Los lunáticos de todo el mundo están de enhorabuena. 'The Wall', el tercer o cuarto disco de más éxito de la Historia -según cómo se midan sus ventas- sale a la carretera en septiembre por primera vez desde su publicación en noviembre de 1979.
Con la gira, Roger Waters, el ex líder de 'Pink Floyd' y autor del concepto y de casi todas las canciones del álbum, aprovecha las nuevas tecnologías para interpretar en al menos 35 conciertos en 33 ciudades de Estados Unidos y Canadá ese disco, mitad autobiográfico, mitad simple exploración de todas las neurosis posibles en una estrella de rock. La idea de Waters -posiblemente, junto con Woody Allen, el artista que más éxito ha tenido a la hora de labrar una carrera de éxito simplemente explorando sus neurosis- es continuar la gira en Europa en la primavera de 2011.
La gira es, en realidad, un ataque al negocio de la música en el siglo XXI. En un momento en el que, debido a la proliferación de la música 'online', los álbumes como tales han desaparecido, sustituidos por descargas de canciones ailsadas, Waters va a tocar durante casi dos horas un único disco que arranca con su infancia, continúa con sus experiencias en el colegio y su primer divorcio, y termina en una explosión de paranoia porque, como concluye el autor, que tampoco ahorra insultos hacia sí mismo, "no es fácil golpear tu corazón contra el muro de un indeseable".
Su ex colega, el guitarrista de 'Pink Floyd', David Gilmour, con quien Waters apenas se habla, ha dado una visión menos trascendente de la obra: "'The Wall' viene a decir: 'Tú me jodiste, ahora te voy a joder yo'". Los ataques de Waters a sus maestros, las 'groupies', su ex mujer y hasta su madre son una colección de mala leche sin edulcorantes.
El propio concepto de los conciertos es una locura. En teoría, en un 'show' de rock and roll, el público va a ver a los artistas. En 'The Wall', sin embargo, se construye un muro que separa a los músicos de la audiencia. A mitad del espectáculo, el muro está totalmente levantado, tapando el montaje y la banda de los espectadores. El resto del espectáculo es una sucesión de películas proyectadas sobre el muro, con ocasionales apariciones de Waters en estratégicas localizaciones del muro que representan su propia casa y la habitación de un hotel. Al final, el muro, ladrillo a ladrillo, se derrumba en cuestión de segundos. Es, así pues, la gira que va a competir en espectacularidad con la '360' de U2, otro espectáculo basado en un concepto innovador, para otra banda que tampoco está destacando por su creatividad en los últimos años.
Hace treinta años, semejante monstruosidad no sólo no podía viajar, sino que era ruinosa. 'Pink Floyd' sólo representó 'The Wall' en directo en 31 ocasiones en Los Angeles, Nueva York, Londres y Dortmund. En total, el grupo perdió 600.000 libras esterlinas de entonces en esa gira, que hoy equivaldrían a 2,3 millones de euros. En julio de 1991, Waters volvió a representar 'The Wall' en la Plaza de Postdam, en el territorio ocupado por el antiguo Muro de Berlín, con un ciclópeo montaje ante 350.000 personas que incluía un muro de 180 metros de largo y 26 de alto que incurrió en pérdidas multimillonarias, pese a la participación de una larga serie de estrellas que incluían a Sinéad O'Connor, Van Morrison, 'The Band', Brian Adams, Cindy Lauper y 'The Scorpions'.
De hecho, Waters llevaba 'sumando y restando', según sus propias palabras, desde al menos noviembre para ver si ahora es rentable llevar 'The Wall' al directo. Finamente, parece que los números cuadran y que, a partir del 15 de septiembre, los 'fans' de Pink Floyd podrán disfrutar de un concierto que nadie esperaba volver a ver.
En principio, los locales seleccionados son polideportivos techados, algo comprensible porque Waters nunca se ha sentido muy a gusto tocando en estadios. De hecho, uno de los temas de 'The Wall' es la presunta falta de contacto entre el público y los músicos en los megaconciertos, y la idea de escribirlo se le ocurrió a Waters cuando, en un concierto ante 90.000 personas durante la gira de 'Animals' en Montreal, escupió a un miembro del público
Además, la complejidad del montaje hace necesario un techo del que colgar una serie de elementos, desde muñecos inflables y marionetas hasta aviones que se estrellan en el escenario, aunque no está claro si tras el 11-S Waters se atreverá a jugar con eso en EEUU. Queda también por ver si Waters, que cumplió 66 años en septiembre, será capaz de alcanzar las notas más agudas de las canciones o si recurrirá, como hizo ya en sus giras de 1999 a 2002 y de 2006 a 2008, a grabaciones.
A falta de detalles sobre cómo serán los conciertos, todo indica que la banda que acompañará a Waters será la misma con la que lleva trabajando en sus última giras: Graham Broad en la batería, Jon Carin en los teclados, Snowy White y Dave Kilminster en las guitarras solistas. La participación de su amigo y ex compañero de la era de Pink Floyd, el batería Nick Mason, como estrella invitada en algunos 'shows' podría ser una posibilidad. Un amigo de Waters que no va a participar es Andy Fairweather-Low, uno de los músicos de sesión más reputados del Reino Unido, que ha trabajado con él desde 1985, pero que ahora ha lanzado su propia carrera en solitario.
Tampoco está claro si Waters introducirá algún elemento nuevo o alguna canción diferente. Gracias a décadas de terapia, el ex líder de 'Pink Floyd' ha suavizado su actitud hacia sus ex compañeros, su audiencia, la industria discográfica, su madre (que murió en diciembre) y el Universo en general, aunque eso no le ha impedido lanzar vitriólicos ataques contra George W. Bush y Hillary Clinton en los últimos años (Waters es un 'fan' declarado de Obama). Tal vez todo eso se vea en los conciertos de 'The Wall'. O tal vez no. La respuesta, el 15 de septiembre en Toronto.
1 comentario:
Hola Tengo 14 años y so un fan de la puta madre de Pink Floyd ,si waters sale a dar esta serie de conciertos vendra a Argentina?? a mi me hubiera fascinado ver a todo le grupo junto tocando waters,gilmore,wrighty Mason pero al tener 14 años una muy baja edad nunca pude disfrutar de uno de sos conciertos por eso me gustaria mucho qeu venbgar a Argentina pero eso depende de ellos
Publicar un comentario