Cuando estaba a media cuadra del cine, Cecilia pensó que algo raro pasaba, pero no se imaginó que iba a encontrarse con unas 50 personas que conversaban, en pequeños grupos, en el hall central del Cinema Paradiso. La imagen no dejaba de ser la habitual para la camarera del café de la sala platense, pero, que la gente estuviera ahí a las 11.30 de la mañana era una rareza. La chica se asomó a su territorio y sonrió al ver a Roger, la primera cara conocida. Entonces, cruzó las mesas con gesto de no entender nada y se lanzó detrás de la barra, a salvo.
-¿Qué pasó?, le preguntó.
-Hay una conferencia de prensa porque una productora de Buenos Aires viene a asociarse con una productora de La Plata para filmar una película de terror.
-No sabía que tenía que venir más temprano.
-¿A qué hora entrás?
-A las 11.30.
-¿Ya son las 11.30?, preguntó Roger, sorprendido.
-Sí –dijo la chica-, pero a mí no me dijeron nada.
-No te preocupes, si no te dijeron nada es porque no tenías que venir. Igual, como ya me pidieron café, te prendí la máquina-, dijo Roger, que estaba ahí para ver, porque su trabajo es el de proyectar películas.
En el hall que Cecilia cruzó extrañada, una chica se paseaba con una remera de Ténebre, de Darío Argento, mientras que periodistas, productores y amigos conversaban sobre lo que venía: la presentación del rodaje de Sudor frío, una película de horror argentina pensada para ser estrenada en las salas comerciales, filmada en 35 milímetros, con la coproducción de Pampa Films y Paura Flics, y los protagónicos de Facundo Espinoza, Marina Glezer y Camila Velasco.
-¡No sé lo que hago acá!-, advirtió el actor platense Omar Gioiosa a un periodista.
-Yo sí: ¡Sos el asesino!-, le retrucó el escriba, que al segundo siguiente sumó entre los malos a otro actor platense: Omar Mussa. “Elenco completo”, pensó.
CINE DE TERROR. A simple vista, Pampa Films parece una productora que quiere tener público. Produjo La señal, que es la primera película de Ricardo Darín como director, y el año pasado anunció la filmación de una película erótica con Natacha Jaitt que, parece, quedó en la nada. Además, produce La leyenda, con Pablo Rago; Encuentros Prohibidos, con Araceli González; y un par de películas basadas en buenos libros, como el infantil “El Inventor de Juegos”, de Pablo De Santis, y “Tuya”, de Claudia Piñeyro, finalista del premio Planeta.
La productora andaba, también, detrás de un filme para asustar. Al menos así lo explicó en La Plata Juan Pablo Buscarini, uno de los dueños de Pampa Films. “Nos interesaba hacer cine de terror. Sabíamos que ellos hacían y sabíamos que no se puede hacer cine de terror de manera impostada”, describió.
Y ahí es cuando apareció Paura Flics, una productora platense independiente cuya primera película, Habitaciones para turistas, en 2004 participó del 8º Festival Internacional de Cine Las Américas en la ciudad de Austin, en Texas, donde se la consideró no como más de lo mismo, sino como una renovación del género. La película, además, arrasó con el 5º Buenos Aires Rojo Sangre.
Desde entonces, Paura Flics hizo otras cuatro películas: “Grité una noche” (2005), “36 pasos” (2006), “No moriré sola” (2008), “Masacre esta noche” (2009) y, todas precedidas por una catarata mundial de elogios y premios. Tienen, además, una película no estrenada en Argentina, filmada en Costa Rica, que se estrena en mayo en los cines de toda Centroamérica.
Sorprendido con los bajos presupuestos con que habían logrado filmar, las situaciones de rodaje que saltearon y la admiración que despertaron con su cine, Buscarini ofreció una sociedad en la que Pampa Films aportaría equipos e infraestructura financiera para una película que sería dirigida por Adrián García Bogliano.
Bogliano nació en Madrid, España, en 1980, pero es platense por adopción. Obsesionado con el cine de terror, hizo Habitaciones para turistas con sólo 5.000 dólares. Tenía 20 años cuando la empezó a filmar. Desde entonces, no dejó de filmar y viajar por el mundo para mostrar su trabajo. Ahora, prometió “una película de terror fuerte y salvaje que se podría comparar con El juego del miedo, con una buena dosis de humor negro y suspenso”.
Los desprevenidos tendrán que esperar un poco para tener su dosis de sangre. Creerán que fueron a ver una romántica, pero “a los 20 minutos la película se transformará en una montaña rusa de terror que no le dará ningún respiro al espectador”, según prometió Bogliano.
Sobre el guión, adelantaron dos cosas importantes. Las víctimas son jóvenes tecnologizados, que se la pasan conectados a internet y participan de las redes sociales, mientras que los victimarios son mano de obra desocupada de la última dictadura militar. “Perdimos la fábrica, pero pusimos un kiosquito. Seguimos trabajando”, ironizó Gioiosa.
LOS ACTORES. Aunque Marina Glezer hizo Valentín, Roma y El Polaquito, al primero que reconoció Cecilia fue a Facundo Espinoza. Parada detrás de la barra del café, vio llegar al actor de Son Amores y Valientes conectado a su Blackberry. Facundo fue primero en hablar y el único en admitir que le atrae el terror por ciertos problemas psicológicos: “a los 7 años mi mamá me hizo ver El Exorsista. Y a los 8 La Profecía. Cada vez que me llevaba al cine me decía que no me asustara, que sólo era una película. A los 10 me hice fanático de Fredy Krugger y a los 12 de Masacre en el infierno, que es de un loco con una motosierra. Imagínense. Si quieren saber más vayan a preguntarle a mi analista”, sugirió.
La Glezer y Camila coincidieron en que el cine de terror les da miedo. La actriz dijo que se angustia y la modelo aseguró que a los 10 años vio El proyecto Blair Witch. Desde entonces, tuvo que dormir con la luz prendida.
En Sudor Frío, Camila es una chica extrovertida y segura de sí misma que la pasa metida en internet, hasta que se encuentra con los malos, que le tienden una trampa. Facundo es el novio abandonado que sale a buscar a su chica. Y Marina es la amiga enamorada dispuesta a ayudar. “Son tres jóvenes a los que se les cae el peso de la historia Argentina sin saber lo que les está pasando”, describió Facundo.
Al final, los actores platenses se hicieron cargo de lo que les tocaba y explicaron sus roles en la película. Mussa y Gioiosa contaron que eran ex integrantes de alguna agrupación de derecha que se habían dedicado a matar. Antes por política y ahora por placer.
Cuando todo hubo terminado y los actores se iban a la locación para pasar la letra, Cecilia recordó lo que un compañero le había dicho.
-Un compañero de teatro me dijo que iba a haber una conferencia en el cine, pero como a mí no me habían avisado nada, pensé que se había confundido.
-¿Vos estudias teatro?, preguntó Roger, sorprendido.
-Sí, claro-, dijo ella.
SUDOR FRIO. Se filmó en una casa de Diagonal 74 entre 5 y 6 en 19 días. Se usó una cámara Phantom, de altísima velocidad –especial para el género-, y será editada en 35 milímetros, lo que le permitirá ser estrenada en todas las salas de cine del país a partir del próximo 28 de agosto.
La avant premier, claro, será en La Plata.
Fuente: Ciudad-Digital
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