Noches de miscelánea y distracción

Encuentro artístico

El ciclo Trasnocharte arranca hoy en la Estación Provincial. Desde las 23 habrá películas, música en vivo, muestra de fotos y proyecciones. El evento se verá durante todo el año.

En un original mix cultural y artístico que casi no deja nada afuera, el ciclo Trasnocharte viene pisando fuerte en nuestra ciudad desde hace tres años.

De la mano del grupo Lunares y Lumbares, nacido hacia finales de 2004, este evento solía presentarse una noche por mes en el Centro de Cultura y Comunicación, calle 42 entre 6 y 7. Hoy arranca de nuevo, pero con algunos cambios.

En principio, lo que se modifica es el lugar, ya que esta vez será en la Estación Provincial, en 17 y 71, a partir de las 23. Por el momento, no se sabe si la frecuencia será, como era hasta el año pasado, mensual.

En Trasnocharte, la noche dura “lo que dé”, y siempre hay tiempo para todo: música, fotos, actuación, y puestas en escena de las más variadas. En diálogo con Hoy, Bruno Pizzorno, uno de los organizadores de la muestra artística, habló de los cambios que se traen para la edición 2010 de Trasnocharte, entre ellos la posibilidad de hacerlo ambulante, es decir, ir mudándola de un lado a otro. Pero -explica- todo depende, entre otras cosas, de cómo les vaya hoy.

El anuncio, al menos, promete mucho. Entre quienes se presentan está Matías Betti, que toca el “stick” (curioso instrumento mezcla de bajo y guitarra, que se ejecuta con ambas manos presionando sobre el diapasón), acompañado por Pablo Belmes (batería/percusión) y Renzo Baltuzzi (guitarra). También habrá una muestra fotográfica de Sebastián Noriega, cuyas imágenes estarán en las paredes y también serán proyectadas, así como un cortometraje de Igor Galuk. Otro que presentará su música es Pato Tajan. Además, habrá una miniferia de discos, en donde se venderán los trabajos de todos los músicos que han pasado por el ciclo.

Aunque reconoce que resulta subjetivo hablar de que el ciclo ha mejorado su “nivel artístico”, Bruno lo explica contando que “se busca traer a artistas reconocidos o con cierta trayectoria profesional, lo cual requiere un poco más de producción, y también lleva su tiempo”. Por eso, los creadores de Trasnocharte prefieren que el ciclo sea más esporádico pero con contenidos más trabajados.

Para Bruno, una de las claves que explica por qué Trasnocharte gusta en nuestra ciudad es que, mal o bien, desde que empezó siempre se sostuvo en el tiempo. “Hemos pasado mil cosas, como que se nos inunde el lugar o se corte la luz, pero igual seguimos adelante”, señala, y agrega el hecho de que, como espectáculo, “es algo que no se ve muy seguido”, en cuanto a la fusión artística.

En ese punto, y al ser consultado por las disciplinas que, a su criterio, no están muy reconocidas en la ciudad, Bruno fue contundente: la poesía. De hecho, el grupo arrancó haciendo recitales de música y poesía leída en vivo, y los que luego se les fue agregando más aristas. Pero -reconoce- ahora, incluso dentro de Trasnocharte, “la poesía ha ido perdiendo su lugar”.

Como sea, este espectáculo, que ensambla manifestaciones artísticas tan distintas como complementarias durante toda una madrugada, aparece como la opción perfecta cuando sobran ganas de apreciar múltiples formas de arte, pero lo que falta es tiempo.

Fuente: Hoy