sábado, 20 de marzo de 2010

El cine se quedó sin la particular mirada de Raúl de la Torre

El realizador falleció ayer, en Zárate, de un paro cardiorrespiratorio, tenía 72 años

"Se animó a hablar como nadie se animó de Perón. Más allá de todos los premios quiero recordarlo como alguien que murió con delicadeza, fue tan maravilloso todo lo que hizo", reflexionó la actriz y ex pareja Graciela Borges al enterarse de la muerte de Raúl de la Torre.

El realizador falleció en la madrugada de ayer, en su casa de Zárate a los 72 años, que había cumplido el pasado 19 de febrero. En la tarde del jueves había sentido un ligero malestar, que luego desencadenó su muerte. Como director recibió los premios Cóndor de Plata a la mejor película por Juan Lamaglia y señora (1971) y por El infierno tan temido (1981), e integró a fines de los '60 junto a Ricardo Becher, Juan José Stagnaro, Alberto Fischerman y Néstor Paternostro, el denominado Grupo de los Cinco, que tuvo como postulado encabezar una renovación en el cine nacional.

Graciela Borges que trabajó con De La Torre en Crónica de una señora (1971); Heroína (1972), La revolución (1973), Sola (1976), El infierno más temido (1980), Pubis Angelical (1982); Pobre mariposa (1986) y Funes, un gran amor (1993), manifestó a la prensa: "Anoche (por el jueves) le dejé un mensaje, y me llamó la atención que no me respondiera. Nos teníamos que encontrar hoy (por el viernes)", él fue "una persona maravillosa, siempre tan presente en la vida de sus actores y amigos".

Once películas dirigió desde su ópera prima Juan Lamaglia y señora en 1970, aunque a esta habría que sumarle Players vs. ángeles caídos, estrenada un año antes y que codirigió junto a Alberto Fischerman.

Además de escribir los guiones que dirigió, el realizador sentía una gran pasión por la música, que se hizo presente en algunos de sus trabajos. Por ejemplo, en 1988, se hizo cargo de la banda sonora de su película experimental Color escondido, protagonizada por Carola Reyna, Gastón Carballo y la cantante Rosario Blésfari (Silvia Prieto). El filme tiene como protagonista a una joven de 20 años, proveniente de una familia de clase media, que llega angustiada y deprimida a su departamento, y allí vive, al mismo tiempo, sueños y realidades sin explicación. Los amantes de los diálogos deben abstenerse de ver esta película en la que sólo se dicen siete palabras.

La música y el cine lo unió a Charly García en la soberbia adaptación de la novela de Manuel Puig Pubis Angelical, protagonizada por Alfredo Alcón, Graciela Borges, Pepe Soriano y China Zorrilla; y con su Peperina (1995), en la que mezcla un registro documental de los shows que la banda Seru Girán dio en la cancha de River en 1992 con la historia que García y compañía cuentan en la canción homónima.

Según confesó Graciela Borges, Raúl de la Torre se encontraba trabajando en un nuevo proyecto cinematográfico a quince años de su última producción.

La verdadera popularidad sólo le llegó con Crónica de una señora, en la que con libro de María Luis Bemberg retrató a la alta burguesía bonaerense. Cuando viajó a Washington a presentar este filme declaró ante la prensa: "La mayor dificultad que encuentra actualmente un director cinematográfico en la Argentina es la de los límites expresivos".

Y defendió su tarea en el sentido que no se consideraba simplemente un director, "sino que siempre me he sentido como autor de todas mis películas, y es por eso que sólo quiero filmar lo que realmente me interesa".

Fuente: Diagonales

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