domingo, 18 de abril de 2010

Canciones que nadie escucha

Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete

El sello independiente Uf Caruf! nos acerca, mediante una nueva edición discográfica, otra de las plumas platenses más interesantes. Folk, rock y noise dan vida a los relatos de un artista que apuesta a la canción instrumentándola variadamente.

Ya desde su título, el nuevo disco de Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete anticipa el espíritu de búsqueda que predica su particular música. Tras una oscura portada rutera, Los caminos compila muchas de las canciones que, desde 2005, este poeta maldito presenta por los más diversos escenarios del under -platenses y de más allá-.

Las numerosas canciones folk que le hicieron ganar un sostenido reconocimiento en el circuito independiente -fue el cantautor más votado en las principales encuestas locales- finalmente se materializan en un primer trabajo de estudio, espacio en donde se aleja del sonido casero y low fi de sus anteriores grabaciones, pero que no descuida el espíritu del pop crudo que siempre caracterizó a sus composiciones.

Su firme devoción por Dylan y los estilos como el folk o el country -y el rock and roll, claro- bien esgrime sus habilidades a lo largo de trece temas que sitúan, según sus palabras, “ante todo la canción, y la canción ante todos”.

De esta forma, se presenta en Los caminos como un cronista informal de postales urbanas, charlas arrabaleras de café, depresiones propias de la gente que piensa mucho y prédicas epifánicas acústicas. Breves lapsos noise, guitarras desestructuradas y hasta momentos beatlescos pepperianos impiden la simple catalogación del artista en el mundo de los cantautores.

Entre armónicas, hammonds, mandolinas y guitarras, el “Míster” comparte sus monólogos interiores, hablándonos de chicas maquillándose y combinando su ropa a la espera de “hacer cualquiera”, dejando de lado el corazón (Las chicas); retratos de los chicos que vienen y van por La Plata, buscando algo para tomar, o alguien con quien dormir, mirándose a través de la ventanilla del 273 (Canciones que nadie escucha); o reflexiones existenciales que señalan licenciosos a los que indican como viejo al que no nació ayer (De donde vengo).

Oscuridad esperanzadora, moderna poesía arrabalera, un mundo personal plagado de melancolía, metáfora, revelación y esperanza definen su peculiar orquesta, que de juguete sólo tiene el nombre.

Federico Valenti

Fuente: Hoy

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