jueves, 15 de abril de 2010

Raúl Perrone vuelve al Bafici con Los actos cotidianos

La película participa de la competencia argentina

Raúl Perrone, prolífico autor de más de 26 cortos, medios y largometrajes, volverá al Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici) con su última película, Los actos cotidianos, que concursa con otros 12 filmes nacionales en la competencia oficial argentina de la muestra y que se proyectará el viernes, el sábado y el domingo (todas las funciones ya tienen agotadas las entradas) en el cine Hoyts Abasto.

Si uno quisiera hacer analizar ciertos modos de vida en la zona oeste del Gran Buenos Aires, con tomar algunas películas de Perrone podría trazar un mapa de sus decadencias: desde Graciadió (1997), pasando por Peluca y Marisita (2001), hasta Los actos cotidianos.

En este largometraje, Perrone vuelve a tomar como eje dramático a los miembros de una familia de un barrio bonaerense y, a través de ellos y de su encierro en una casa, va explorando preocupaciones como la incomunicación, la violencia cotidiana y el temor al afuera y la inseguridad.

"La película habla del encierro, pero quiénes están encerrados, ellos o nosotros", se pregunta Perrone acerca de los temores de Sole y Bebo, los protagonistas de Los actos cotidianos, dos hermanos que viven con su madre y sus propios hijos en una casa del conurbano bonaerense.

En Los actos cotidianos, que transcurre en su mayor parte dentro de una casa que parece aislarse de cualquier contemporaneidad, excepto por las noticias llegadas desde la televisión y el sonido de los celulares, Perrone muestra las rutinas de sus personajes como ritos de estancamiento: la novela a todo volumen, los cortes de pelo, los mensajes de texto. En la casa de hay cierto refugio en la familia frente a un mundo que se adivina hostil, demasiado amplio y ajeno. Y en el particular modo de hablar de Sole, Bebo y su familia se adivina la fragmentación social cada vez más innegable del Gran Buenos Aires.

"Hace tiempo que estoy trabajando en espacios interiores, porque eso denota el grado de violencia que existe afuera, y también la violencia contenida. Esa casa es como un nido que los protege del afuera amenazante", explicó el cineasta.

"Actualmente tomo mi obra como si fueran trípticos, donde trato de abordar temas que tienen que ver con un barrio, la cultura y su gente", explicó Perrone, para quien Los actos cotidianos es la segunda parte de un tríptico fílmico en el que Luján es la primera parte y Era Marta la reina, la última.

"El eje temático es el barrio y ninguna de las tres películas tiene muchas escenas en exteriores. Los personajes de estas películas podrían vivir en la misma casa, y da la sensación de que tranquilamente podrían ser vecinos entre sí", explicó.

Protagonizada por Soledad Aguilera, Adrián Aguilera y María Galván, Los actos cotidianos muestra a esa casa rutinaria como una suerte de refugio de la familia frente a un mundo que se adivina hostil, demasiado amplio y ajeno, aunque nunca es mostrado explícitamente por el director.

"Todo el tiempo se menciona el afuera, los peligros del exterior, pero en las tres películas eso está en off, fuera de cuadro, porque creo que ese recurso es mucho más subyugante y sugerente para el espectador que si lo estuviera mostrando", afirmó Perrone.

Todos estos filmes "los hago de forma casi pictórica, cada vez muevo menos la cámara, porque estoy cada vez más contemplativo y preocupado por la composición y también por lo que cuento. Estoy cada vez más austero, tratando de volver a los principios de todo, despojándome de cosas superfluas. Estoy muy contento con esta búsqueda que estoy desarrollando en mis últimas películas", señaló el cineasta, expectante antes del debut de Los actos cotidianos en el Bafici.

Fuente: Diagonales

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