miércoles, 14 de abril de 2010

Internet modifica los consumos culturales

El mayor acceso y diversidad de la oferta cultural, en particular en relación al cine y la música, obligan también a las industrias a repensar estrategias.

Por: Ana Wortman
Fuente: SOCIOLOGA (UBA)

En las sociedades modernas occidentales, el consumo cultural estaba asociado a una pausa, a un momento de ocio después del trabajo. Entre las diversas actividades del tiempo libre, las personas podían elegir realizar tareas domésticas, encontrarse con amigos o familia o la salida cultural. Asimismo la condición social, su capacidad económica, la diversidad de la oferta cultural, el grado de equipamiento cultural de una ciudad o región en el acceso a los bienes culturales inciden en esta práctica social. Esta historia de la cultura moderna y su recepción en la forma de bienes simbólicos se modifica radicalmente con la expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Películas de todos los géneros, series de todo el mundo, música de todo el planeta, juegos, entretenimientos diversos, sonidos llegan a nosotros a través de cada vez más pequeños aparatos. La computadora constituye una ventana al mundo, junto con la posesión de equipamiento tecnológico hogareño.

Más recientemente, con el celular participamos del "mundo" de Internet en el cual nos informamos, nos entretenemos, informamos a través de blogs o microblogs, participamos en redes sociales, bajamos música, vemos series o películas. etc. La tecnología es un nuevo consumo cultural. Esta impronta tecnológica modifica sustancialmente nuestra relación con la cultura.

Sobre estos temas, en el marco del proyecto UBACYT "Globalización cultural, transformaciones sociales y nueva dinámica del campo cultural", que se desarrolla en el Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, encargamos una encuesta telefónica sobre el uso periódico de Internet. Encontramos que dos tercios de la totalidad de la población reconocen utilizar esta herramienta con frecuencia. Aumenta esa proporción entre los varones, los jóvenes y quienes tienen mayor nivel educativo.

Un tercio de quienes utilizan periódicamente Internet descarga música o películas. El aumento es más significativo entre el grupo de los más jóvenes -quienes tienen hasta 29 años de edad-, superando la mitad de los entrevistados de dicho grupo. El 65% de los entrevistados concurrió al cine al menos una vez en los últimos tres meses. También entre los jóvenes de hasta 29 años y entre los entrevistados que tienen nivel de educación terciario o universitario Sin embargo, la concurrencia al cine aparece en tercer lugar como manera más frecuente de ver películas para el 25% de los entrevistados: en el primer lugar se ubican las respuestas de quienes ven películas por televisión (36 por ciento) y en segundo lugar las de quienes alquilan DVD (26 por ciento).

En el grupo de edad más joven desciende de manera importante la proporción de quienes ven películas por televisión de forma más frecuente y aumenta sustancialmente la proporción de quienes las ven luego de bajarlas de Internet. La proporción de quienes ven películas por televisión se refuerza también entre las personas de menor nivel educativo. Aunque también crece levemente en este segmento la concurrencia al cine como forma más frecuente.

Estos aumentos surgen en relación a las personas de los otros niveles educativos en detrimento del alquiler de DVD y fundamentalmente de la descarga de películas de Internet. A partir de estos datos observamos un reordenamiento de los consumos culturales por el impacto de las tecnologías. Se modifican los parámetros que incidían en la decisión del consumo cultural, en particular en relación al cine y la música, lo que obliga también a las industrias a repensar sus estrategias de inserción económica y social.

Fuente: Clarín

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