miércoles, 24 de marzo de 2010

Bambalinas

Foto: LA NACION

Las mujeres y su vestuario. Entre los proyectos que tiene el incansable Daniel Grinbank para este año se encuentra la obra Love, Loss and What I Wore . Hace unos días estuvo en Nueva York, le encantó y adquirió los derechos. Es una pieza de una amante de la temática femenina, Nora Ephron (autora de las películas Cuando Harry conoció a Sally, Sleepless in Seattle, Julie & Julia ) y Delia Ephron, basada en el libro de Ilene Beckerman. Son pequeñas anécdotas que van hilvanando la historia de las mujeres de una familia. Estos pequeños textos se acompañan por ilustraciones de atuendos, vestidos y accesorios femeninos; y cada anécdota tiene esa prenda como eje o disparador. Está actualmente en cartel en el Westside Theatre, del Off Broadway. Allí se presentó con elencos rotativos que incluyeron figuras como Fran Drescher ( La niñera ), Rosie O´Donnell y Rita Wilson, entre muchas otras. Aquí también podría implementarse esta modalidad. Otra particularidad que tiene la propuesta es que con el programa de mano se entrega una hoja para que el espectador se dibuje con su prenda de vestir favorita. Por supuesto, sobre todo a las mujeres esto las moviliza más, ya que la ropa y los accesorios a menudo están siempre ligados a una sensación, a un sentimiento o a una situación especial, algo que el libro refleja.

Cambio de nombre. El jueves pasado el Opera dejó de llamarse así y pasó a ser el teatro Citi. Pero la pérdida de la identidad se compensó con una reforma visible y plausible. El banco que le dio su nombre al teatro decidió invertir una buena suma de dinero en restaurar sus formas originales, pensadas por su creador, el belga Alberto Bourdon. ¿A quién otro iban a encomendarle esa tarea que no fuera Alberto Negrín? Arquitecto, escenógrafo y adorador de los edificios teatrales. Conoce como pocos la historia de los teatros porteños, así como la de otras importantes salas del mundo. De hecho, tuvo el honor de, alguna vez, "lavarle la cara" al Follies Bergère, de París. Ahora, quienes pasen por Corrientes, entre Suipacha y Esmeralda, verán que esa cuadra tiene otro brillo. El antiguo edificio, de 1936, ahora tiene una iluminación especial que deja ver su belleza arquitectónica. Negrín hizo achicar la marquesina -que anteriormente, con sus enormes lonas, cubría casi toda la fachada superior- y ahora deja ver unos preciosos frisos verticales de espejos, que estuvieron ocultos tras los carteles durante muchos años. Los nuevos neones que revitalizan el edificio refractan la luz sobre esos pequeños espejitos, colocados casi en forma artesanal, y producen un efecto verdaderamente hermoso. A su vez, la corona en tres niveles del teatro tendrá diferentes iluminaciones, de acuerdo con la ocasión, y estará custodiada por dos enormes mástiles. "Recuperamos la verticalidad del edificio y el estilo de la época", explica Negrín. Por dentro, el foye r también exhibe otro rostro. Ya no hay enormes estandartes de distintos anunciantes colgando desde el piso superior. Esta decisión deja ver las imponentes barandas de aluminio y acero inoxidable, con lenguaje geométrico y art-decó. A su vez, gracias a la nueva iluminación interna, el espectador podrá descubrir las estatuas y las pequeñas fuentes que hay en ese piso superior, así como pequeños detalles que estaban prácticamente ocultos. "Ahora la iluminación es total. Lo destapamos para que se vea la arquitectura fundacional. Hemos rescatado todas las gargantas de luz", agrega el arquitecto. Otro sector totalmente reformado y embellecido es el llamado Petit Opera, del subsuelo, entre los baños públicos y el acceso a camarines. Digno de verse. Un pequeño detalle, bello para quienes amamos los teatros. Se rescataron las cajitas "portaprograma" de al lado de las boleterías. Ojalá el próximo paso de la empresa que le dio su nombre al teatro durante al menos tres años sea adquirir uno nuevo. Los predios del Odeón y del Politeama están disponibles.

Un dato de color adicional: parece que Cordero, el dueño del Gran Rex -vecino de enfrente-, habría dicho: "Después me toca a mí". Ojalá que ese sector de Corrientes, con más punguistas que policías, pueda brillar de tal forma que sea un buen augurio.

  • El Papa, musical
    El director James Murray está cerrando su trabajo junto al músico argentino Angel Mahler en el que plasmarán, a partir del 15 de abril, la vida de Karol Wojtyla antes de ser nombrado papa. Así, Wojtyla, el musical pondrá en escena las pasiones, los amores y las adversidades que afrontó quien más tarde sería Juan Pablo II. El espectáculo, que contará en escena con la actuación de más de veinte actores, se presentará en el teatro El Globo. Murray es el director artístico del Actors Repertory Theatre en el British Arts Centre, donde dirigió obras de Shakespeare y Wilde.

Por Pablo Gorlero

Fuente: La Nación

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