Rubén Orsini hará dos funciones en el IFTEl artista rosarino ya fue aplaudido en el interior y en el exterior
Es la segunda vez que se presenta en Buenos Aires. La primera fue hace un par de años, cuando participó en un encuentro de titiriteros en el Centro Cultural Catalinas Sur. Lo suyo causó impacto; dejó algunas pequeñas huellas. Ahora, el rosarino Rubén Orsini se anima a una sala teatral y a una breve temporada. Comenzará en el teatro IFT, pasado mañana, con la presentación de Marionetas Orsini.
La idea es seguir un derrotero que conoce muy bien. Empezó trabajando en la calle y, de a poco, se fue metiendo en otros espacios, participó de festivales nacionales e internacionales (España, Italia, Suiza, México). Casi ha recorrido la totalidad del país con sus muñecos. Le divierte comentar que en las últimas funciones que hizo en la sala Lavardén, de Rosario, 700 espectadores se acercaron a ver sus títeres.
Rubén Orsini es un hombre de una calidez y una sencillez admirables. Y cuando se sube a un escenario, sus muñecos expresan un interior muy intenso, a veces convulsionado por esa misma realidad cotidiana que a todos nos trastoca.
Mucho de su arte lo aprendió en la calle. "Siempre me cautivó la calle y le tengo mucho respeto. Ella sólo deja que algunos la acaricien", explica. Hace diez años era común verlo en algún espacio de su ciudad jugando con sus muñecos. Así descubrió que debía hacer números cortos y con una dinámica muy rápida. Aprendió "a laburar la síntesis y a tratar, con lo mínimo, de decir lo máximo". Después llegaron los viajes por Europa, la Argentina y América latina.
"Cuando empecé a trabajar, elegí el oficio de cerrajero. Me fascinaba la sensación de abrir puertas trabadas ?confiesa?. Un día pasó por mi cabeza la idea de desarrollar el silencio y comencé a investigar sobre el arte de la pantomima, el mimo. La sensación de poder comunicarme desde la imagen corporal me marcó. Desde ese momento, no puedo dejar de ver desde esa óptica. Otro día se me ocurrió que podía hacer con otro cuerpo lo que hacía con el mío, y empecé a investigar sobre el arte de las marionetas", cuenta el artista.
Orsini, un verdadero autodidacto, aprendió su trabajo experimentando, investigando con su cuerpo, con sus manos; buscando personajes en la calle y trasladándolos a la escena. Ninguna escuela influyó en su tarea y, aun así, todo su trabajo demuestra una exquisitez admirable.
Nueve números conforman el espectáculo que presentará en el IFT. De alguna forma, ellos brindan la posibilidad de repasar su historia personal. "Podría decir ?aclara? que, como un cantautor, presenté diferentes temas que fui componiendo. Eso me permite mostrar una obra general. El núcleo siempre soy yo; todo parte de mí. Y, en escena, las marionetas juegan conmigo cuestiones del sentimiento, el abrazo, el poder desplazarse en el espacio aéreo."
Marionetas Orsini es una creativa y cautivante experiencia escénica que, seguramente, conmoverá la atención de muchos espectadores, como ha hecho en los numerosos espacios donde se ha presentado.
Carlos Pacheco
Marioneta Orsini , de Rubén Orsini.
Fuente: La Nación
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