La mirada que tienen Víctor Montoya y Hugo Irureta sobre Jujuy, fue plasmada en los trabajos que los dos artistas trajeron a la ciudad para exhibir en las instalaciones del MACLA (50 e/ 6 y 7, salas 2, 3, 4 y 5), espacio que hoy a las 19 inaugura las muestras relacionadas con la mencionada provincia del noroeste argentino.
La danza del Universo es el título que eligió Víctor Montoya para denominar al conjunto de obras que "hacen referencia al estado de la materia, al movimiento permanente de las partículas y la materia cambiante del cosmos. La idea es que en el juego de la materia, de las miles de partículas, se van cristalizando formas, que dan lugar a la percepción", explicó el pintor y muralista a Diagonales, desde su casa de Jujuy, un "lugar particular en el que habito y trabajo, próximo a la Cordillera de los Andes, con una carga de un pasado muy fuerte, cargado de simbología, formas, colores, todos elementos que también están presentes en mi trabajo".
Montoya recoge ese "entorno natural y cultural", lo que le despierta "el deseo de pintar por la riqueza de los paisajes, el color en la atmósfera, lo que significa un estímulo directo para mí. Porque como siempre digo, quisiera que la contemplación de mis obras encienda, aunque sea mínimamente, la emoción que en mí despierta el vivir en esta tierra con toda su historia".
–¿Puede explicar con palabras esa emoción que le genera Jujuy?
–Yo vivo en un entorno natural con un contacto muy directo con las montañas y la naturaleza, vos ves todo eso y ves un pasado y un presente que se vinculan, ves a un vendedor de papas y te remonta cien años atrás, esa es la emoción que te podés encontrar en cada esquina.
–¿Podría definir su trabajo?
–Sí, con el riesgo de que sea un intento. Creo que cada obra que hago es justamente el intento de encender una pequeña magia. Que lo consiga o no, eso lo dice el espectador, pero yo intento hacer algo inexplicable para mí: aventurarme en un mundo de sensaciones y subjetividades, lo racional quedó atrás, porque las únicas armas con las que el pintor cuenta son las armas intuitivas, el pintor busca hablar a la intuición del espectador, la pequeña magia que cada obra debe encender.
El crítico de arte francés Daniel Couturier investigó y escribió sobre la obra de Víctor Montoya y asegura que el artista "ensambla círculos, cuadrados, triángulos o rectángulos que existen realmente en el mundo exterior y él medita largamente sólo en este ensamble. Por el color elegido, la delimitación de las superficies, sus contextos en el seno de la composición, que él distingue en la materia, concibe un lenguaje pictórico que sólo a él le pertenece, interesante actitud que no hace sino impresionar al observador que ahí descubre un arte que no había sido exteriorizado hasta ahora".
Ritual. Al momento de hablar acerca del modo y del tiempo que emplea en realizar su trabajo, Víctor Montoya reveló que le hace caso al consejo de Pablo Picasso: "cuando la inspiración viene, espero que me encuentre trabajando, siempre lo hago" y dijo que "es muy irregular el tiempo de elaboración y terminación, sea por el tamaño o por lo desconocida que pueda resultar la obra", pero igualmente detalló que "alrededor de dos meses me lleva cada trabajo, por más que haya obras que tenga rondando por el estudio durante varios años".
–¿Y qué le sucede a un artista cuando no puede concluir una obra?
–No le puedo dar un cierre porque la motivación cambió o porque es muy diferente a lo q estaba haciendo. Está bueno que eso suceda porque tenés una tela, te dejás llevar por la emoción del momento y después te perdés. Ahí hay que dar vuelta la tela, que repose y después de un tiempo volver a tocarla, y esa ramificación va a dar sus frutos en otros trabajos.
En este momento y según contó el propio artista, está yendo en "varias direcciones". Uno de esos caminos es el de reunir "un conjunto de mis obras en varias series", como por ejemplo Viendo volar y La danza del universo -que se podrá ver desde hoy en La Plata- como un intento de "organizar mi trabajo".
Aunque la muestra de Víctor Montoya se exhibirá en salas diferentes a las de Hugo Irureta, el MACLA promociona las exposiciones como Jujuy Contemporáneo, ya que las obras de ambos artistas se relacionan "íntimamente" con la provincia. Y, además, para Montoya "es un honor estar junto a Hugo, un referente de la plástica nacional, un maestro”.
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