Alarcón, Ochoa, Gióvine y Martínez, como cuatro jubilados que aún creen en los sueñosHoy se estrena El audífono, de Jorge Palaz, con cuatro maestros: Mario Alarcón, Héctor Gióvine, Jorge Ochoa y Miguel Angel Martínez
Cuatro jubilados en un espacio conocido, una plaza, proyectan un futuro en común. Se conocen desde siempre. El barrio los ha ligado y, ahora, ya grandes, sin empleo y sintiéndose muy vitales, comienzan a crear un posible espacio de trabajo en el que puedan seguir creciendo y soñando.
En apretada síntesis, ésta es parte de la trama de El audífono, la nueva pieza de Jorge Palaz que, con su dirección, se estrena hoy en el Teatro del Nudo. Mario Alarcón, Héctor Gióvine, Miguel Angel Martínez y Jorge Ochoa serán los encargados de dar vida a Mingo, Barilatti, el Tano y Ernesto, unos personajes cuya simpatía seguramente conmoverá a quienes los conozcan.
Gióvine y Alarcón, ambos intérpretes de una destacada trayectoria, se encuentran por primera vez en escena. Alguna tira televisiva los unió en algún momento de sus carreras, pero luego nunca se cruzaron en un trabajo. Ambos disfrutan de esta posibilidad de reencontrarse y, sobre todo, porque lo hacen, como dice Gióvine, para poner en esta obra "el cuerpo en todo sentido. Hemos peleado para poder hacerlo y lo hemos conseguido".
Mario Alarcón, a la hora de explicitar algo del mundo que plantea la obra, utiliza una imagen muy conocida por todos: la de un grupo de jubilados sentados en el banco de una plaza. "Se trata -dice- de una imagen simpática y por la que uno siente respeto. Estos cuatro hombres quieren sentirse vitales y arman un proyecto desde ese lugar: la vitalidad. Se trata, a todas luces, de una utopía. Pero la fuerza y las ganas que ponen son la clave. En la vida, lo que a uno lo motoriza es tener proyectos, aunque sean chiquitos."
"Lo interesante -aporta Gióvine- es que un proyecto resulta la excusa ideal que termina motorizando una esperanza. A partir de tener una esperanza, de tener un ideal, tenés un motivo para vivir, un motivo para levantarte. Algo similar le pasa a un joven de 20 años. Si no tiene un proyecto se pone viejo. En cambio, si sos viejo y tenés proyectos, te transformás."
Las imágenes que utilizan estos intérpretes para referirse a sus criaturas continúan siendo muy sensibles. Héctor Gióvine explica, por ejemplo, que estos cuatro personajes "son como animalitos, se transforman en chicos entusiasmados que están jugando. Son muy tiernos, muy queribles, muy reconocibles".
Con ciertas aristas de grotesco, El audífono es una pieza que "desempolva ideas", comenta Mario Alarcón. Es que allí asoman también algunos valores que hoy aparecen algo trastocados, como la amistad, la lucha por los ideales y hasta el acto de dejar de lado el dinero en pos de acompañar a los otros. "El mercantilismo que nos rodea es muy fuerte -explica Gióvine-. Esta practicidad de vida que llevamos nos está inundando de cosas inhumanas. Una cantidad de valores parecen una tontería: «Hasta corrés el riesgo de que te bauticen gil», como dice el tango. En la obra hay cuestiones que pueden parecer utópicas, pero los espectadores lo van a vivir como una necesidad imprescindible a la hora de rescatar ciertas cosas."
La dirección es de Jorge Palaz, uno de los directores de mayor trayectoria en televisión, que, de esta forma, regresa a la escena teatral.
Carlos Pacheco
PARA AGENDAR
Entrada: 50 pesos.
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