GENIO Y FIGURA CALABRÓ OFRECE GRATIS TODOS LOS CAPÍTULOS DE 'CALABROMAS' PARA QUE SE VEAN EN LA TELEVISIÓN DE HOY. foto: andres d'elia
Juan Carlos Calabró El cómico vuelve a hacer revista, con "Carnaval de estrellas", que se reestrena hoy en el Broadway.
Por: María Ana Rago
Es una revista espectacular. Viene con mucho éxito de Córdoba", señala Juan Carlos Calabró, sentado en un bar del que es habitué, en la zona del Botánico. El actor se acaba de incorporar a un elenco que, con algunas modificaciones, hizo temporada este verano en Carlos Paz.
Calabró está contento. Después de más de veinticinco años vuelve a un género del que se encontraba distanciado: la revista. Cuenta que había sido invitado por Daniel Comba para ser parte de Carnaval de estrellas, en Carlos Paz. Pero entonces no aceptó, porque creyó que iba a extrañar a sus hijas y nietos, que pasaron el verano entre Mar del Plata y Buenos Aires. Ahora que el espectáculo estará en el teatro Broadway de Buenos Aires (a partir del viernes 26), dio el sí.
Además de Calabró, protagonizan esta puesta Estela Raval, Raúl Lavié, Jésica Cirio, Flavio Mendoza, "Campi", Marcos Bicho Gómez y Sabrina Artaza. Con más de 20 artistas en escena, Carnaval de estrellas promete gran despliegue.
"Voy a hacer monólogos y eso me encanta. Creo que soy muy buen monologuista. Además, soy uno de los pocos monologuistas que teatraliza. No me pongo frente al micrófono y digo chistes. Mientras los digo, voy, vengo, me tiro al suelo... Entonces la gente está viendo una interpretación, porque domino personajes: hago de italiano, gallego, moishe", repasa.
El año pasado, se presentó durante una semana con un espectáculo unipersonal. "Lo tengo grabado y lo voy escuchando en el auto, así voy perfeccionando los chistes al oído", cuenta. "Son 51 años de recolectar material", dice a la hora de contar de dónde se provee de los cuentos. En Carnaval de estrellas tendrá dos intervenciones: un monólogo y una cortina antefinal. No actuará en ningún sketch.
Es muy disciplinado para trabajar.
Sí, por eso duré tanto tiempo. Debuté en el '59, son muchos años. Pero se lo debo al público. Si el público te acepta, todo va bien. Es lo que pasa con Iliana: la aceptó el público. Iliana es una estrella. Cantará mal... Aunque se perfeccionó mucho.
Empezó con usted, en "Calabromas".
Sí, allá por el '85, cuando estaba a punto de recibirse en el Conservatorio, que fue lo que yo le exigí cuando me dijo que quería ser actriz. Después sí, que trabajara conmigo o con otros. Y se recibió con las mejores notas, fue la primera de su curso. Y ganó una beca y ahí yo me puse de acuerdo con el embajador y no le dimos la visa.
¿Adónde iba a ir?
A Italia. Pero Pepe Parada me dijo: "Si dejás ir a tu hija, la perdés. No sabés lo que son los tanos. Te la van a meter en la joda". Y no fue. En ese ínterin conoció a Fabián, al poco tiempo se casaron, tuvieron dos hijos. O sea que está casada gracias a mí.
Como acota: "Hablé mucho de Iliana", la cronista pregunta por Marina, su hija menor. "Es un fenómeno. Es la pequeña Mirtha Legrand ilustrada; es mi referencia. Cuando tengo una duda sobre historia o política, la llamo a ella. Sabe todo", dice el padre. "No tuvo todavía la gran oportunidad, pero ya la va a tener. Algún día se va a premiar en este país la inteligencia. Basta de vedetongas", enfatiza.
Chistes políticos, ¿no cuenta?
Tengo algunos, pero según cómo esté el público, los voy a tirar o no. Creo que no me hacen falta. Porque los chistes son muy fuertes, y no quiero quedar mal con nadie. Si bien no estoy de acuerdo con la política que se está haciendo, tampoco quiero ofender.
¿Chistes picantes?
En los monólogos de la revista, algo hay. Pero en el 90 por ciento, no. Cuento chistes sanos. Porque no hace falta decir malas palabras.
Una sola mala palabra en la TV en toda su carrera: "carajo". "Tengo la conciencia tranquila", declara. En otro orden de confesiones, dice: "Yo soy un tipo depresivo. Por suerte la depresión la curé en el 2002. Ahora estoy entusiasmado con esto que voy a hacer y mi espíritu es otro, estoy más contento, más alegre. Pero estoy siempre con mi psiquiatra", confiesa.
Trabajar le hace bien.
Mirá, yo la pasó muy bien sin trabajar. Soy un tipo que nunca está quieto. Salgo con mis nietos, los voy a buscar, pinto.
"¿Tenés cinco minutos?", pregunta a la cronista. "Esperá que voy hasta mi casa y te traigo uno de los platos que pinté, así te lo regalo. Te va a gustar", dice. Se va y vuelve, exactamente, a los cinco minutos. Lo firma en vivo y lo obsequia. Genio y figura...
Un programa como "Calabromas", ¿no cree que en la actualidad funcionaría muy bien?
¡Pero si yo se lo ofrecí a Suar! Tengo nueve años de Calabromas guardados en la videoteca. Están todos grabados en cinta virgen y están perfectos. Un año se editó en dvd. Le dije a Suar: "¿Por qué en vez de pasar El Chavo, que están rayadas las películas, no pasás Calabromas?". Ponelo esto en la nota: hasta los cedería gratis, para que la gente vea lo que era el humor de esa época.«
De viernes a domingos, en el teatro Broadway, Av. Corrientes 1155. También habrá una función el jueves 1° de abril.
