumnos que asisten a la escuela tiene acceso a internet en sus casas. Además, sólo una de cada cuatro escuelas tiene acceso a internet (la mayoría de ellas con conexión telefónica).
Por su parte, la dirección general de Cultura y Educación de la provincia de Buenas Aires no cuenta con estadísticas sobre analfabetismo digital que reflejen el cuadro de situación real de las escuelas bonaerenses y permita diseñar planes de capacitación acorde a las necesidades de la comunidad educativa, aunque existen esfuerzos tendientes a disminuir la brecha digital.
La gravedad que encierra el problema del analfabetismo digital entre los docentes no sólo redunda en el desperdicio que implica el mal uso de internet como fuente de información, sino en la falta de conocimiento de la comunidad educativa para guiar a los alumnos en el uso de una herramienta que muchas veces ha sido demonizada injustamente.
Intenet plantea el desafío de no ser sólo consumidores pasivos de su contenido, sino de ser productores de información plausible de intercambio.
Por eso, la brecha digital importa un nuevo desafío en las políticas públicas educativas, en la capacitación y en la facilidad de acceso a internet como una demanda en el ámbito escolar, para que la ilusión de la democratización del conocimiento pueda estar cada vez más cerca de convertirse en una realidad.
Dos provincias con internet gratuita para todos
La pionera fue la provincia de San Luis. Con una inversión total de 10 millones de pesos destinados a la instalación de antenas y hotspots en las 65 localidades del distrito cuyano.
Además, el gobierno distribuyó computadoras portátiles entre los estudiantes primarios para que, de esta manera, ellos mismos fueran agentes multiplicadores en sus hogares del acceso a internet y puedan enseñarle a los mayores a navegar.
El proyecto se terminó de completar en 2009 y le cuesta a la provincia 25 mil dólares mensuales.
Sin embargo, según funcionarios del gobierno, más que un gasto, representa una inversión, porque no sólo se beneficia la población estable de la provincia sino que, además, es un valor agregado para el turismo.
El proyecto Chubut Conecta acercará el servicio a 8 mil habitantes de 16 comunidades rurales de la provincia por medio de Centros de Acceso Comunitarios, similares a un ciber.
La escuela: entre la heterogeneidad y la brecha
“La transición de la tecnología o de los nuevos paradigmas, sobre todo en educación, puede poner en jaque al docente más allá de su saber”, sostiene la licenciada en Psicología, Liliana Guido. “Si la falta de acceso a internet por parte de los docentes es por negligencia, ahí sí se percibe una falla difícil de subsanar porque no tienen en cuenta a la herramienta como medio de aprendizaje, y hasta puede desprestigiarlos o restarle autoridad. Pero existen otros docentes que, aún así, buscan otros mecanismos pedagógicos para movilizar a los alumnos”, analiza.
La asimetría más dramática la ubica en la diferencia de acceso entre los alumnos. “Si bien la heterogeneidad es buena para poder aprender a apreciar las diferencias, muchas veces estas diferencias se convierten en obstáculos crueles para muchos chicos que ven que tienen recursos limitados en comparación con sus compañeros”, asegura.
La red argentina en números
Según un estudio sobre consumos culturales encargado por la secretaría de Medios de la Nación a fines de 2007, los datos sobre analfabetismo digital dejan planteada una pregunta que alarma e invita a la reflexión: ¿qué se hace con las herramientas informáticas disponibles en educación y cómo se preparan a las futuras generaciones en los desafíos tecnológicos que presenta el avance de la informática?
De acuerdo a los resultados obtenidos, el 75,8% de las personas mayores de 50 años no sabe lo que es un navegador de internet.
Si estos datos se desglosan en tres niveles socioeconómicos, se puede percibir que, cuanto menor es el poder adquisitivo, menores son las posibilidades de acceder a internet, lo que disminuye aún más el acceso a herramientas necesarias en la búsqueda laboral.
Así, el 17,3% de los encuestados pertenecientes a un nivel socioeconómico alto, aseguró no haber utilizado nunca internet.
En los estratos medios, el salto es considerable y representa al 40,2% de la población, mientras que, en los niveles de menores recursos, esa cifra asciende al 61,2%.
En una realidad difícil de imaginar fuera del contexto local, el mismo estudio arrojó otro dato que (aunque debería ser revisado por una nueva encuesta) afirma que, en el 85,7% de los hogares del país no hay conexión a internet.
Sin embargo, 20 millones de argentinos usan internet, de los cuales 12 millones tienen Messenger y unos 5 millones utilizan la red social Facebook, sin contar las otras que han irrumpido en la web.
Si bien los datos mencionados parecen arrojar datos contrapuestos, la existencia y la posibilidad de acceso a internet no garantizan la alfabetización digital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario