viernes, 9 de abril de 2010

Crece la polémica en Berisso por una industria química

PANIMEX SE INSTALA EN ZONA PORTUARIA

Vecinos temen por la contaminación y responsables de la empresa salieron con los "tapones de punta"

"Pareciera que me están tratando de imbécil, como si fuera a invertir diez millones de dólares en un emprendimiento al margen de la ley". Sin medias tintas el presidente de Panimex Química S.A., Gonzalo Gazmuri, salió ayer al cruce de los cuestionamientos vecinales y políticos a la instalación de una planta de plastificantes en pleno corazón de Berisso.

El empresario chileno, que espera iniciar el proceso de producción en octubre próximo, asegura que la fábrica que se está empezando a construir en el sector portuario conocido como "La Portada", a metros de Montevideo y Nueva York, "no produce calor, ni ruido, ni gases, ni nada".

"El sonido no llega a veinte decibeles, menos que un colectivo o un camión" precisó: "no se liberan gases porque se trabaja en un sistema cerrado al vacío, los líquidos se tratan en instalaciones pequeñas, porque no hay complejidad, y los sólidos son retirados por empresas especializadas a las que se les paga por ello".

El nombre de Panimex comenzó a escucharse en abril del año pasado, cuando obtuvo el aval del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata para radicar un complejo industrial de fabricación de anhídrido ftálico, ácido fumárico y plastificantes sobre una superficie de 27.622 metros cuadrados. Luego llegó el visto bueno de la Comuna de Berisso, y el otorgamiento del certificado de "aptitud ambiental" como planta "de tercera categoría" por parte del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible.

Pero la resistencia de los vecinos a convivir con una eventual "fuente de contaminación" a dos cuadras del hospital Mario Larrain y el Hogar Social, en un barrio densamente poblado, generó un cambio en los planes de los inversores, que dejaron de lado la producción de anhídrido y ácido para concentrarse en los plastificantes; al mismo tiempo, se asociaron con empresarios argentinos, bajo el nombre Aceites Vegetales Berisso S.A., para asignar diez mil metros cuadrados a la refinación con fines alimenticios -se procesarían cien toneladas diarias- de óleos crudos de soja, girasol, colza y otros.

Panimex prevé retirar su producción, que rondará las 70 a 100 toneladas diarias de plastificantes (con aplicaciones en barnices, caucho, lubricantes, poliamidas, repelentes, fijadores para perfumes y fluidos de arranque para bombas de vacío, entre otros), por medio de barcos, contenedores y camiones. "El ochenta por ciento se exportará por vía fluvial" adelantó Gazmuri: "precisamente, elegimos Berisso por su carácter estratégico y la disponibilidad de logística; lástima que perdimos mucho tiempo y energía".

LA POLEMICA

El desembarco de Panimex S.A. es rechazado por la Asamblea Multisectorial de Berisso, un grupo autoconvocado de vecinos y organizaciones no gubernamentales que sostiene que generaría riesgos de incendio, explosividad y toxicidad. En ese contexto se citó "el derrame de 200 toneladas de un derivado del etanol desde los tanques de almacenamiento de la empresa en un puerto chileno, que provocó daños en la salud de niños y la evacuación de un millar de personas".

La semana pasada, el presidente del bloque GEN en el Senado provincial, Luis Malagamba, y el titular de la bancada Coalición Cívica, Javier Mor Roig, reiteraron su convicción acerca de que "se le tiene que revocar el certificado de aptitud ambiental a Panimex, no sólo teniendo en cuenta los antecedentes de esta empresa en Chile, sino también porque la compañía nunca cumplió con los requisitos que le exigía el OPDS".

Gonzalo Gazmuri considera "absurdo" que se vincule a su empresa con riesgos ambientales. "¿Creen que soy un empresario chileno que viene a tirar la plata en una planta 'trucha'? La tecnología actual no permite contaminar ni a propósito. Lo que pasa es que con 'googlear' no basta para saber, y se habla sin conocimiento, por lo que se ve en Internet. En mi país acabamos de sufrir el quinto peor terremoto de la historia, y en las tres plantas que operamos no hubo ninguna emergencia ambiental. Además, las plantas de ftálico y fumárico que suspendimos como gesto de buena voluntad funcionan en muchas ciudades muy evolucionadas, y requieren mayor inversión y mano de obra; eso es lo que se perdió Berisso".

Fuente: El Día

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