Argentinos aplaudidos

Entre los argentinos que ya pasaron por el festival, Tango de burdel, salón y calle , dirigida por Julio Bocca y Ricky Pashkus, con coreografía de Ana María Stekelman, fue muy bien aceptada, así como Condición aérea , el espectáculo dirigido por una elogiada Brenda Angiel.

Tango de Burdel, Salón y Calle. Esta obra narra en cinco escenas la historia del tango: El nacimiento, Los burdeles, Los salones, La decadencia y El tango en las calles.

Al inicio, varios inmigrantes se reúnen y ejecutan bailes que provienen de otras culturas, y hacen gala de gran habilidad para bailar tarantelas, mazurcas y habaneras. Luego una bailarina rubia acompañada por un bailarín moreno, da los primeros pasos hacia ese género sensual, dramático y vibrante que es el tango.

La obra nos cuenta, a través de la danza, cómo se bailaba el tango durante los primeros años del sigo XX en los burdeles, cuando era mirado con desprecio por la burguesía y la aristocracia de Buenos Aires. En la década de los treinta, los jóvenes llevaron el tango a los grandes salones a manera de rebeldía en una época en la que reinaban el vals y el charleston. Después de la Segunda Guerra Mundial el tango pasó de moda y se refugió en los pequeños salones de milonga, para ser rescatado a principios de los setenta por grandes figuras como Astor Piazzolla y luego por nuevos intérpretes que le dieron vida al tango electrónico, llevándolo a las calles de las grandes ciudades y convirtiéndolo nuevamente en un género preferido por Los jóvenes.

Este espectáculo está encabezado por Eleonora Cassano, además de los bailarines del Ballet Argentino, los músicos de la Orquesta China Cruel y la interpretación de la cantante Karina Levine.

Por su parte, en representación del Dorky Park, de Alemania, Brickland, la propuesta de danza teatro dirigida por la argentina Constanza Macras, fue una de las que mejor recepción tuvo por parte del público y la prensa local. Ambienta su propuesta en una zona residencial argentina, donde doce personas viven una aparente tranquilidad, hasta que colisionan y dejan al descubierto la desconfianza, la perversión y la xenofobia.

Fuente: La Nación