miércoles, 17 de marzo de 2010

Buenos Aires en fotografías en la muestra Imágenes paralelas

Bicentenario

Se inauguró en el porteño Museo Nacional de Bellas Artes

En el año del Bicentenario de la Revolución de Mayo son varias las actividades culturales que se realizarán en todo el país. Pero el epicentro de los eventos, al menos por ahora, está ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, donde se concentran la mayor cantidad de ellos.

En el marco de estos festejos, el porteño Museo Nacional de Bellas Artes inauguró ayer a las 19 la exposición Imágenes paralelas, con curaduría de Sara Facio. Son alrededor de 40 obras entre fotografías y pinturas, que van del siglo XIX a 1940 y que dan testimonio de una época a través de dos pilares: el paisaje urbano y el retrato.

Se trata de la primera parte de una muestra dividida en tres períodos que se irán exhibiendo a lo largo del año y que se propone develar los sucesos más destacados de cada época a través de la fotografía como testimonio de las mismas, en conjunción con la pintura, la escultura u otros soportes.

La selección de obras que se exhibirán en las tres exposiciones constituyó un arduo trabajo ya que se eligieron entre "más de 15 mil piezas que pertenecen al acervo del Museo Nacional de Bellas Artes", contó la fotógrafa Sara Facio, en su doble rol de curadora e impulsora de la muestra.
Esta exhibición ahonda en la primera mitad del siglo XIX en el país, período en el que hubo un intenso desarrollo de las artes plásticas, desde los artistas viajeros, pintores, dibujantes y grabadores que dieron testimonio de los inicios de la Gran Aldea, sus habitantes y episodios de nuestra historia bélica, hasta una generación de artistas nacidos en este suelo.

La segunda exposición, para mediados de año, retoma en la década del 50 y hasta 1990, una época muy prolífica, con obras de con fotógrafos destacados como Anne Marie Heinrich y Anatole Saderman, mientras que la última camada de obras representa el 2010, con fotografías de Marcos López en convivencia con pinturas de Antonio Berni, adelanta Facio.

La ciudad en fotos. La fotografía llegó a la Argentina en 1840, meses después de su aceptación como invento en Francia en 1839, por lo que al cumplirse el Bicentenario de la Nación existe un vacío de imágenes de apenas unas décadas.

Imágenes paralelas se propone testimoniar cómo era la ciudad y su gente en el siglo XIX, a través del paisaje urbano y el retrato, principales temáticas elegidas por los artistas de entonces, pero también busca los contrapuntos y paralelos posibles entre las miradas de diferentes creadores.
La fotografía, por otra parte, tuvo enorme importancia en el caso del retrato tanto por sus alcances como por el cambio profundo que significó mostrar clases sociales que no habrían accedido, de otro modo, a ser representadas por la pintura.

Este avance técnico permitió conocer la fisonomía, el vestuario y la actitud de nuestros antecesores y gracias a la fotografía pudo también percibirse la multitud que participó en las continuas guerras que azotaron al país durante el siglo XIX.

A raíz de la selección de obras, la curadora Sara Facio se propuso confrontar soportes y técnicas diversas, de artistas que convivieron a veces sin conocerse. "Me pareció que podía ser muy curioso en el mejor sentido de la palabra, es una manera de ver la historia desde otro punto de vista", dijo la fotógrafa.

"Una de las cosas buenas de esta exposición es que habrá litografías de siglo XIX de Carlos Morel que nunca antes se exhibieron, una serie muy importante", adelantó Facio sobre las obras del artista que ilustró calles porteñas, pulperías, gauchos y otros personajes de los primeros años de Argentina.

Facio también destacó que una temática que invadió la imaginería de la época fueron los gauchos, que en la muestra se pueden ver pintados por León Palliere, un pintor francés que se radicó en la Argentina, frente a las fotos del por entonces aficionado Francisco Ayerza, dos imágenes que conviven de una forma muy especial.

Otro contrapunto de la exhibición lo conforman las imágenes hogareñas del alemán residente en Buenos Aires Gustavo Schlottamnn, quien retrató la intimidad de su familia (su mujer y su hija juntas en una mecedora, vestidas con sus camisones), en paralelo a varios óleos de Eduardo Sívori.
Además, Facio destacó como "un hallazgo total" unos desnudos de Grete Stern del año '30 "muy realistas para su época" y una escultura de Libero Badii (fallecido en 2001).

Se ven también diálogos entre fotografías de Alejandro Witcomb con óleos de Prilidiano Pueyrredon o Carlos Descalzo, los suburbios de Buenos Aires representados por Alfredo Lazzari y los trabajos de Fernando Paillet, Lahore, Juan Di Sandro, Horacio Coppola y Alfredo Lazzari.

Fuente: Diagonales

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