jueves, 25 de marzo de 2010

Mortier quiere hacer las Américas

Gerard Mortier, bajo un retrato de Kurt Weill, en la presentación de la nueva temporada del Real.- SAMUEL SÁNCHEZ

El proyecto más ambicioso del nuevo director artístico del Teatro Real tenderá puentes con Iberoamérica - "España debe liderar un nuevo eje del sur artístico"

JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid

Establecer puentes es misión de la diplomacia. Y también del arte. Así lo siente Gerard Mortier, director artístico del Teatro Real desde la próxima temporada. El proyecto más ambicioso de su nueva etapa consiste en la proyección del coliseo hacia América Latina. Mortier, que ayer presentó la nueva temporada del teatro, quiere establecer un duradero vínculo con el otro lado del Atlántico y convertir la ópera madrileña en el sólido pilar intelectual que dialogue con los grandes teatros del continente. De Buenos Aires a Montevideo; de Manaos a México.

Se cederán montajes y se aprovechará el talento en las dos direcciones. Para empezar, la Aida que se estrenó en 1998 bajo la dirección del argentino Hugo de Ana se salvará de su próxima destrucción para ser regalada, literalmente, al Colón de Buenos Aires. Éste será el primer título de los muchos que pueden acabar haciendo las Américas. La intención ha sido comunicada a Hugo de Ana y él está de acuerdo. Pero hay más. Mortier quiere que el Quijote montado por Herbert Wernicke sobre la ópera de Cristóbal Halffter viaje a Manaos, en Brasil, y que otro título por confirmar se represente en Montevideo (Uruguay).

"Durante años se ha forjado una sólida relación artística entre Norteamérica y el centro de Europa. Ha llegado la hora. España debe liderar un nuevo eje del sur artístico", afirma Mortier en una conversación con EL PAÍS. Para su ambiciosa empresa, piensa contar con una incesante comunicación de talento entre las dos orillas. Un contagio que se dejará sentir en los repartos y en el foso. Con cantantes y directores musicales como el mexicano Gabriel Garrido y el argentino Alejo Pérez. Prueba de ello es que el nuevo director del coro del Real es el argentino Andrés Máspero.

El proyecto también incluye una parte reflexiva. Con propuestas que traten la vinculación iberoamericana, Mortier quiere invitar a pensar una identidad común. Para ello, invitará a artistas plásticos y compositores. Si este año Gabriel Garrido dirige la ópera barroca Montezuma, de Carl Heinrich Graun, que se verá en los Teatros del Canal, la próxima temporada se programará Ainadamar, basada en el mundo de Lorca y compuesta por el argentino Oswaldo Golijov con decorados del mexicano Gronk. También entra en los planes de Mortier mostrar La conquista de México, de Wolfgang Rihm.

No sólo habrá reposiciones. Mortier pretende montar títulos basados en literatura de autores a los que admira como Onetti o Carlos Fuentes (todavía sin concretar). Todo sirve para reflexionar sobre la identidad hispánica: "Para mí, no es programar música de Manuel de Falla, tampoco crear una ópera nacional, sino mostrar el sitio de España en Europa. La riqueza de este país es algo que he sentido desde que estoy aquí. Creo que los españoles no son del todo conscientes de ella. Observo cierto complejo de inferioridad. Pero es bueno que un extranjero venga y defienda que Europa, sin España y su huella cultural, no tiene sentido, no existiría".

Mortier se siente "eufórico", confiesa. Aunque las dificultades económicas se han presentado para darle la bienvenida, incluso antes de entrar en vigor su contrato. "Debemos bajar los costes pero también buscar otras medidas", admite. ¿Subir el precio de las entradas? "Quizás". En 2009, el presupuesto del teatro fue de 55 millones. En 2010 bajará a alrededor de 53. "Muchos creen que mis propuestas son costosas, pero no es cierto, además me llama la atención que en los malos tiempos siempre pague las consecuencias más que nadie la creación".

Aun en medio de las dificultades, Mortier seguirá con sus ideas: "Encargos a nuevos autores. Estrenos contemporáneos, grandes obras del repertorio del siglo XX y exploración del repertorio histórico con visiones modernas". Y no renunciará a aquello que no le convence personalmente. Como el mismo Puccini. "Hay que programar toscas -en la nueva temporada se volverá a ver la que concibió Nuria Espert- para que la taquilla acabe financiando lo que creo que verdaderamente se debe hacer".

Fuente: El País

No hay comentarios: