Por la década del ‘50, Walt Disney visitó lo que por esos años era el mayor emprendimiento infantil de Latinoamérica y el primer parque temático de América: La República de los Niños. Las 53 hectáreas ubicadas en la localidad platense de Gonnet proponían el esparcimiento creativo en un mundo de sueños y cuentos; y aprender a ejercer los derechos y obligaciones de los ciudadanos.
Sorprendido por tanta belleza, el creador del ratón Mickey se inspiró para construir más tarde Disneylandia, en la ciudad de California. A más de cinco décadas después, el predio fundado por Juan Domingo Perón poco se parece a su par estadounidense. Si bien el casco céntrico y muchos atractivos se mantienen, otros espacios sufren la falta de mantenimiento. Algunos de los tradicionales buques yacen semihundidos a orillas del lago, la casa del teatro está en desuso y a algunos atractivos se les nota el paso del tiempo. Cabe recordar que, en 2009, un niño sufrió heridas al ser golpeado por la carcasa del juego mecánico El gusano loco.
En diálogo con Hoy, el concejal por el Gen Gastón Crespo dijo que “varias de las casas históricas están en mal estado y los juegos no tienen mantenimiento. No hay una política municipal para que el parque vuelva a tener un atractivo turístico y educativo”.
Las promesas de mantenimiento fueron hechas varias veces. Una de ellas tuvo como protagonista a la presidenta Cristina Fernández, que el 17 de septiembre de 2008 anunció en La Plata un aporte cercano a los 30 millones de pesos para la restauración de la República. Ese día también anunció obras para la electrificación del ferrocarril Roca, la construcción de la estación ferroautomotor y el ingreso del tren a la ciudad en forma subterránea.
Pero todos esos anuncios quedaron en el olvido y, a pesar de la desidia política, el parque continúa ofreciendo distintos espectáculos y muchos programas educativos siguen siendo los mismos que en sus años fundacionales.
La república de la fantasía y de la imaginación comenzó a construirse en 1949 durante la gobernación del coronel Domingo Mercante, por la empresa Capresa y financiada con recursos provinciales. Tras dos años de trabajo, fue inaugurada el 26 de noviembre de 1951. Miles de alumnos bonaerenses visitaron el parque para elegir a las autoridades del gobierno infantil y conformar un órgano deliberativo, entre otras actividades. En 1979 pasó del ámbito provincial al municipal y durante las sucesivas administraciones se fue perdiendo parte de ese esplendor.
“Lo que pasa en el parque es lo mismo que pasa en la ciudad, la ausencia de una política para mantener los espacios y edificios históricos”, concluyó el edil.
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