Fuente: Clarín
Es una revista espectacular. Viene con mucho éxito de Córdoba", señala Juan Carlos Calabró, sentado en un bar del que es habitué, en la zona del Botánico. El actor se acaba de incorporar a un elenco que, con algunas modificaciones, hizo temporada este verano en Carlos Paz.
Calabró está contento. Después de más de veinticinco años vuelve a un género del que se encontraba distanciado: la revista. Cuenta que había sido invitado por Daniel Comba para ser parte de Carnaval de estrellas, en Carlos Paz. Pero entonces no aceptó, porque creyó que iba a extrañar a sus hijas y nietos, que pasaron el verano entre Mar del Plata y Buenos Aires. Ahora que el espectáculo estará en el teatro Broadway de Buenos Aires (a partir del viernes 26), dio el sí.
Además de Calabró, protagonizan esta puesta Estela Raval, Raúl Lavié, Jésica Cirio, Flavio Mendoza, "Campi", Marcos Bicho Gómez y Sabrina Artaza. Con más de 20 artistas en escena, Carnaval de estrellas promete gran despliegue.
"Voy a hacer monólogos y eso me encanta. Creo que soy muy buen monologuista. Además, soy uno de los pocos monologuistas que teatraliza. No me pongo frente al micrófono y digo chistes. Mientras los digo, voy, vengo, me tiro al suelo... Entonces la gente está viendo una interpretación, porque domino personajes: hago de italiano, gallego, moishe", repasa.
El año pasado, se presentó durante una semana con un espectáculo unipersonal. "Lo tengo grabado y lo voy escuchando en el auto, así voy perfeccionando los chistes al oído", cuenta. "Son 51 años de recolectar material", dice a la hora de contar de dónde se provee de los cuentos. En Carnaval de estrellas tendrá dos intervenciones: un monólogo y una cortina antefinal. No actuará en ningún sketch.
Es muy disciplinado para trabajar.
Sí, por eso duré tanto tiempo. Debuté en el '59, son muchos años. Pero se lo debo al público. Si el público te acepta, todo va bien. Es lo que pasa con Iliana: la aceptó el público. Iliana es una estrella. Cantará mal... Aunque se perfeccionó mucho.
Empezó con usted, en "Calabromas".
Sí, allá por el '85, cuando estaba a punto de recibirse en el Conservatorio, que fue lo que yo le exigí cuando me dijo que quería ser actriz. Después sí, que trabajara conmigo o con otros. Y se recibió con las mejores notas, fue la primera de su curso. Y ganó una beca y ahí yo me puse de acuerdo con el embajador y no le dimos la visa.
¿Adónde iba a ir?
A Italia. Pero Pepe Parada me dijo: "Si dejás ir a tu hija, la perdés. No sabés lo que son los tanos. Te la van a meter en la joda". Y no fue. En ese ínterin conoció a Fabián, al poco tiempo se casaron, tuvieron dos hijos. O sea que está casada gracias a mí.
Como acota: "Hablé mucho de Iliana", la cronista pregunta por Marina, su hija menor. "Es un fenómeno. Es la pequeña Mirtha Legrand ilustrada; es mi referencia. Cuando tengo una duda sobre historia o política, la llamo a ella. Sabe todo", dice el padre. "No tuvo todavía la gran oportunidad, pero ya la va a tener. Algún día se va a premiar en este país la inteligencia. Basta de vedetongas", enfatiza.
Chistes políticos, ¿no cuenta?
Tengo algunos, pero según cómo esté el público, los voy a tirar o no. Creo que no me hacen falta. Porque los chistes son muy fuertes, y no quiero quedar mal con nadie. Si bien no estoy de acuerdo con la política que se está haciendo, tampoco quiero ofender.
¿Chistes picantes?
En los monólogos de la revista, algo hay. Pero en el 90 por ciento, no. Cuento chistes sanos. Porque no hace falta decir malas palabras.
Una sola mala palabra en la TV en toda su carrera: "carajo". "Tengo la conciencia tranquila", declara. En otro orden de confesiones, dice: "Yo soy un tipo depresivo. Por suerte la depresión la curé en el 2002. Ahora estoy entusiasmado con esto que voy a hacer y mi espíritu es otro, estoy más contento, más alegre. Pero estoy siempre con mi psiquiatra", confiesa.
Trabajar le hace bien.
Mirá, yo la pasó muy bien sin trabajar. Soy un tipo que nunca está quieto. Salgo con mis nietos, los voy a buscar, pinto.
"¿Tenés cinco minutos?", pregunta a la cronista. "Esperá que voy hasta mi casa y te traigo uno de los platos que pinté, así te lo regalo. Te va a gustar", dice. Se va y vuelve, exactamente, a los cinco minutos. Lo firma en vivo y lo obsequia. Genio y figura...
Un programa como "Calabromas", ¿no cree que en la actualidad funcionaría muy bien?
¡Pero si yo se lo ofrecí a Suar! Tengo nueve años de Calabromas guardados en la videoteca. Están todos grabados en cinta virgen y están perfectos. Un año se editó en dvd. Le dije a Suar: "¿Por qué en vez de pasar El Chavo, que están rayadas las películas, no pasás Calabromas?". Ponelo esto en la nota: hasta los cedería gratis, para que la gente vea lo que era el humor de esa época.«
De viernes a domingos, en el teatro Broadway, Av. Corrientes 1155. También habrá una función el jueves 1° de abril.
Fuente: Clarín
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