Lucila Polak era una chica común que brillaba como modelo. En 1995 viajó a Hollywood, donde cambió la pasarela por la actuación, sin saber que iba a enamorar nada menos que a Al Pacino. Charla con esta porteña que conquistó el corazón de uno de los mejores actores de la historia.
Te desean." Eso canta Luis Miguel y las imágenes de Lucila Polak se adueñan por completo del videoclip del mexicano. Resulta imposible no detener la mirada en esta morocha argentina, culpable de robarle el corazón al mismísimo Al Pacino. La respuesta a la pregunta que todas nos hacemos salta a la vista cuando esta mujer de piernas largas y sonrisa contagiosa se presenta. "Mi personalidad latina; creo que eso fue lo que lo sedujo", confiesa con cierta timidez la actriz que desde hace cuatro años está en pareja con una de las figuras emblemáticas de Hollywood. Lo conoció en la cena de un amigo en común y charlaron toda la noche. Los encuentros no se hicieron esperar y las primeras salidas "en plan familiar" tuvieron como excusa a los chicos: ella con Camila (ahora de 12 años) y él con los mellizos Anton y Olivia (nacieron el 25 de enero de 2001) de su relación con Beverly D´Angelo. "Somos una pareja linda, sana, común y corriente; la diferencia de edad sólo la ven los de afuera." El próximo sábado Lucila festeja sus 31 años y Pacino, el 25 de este mes, cumple 70. "La diferencia no es real. Nos respetamos mutuamente y nos apoyamos incondicionalmente -reconoce-. Sabe lo que me hace feliz."
-¿Qué es lo que te hace feliz?
-Actuar; él lo sabe y me apoya. En casa solemos leer mucho y actuar uno frente al otro. Es muy rico. Aprendo mucho de él.
Radicada en Los Angeles desde hace 15 años, Lucila volvió a Buenos Aires exclusivamente para trabajar en la campaña otoño-invierno de Solo Ivanka, la casa de ropa femenina por la que se conecta nuevamente con su faceta de modelo. "Ahora con el photoshop todas estamos de regreso -se ríe de sí misma-. En realidad, es un trabajo que explora mis dos caras: la de modelo y la de actriz. Hoy las grandes firmas apuestan por actrices. Los 90 fue la era de las supermodelos. Hoy la propuesta pasa por mujeres con las que uno se puede identificar. Se trata más de un concepto que del simple impacto de una chica divina de 16 años."
En 1995 armó las valijas y partió junto al ex modelo y actor Máximo Morrone, con quien tuvo a su hija, Camila. No fue fácil. "Mi papá no quería que trabajara como modelo. Era la época de las lolitas, de chicas de 15 en poses bien sexis. Ahora que tengo una hija de casi 13 años lo entiendo. Hay un momento para todo."
Terminar el secundario en el Lenguas Vivas fue la condición que papá le puso a Lucila. "Hubo un tiempo en el que me sentí la oveja negra de la familia." Es que Lucila es hija de Federico Polak, abogado que supo ser vocero de Raúl Alfonsín e interventor del PAMI con la Alianza. En casa de los Polak de lo que se hablaba siempre era de derecho, medicina, arquitectura, pero no de modelaje. El mandato familiar no se hizo esperar, y Lucila arrancó con el CBC para seguir la carrera de Derecho en la UBA, a la vez que trabajaba en diferentes campañas como modelo (para las agencias de Pancho Dotto y de Ricardo Piñeyro) hasta que conoció a Máximo y partió para Estados Unidos. "La noticia en casa no fue muy bien recibida; pensaban que sólo era un capricho -aclara-. Por entonces, cuando te ibas del país quedabas totalmente desconectada; no es como ahora, que tenés e-mail, facebook. Seguí con mi vida en Los Angeles y un poco en París."
Con el tiempo, Lucila comenzó a trabajar en diferentes comerciales para la televisión norteamericana, un espacio donde descubrió su pasión por la actuación. "No sólo era trabajar como modelo; los comerciales te exigen cierta actuación." Fue así como abandonó la carrera de Sociología en la Universidad de California para empezar a estudiar teatro. "La vida me fue llevando por ese camino. Desde hace muchos años que voy a audiciones. No es fácil. En esto tenés que poner toda la energía."
-Y ahora te resulta más fácil golpear puertas siendo la pareja de Pacino.
-Hace mucho que estoy en esto y todo lo conseguí con esfuerzo. Nadie me regaló nada. Si servís, adelante; si no, chau. De él sólo recibo consejos. Nos escuchamos mutuamente, repasamos guiones. Pero yo no soy actriz por él.
"En el colegio había estudiado francés por recomendación de la rectora -asegura-. Inglés hice en un instituto. Cuando llegué a los Estados Unidos hablaba algo, pero me costaba entender."
-¿Y mejoró el inglés? Porque el castellano que hablás tiene acento.
-(Risas) Sí, lo sé, hablo castellano con acento, como una extranjera. Después de tantos años, el inglés ya es como mi lengua materna. Igual, allá debo de ser como una especie de Catherine Fulop; digo, por mi acento. Les encanta. Lo consideran muy sexy y hasta exótico.
Fue por recomendación del manager John Crosby que Lucila Polak se transformó en Lucila Solá. "Estaba por filmar Orgullo y prejuicio [la versión del clásico de Jane Austen que se realizó para televisión y que de vez en cuando puede verse por Cosmopolitan TV] cuando Crosby [el hombre que le armó la carrera a Charlize Theron, Rene Russo y al chico de Transformers , Shia LaBeouf] me dijo que debía cambiar mi apellido: «Con tu nombre y con tu foto no se van a dar cuenta de dónde sos. Es necesario que tengas un apellido más latino». Así que pensamos uno. Intenté mantener algo mío, así que hice sólo un juego de letras y se transformó en Solá."
En la presentación de la película basada en la novela de Austen, Lucila se topó con una uruguaya que no dudó en preguntarle por Miguel Angel Solá. "No se me había ocurrido. Armé todo mi árbol genealógico buscando un Miguel Angel hasta que di con el actor. No lo podía creer."
Por su impronta fresca y natural hay quienes se animan a asegurar que Lucila será la próxima Sandra Bullock. "Un poco por mi personalidad, por mi amor por la comedia -enumera las razones Lucila-. Dicen que también contagio cierta frescura y que las dos somos muy luchadoras."
Son varios los proyectos que tiene bajo llave: "Para estas cosas soy supersticiosa; además, después se pinchan y quedás como una charlatana". Por lo pronto, la veremos a mitad de año en Un buen día , el film de Nicolás Del Boca que se rodó íntegramente en Los Angeles y que protagoniza junto a Aníbal Silveyra. El otro título es Wilde Samole , la película que tiene a Al Pacino como actor y director. "No fue fácil; nunca es fácil trabajar con alguien que te conoce tanto -asegura-. Pero fue una experiencia única."
-¿Estarás presente para el estreno de Un buen día ?
-Sí, quiero venir.
-¿Sola o acompañada? Sería una buena excusa para que Al Pacino pise la Argentina.
-Buenos Aires queda lejos y él vive entre Los Angeles y Nueva York. Además, quiero que venga, mínimo, por diez días para que pueda recorrer. No lo sé, tenemos que encontrar el momento justo.
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