Vuelve El misterio de dar La actriz protagoniza la pieza de Griselda Gambaro en el Teatro Cervantes
Foto: Fernando Massobrio
Con una larga y exitosa trayectoria en el teatro, en el cine y en la TV, Adriana Aizenberg volverá a los escenario a partir del viernes con la pieza El misterio de dar , de Griselda Gambaro, en el Teatro Nacional Cervantes. De sus ojos claros, de su sonrisa permanente y de su enorme cordialidad brotan la felicidad por retornar al teatro, "el más grande de todos mis amores -dice-, y hacerlo con esta obra de Griselda Gambaro es uno de los más importantes premios que recibo".
La actriz vuela con sus recuerdos a aquellos tiempos en que en su Santa Fe natal soñaba con ponerse en la piel de mil personajes. "Siempre quise actuar -señala en diálogo con La nacion- y mis pininos en el arte los di cuando integraba un coro en mi ciudad natal. Allí comprendí la responsabilidad de darme por entera al público y aquellas fantasías de adolescente se cumplieron a lo largo de mis 35 años de profesión."
-¿De qué manera te vinculaste con el teatro?
-Era la época de auge del teatro independiente, y un buen día llegó a Santa Fe la compañía del teatro Fray Mocho, que dirigía Oscar Ferrigno. Cuando presencié varias de sus puestas en escena ya no tuve dudas? Yo quería subirme a un escenario y componer los más heterogéneos personajes. Por aquellos tiempos estudiaba arquitectura, además de declamación, que era casi la materia obligada que las madres imponían a sus hijas, pero decidí jugarme una carta brava y me vine a Buenos Aires a tentar suerte.
-¿Y cómo te fue en esos primeros intentos?
-Mejor de lo que esperaba. Comencé a estudiar en la escuela del Fray Mocho y un buen día debí reemplazar a una integrante del elenco que representaba Historias para ser contadas , de Osvaldo Dragún. De aquellos tiempos, en la década del sesenta, hasta hoy, no paré de trabajar, ya que casi de inmediato Lidée Lisant y Carlos Gorostiza, que dirigían el teatro San Telmo, me convocaron para un papel en la pieza Ah? soledad , de Eugene O´Neill. Yo, mientras tanto, estudiaba teatro con Augusto Fernandes, mi gran maestro.
-¿Cuándo llegó el cine?
-En 1966, cuando el director Alfredo Mathe me llamó para hacer un pequeño personaje en Todo sol es amargo , aunque tuvieron que pasar varios años para mi regreso a la pantalla, que fue en 1975 con la película La Raulito , de Lautaro Murúa. Luego actué en Plata dulce , de Fernando Ayala, y más acá en el tiempo, en dos películas que me brindaron premios, halagos del público, de la crítica y de los espectadores: El abrazo partido , de Daniel Burman, y Mundo grúa , de Pablo Trapero.
Adriana Aizenberg dice no olvidarse de su faceta de cantante: "Fue en Houdini , en Nenucha, la envenenadora de Monserrat y en Eva, donde pude darme el lujo y el placer de cantar, esa condición que me había nacido en el coro de mi Santa Fe natal. Luego vinieron las giras por diversas ciudades del mundo, con la compañía dirigida por Augusto Fernandes, donde pusimos en escena las obras Fausto y Peer Gynt con enorme éxito."
Sabiduría
La historia teatral de la actriz es más reciente, ya que intervino en Las pequeñas patriotas, Familia de artistas, La señorita de Tacna y Venecia . En toda esta etapa -dice- tuvo directores excelentes que le sumaron enorme sabiduría a su carrera. "Tras esto, seguí incorporándome al cine, y al respecto no puedo olvidar la película A través de tus ojos , donde compartí el personaje central con Pepe Soriano. Todavía estoy en el elenco de dos films por estrenarse: La vieja de atrás , de Pablo Messa, y Elegía de abril , de Gustavo Fontán, y voy a comenzar el rodaje de la coproducción argentino-uruguaya Ramblera . La actriz no puede olvidar tampoco su labor en la pantalla chica, donde actuó junto a Antonio Gasalla y en numerosos unitarios. "Pero el teatro -afirma- es mi pasión permanente."
-¿Cuál es la temática de El misterio de dar ?
-Se trata de un monólogo en torno a una viuda que va a cobrar la pensión y luego pasa por diversas circunstancias entre dramáticas y humorísticas. Es un personaje complejo que me atrajo desde el primer momento en que leí el texto, de Griselda Gambaro. La dirección está a cargo de Laura Yusem y es, para mí, otro desafío, otro de esos desafíos que yo afronto con la mística que me da mi pasión por estar en un escenario.
Adolfo C. Martínez
El misterio de dar , de Griselda Gambaro, Dirección: Laura Yusem. Teatro Nacional Cervantes, los viernes y domingos, a las 19. Entrada: $30.
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