Son cada vez más sofisticadas: trabajan con tarjetas de crédito, y una de ellas hasta tiene un parque de diversiones. Las "ferias paraguayas" de nuestra región no sólo crecieron en número, sino que además ganaron en sofisticación: tarjetas de crédito y de débito; pisos enlosados; boutiques con probadores y decoración; y hasta un parque de diversiones para niños; son sólo algunas de las "mejoras" que exhiben estos centros de comercio informal.
En la Ciudad hay actualmente cuatro ferias establecidas de manera permanente (en 96 y 117; en 45 y 150; en 122 y 64; y en 508 entre 25 y 26), pero desde la Cámara de Comercio e Industria de La Plata calculan que, entre las permanentes y las itinerantes, sumarían alrededor de 15 ferias.
Es que en este último tiempo surgió además la modalidad de muchos puesteros de "mudar" sus mercaderías a galpones que alquilan en distintos barrios, para ofrecer su ropa de manera nómade, y burlar así los controles municipales.
Cada fin de semana estas ferias convocan a más de 25 mil personas y suman cerca de mil puestos donde se vende desde ropa y comida hasta música, películas y artefactos electrónicos.
Los puesteros sostienen que su actividad "no es ilegal". Y aseguran que pagan el monotributo. Sin embargo, desde la Cámara de Comercio e Industria de La Plata afirman que es una práctica "desleal", y denuncian que en los puestos "no se entrega factura". (Ver aparte).
En efecto, en la recorrida que hizo este diario por las cuatro ferias estables de la Región, comprobó que los puesteros no entregan factura.
"La ropa de algodón comprala un talle más, sino después te queda ajustadita", sugiere una madre a su hijo, en la entrada a la feria de 96 y 117, la más grande, y la que funciona desde hace más tiempo.
Una señalética como la de los boliches bailables, y un Cuerpo de Bomberos propio, son los orgullos de la feria.
Allí se venden camperas deportivas "Adidas" a $ 40, camisetas de equipos del fútbol europeo a $ 20, y camisas "Cardon" a $25, junto a un menú de comidas rápidas que incluye: lomo completo a $ 15 y superpancho a $ 5, en una suerte de "patio de comidas" que funciona en la entrada del ¿shopping?.
-"Esta chomba 'Lacoste' cuánto sale", pregunta Juan (25), un estudiante de Veterinaria, que está acompañado por su padre.
-"Veintiocho pesos", contesta la vendedora. "Pero te la puedo dejar a $ 25", agrega rápidamente.
Teléfonos móviles "liberados", juegos de play (dos por $10), equipos de pesca, volantes deportivas para automóviles, jeans ($ 40), marroquinería, zapatos, juguetes, artículos de perfumería y hasta una ferretería forman parte de la variada oferta.
ALQUILERES
El alquiler de un puesto en la feria no baja de $ 95 el día, y de $ 300 el fin de semana (jueves, sábado y domingo). La compra de un puesto cuesta alrededor de 15 mil pesos. "Según la cara", admite un puestero. "Tenés que hablar con el manco. Si querés te lo presento", se ofrece.
Para este puestero, que hace cinco años que trabaja en la feria, los altos costos de los alquileres tienen una sola explicación: "Es oferta y demanda. Acá nadie se funde".
De hecho, mientras que un pequeño local en el centro se puede conseguir por alrededor de 3 mil pesos mensuales, en la feria, el alquiler mensual, no baja de los mil pesos, pero hay que tener en cuenta que se trabaja sólo tres días a la semana.
"En un día de mucho laburo, podés llegar a sacar siete lucas limpias", confía un vendedor de la "feria paraguaya" ubicada en 45 y 150, que hasta tiene un grupo de admiradores en Facebook. Allí funciona, además, un pequeño parque de diversiones, con trencito y pileta con botes inflables.
El filme ganador del Oscar "El secreto de sus ojos" es la "vedette" de los puestos de venta de películas truchas. "Diez pesitos, o dos por quince", repite el vendedor, mientras suenan los acordes de una cumbia herrumbrada. En cada "paseo de compras" -se estima- trabajan alrededor de 500 personas.
EVASION FISCAL
Según la Cámara Argentina de la Indumentaria (CAI), la evasión anual al sistema previsional ronda al menos los 84 millones de pesos con una defraudación al sistema tributario del orden de los 500 millones de pesos anuales.
"Compré un jean Levis por $ 40, mientras que en Levis no baja de $ 280", festeja Romina (21). Y añade: "No le encontré ninguna falla". Sus padres la están esperando en el estacionamiento, en un Chevrolet Aveo azul, último modelo.
Es que en las ferias no sólo hay prendas de marcas falsificadas o "truchas". También suelen aparecer productos robados, o comprados "en negro" en la Aduana.
Fuente: El Día
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