El grupo Pleimóvil presentó Ombúpolis, una alegoria entre deportiva y telúricaEste fin de semana termina Ciudanza
Luego de poblar Parque Avellaneda y Parque Rivadavia, el ciclo de danza toma una plaza de Puerto Madero
La tercera edición de Ciudanza arrancó un sábado con mucho que hacer al aire libre. Por ejemplo: apoyar la causa y darle un abrazo a Chile en el show benéfico con Gieco, Cerati y los Cadillacs en Belgrano. El día estaba para salir al verde. En Parque Avellaneda, el festival porteño que promueve conjugar artísticamente bailes con urbanismo y espacio público se puso en movimiento con respuesta alentadora: desde el punto de partida en Directorio y Lacarra, con Florencia Frutera, hasta la pérgola céntrica que mira a la calle Francisco Bilbao (en ese nodo se vieron Nada suceda y Tierra y cemento ), pasando por la atractiva casona que el coreógrafo Miguel Robles empleó para la puesta de su Call to P rayer, el público fue sumándose a los pasos contemporáneos de un circuito que le hizo lugar al tango con una versión breve de lo último de Milena Plebs, Tramatango , y que acaba de despedirse del Teatro Presidente Alvear.
En apenas una hora, de sol y aire libre, de caminata y otros regocijos, el espectador (niños, jóvenes, adultos y mayores, con su cartón asiento en mano) paseó por cinco locaciones en el mismo parque y también el domingo, en el Rivadavia. En Caballito, la danza del grupo Pleimóvil fue la campana de largada, con una intervención al mítico y viejo ombú: cinco bailarines corrieron a su alrededor como caballos de carrera; practicaron un elegante juego de pelota imaginaria; encontraron entre las raíces del superárbol un campo de golf para practicar golpes con palos invisibles y las chicas ensayaron brazadas de crowl , al borde del cantero. Deportivamente alegórica, Ombúpolis se puso inexplicablemente telúrica al final, con un chamamé.
Lo que se percibe, lo que el espacio (llámese árbol, monumento o fuente) deja ver y lo que no. De eso también se trata este festival que se apropia de la ciudad escenografía para piezas breves. Más que la fuente (seca), la segunda estación del parque Rivadavia usó la ventana de cemento que la custodia. 1mt. cuadrado tiene tanto de destreza física y equilibrios como de minucioso manejo del espacio, y fue uno de los mejores ejemplos de ese juego de mostrar y ocultar. Como el taller de Ana Garat que le puso dinámica, color y popularidad al frente frío del monumento a Bolívar con un ejercicio al son de charango y caja de ritmos live . De espaldas a la estatua de Simón (a caballo, con las espada en alto), salió al cemento un trabajo con el sello de autor de Pablo Rotemberg (inspiración cinéfila, cierta desfachatez, ironía y una idea que izar), llamado como la actriz, Joan Crawford, que también integra el programa Nombre y apellido , actualmente en cartel en el Centro Cultural Borges.
Una historia de agua, ¿bailás? , de Gabriela Prado, se zambulló en el lago sin agua que da a la calle Doblas. Con este título la coreógrafa reformuló su Excusas para el dolor que creó para el Ballet del San Martín en 2008. Es decir, conservó en ésta mucho más que el perfume de su obra anterior; o bien podría decirse que concibió una viñeta de aquella. Claro que aquí la cosa incluyó antiparras.
Este fin de semana, la apuesta de Ciudanza, empresa creativa de Brenda Angiel ( walkie talkie en mano, gorrita parasol y mucha energía, se la vio sin parar por las sedes) para el gobierno porteño, seguirá jugándose, a los ojos de todos, en Puerto Madero. Lo mejor del asunto es que si uno se deja llevar por los pasos que marcan los guías zanquistas, puede sorprenderse: sea un entendido, un desprevenido o un desinteresado dan ganas de ver lo que se deja ver, entre el verde, las fuentes y los monumentos.
El paisaje del parque Micaela Bastidas estará de turno hoy y mañana. Y esta vez la cita será nocturna: el itinerario comenzará a las 21, en Julieta Lanteri y Martha Salotti, con un fragmento de la exitosa Pura cepa , de Ana Frenkel. Anima , de Ramiro Soñez, e Intensidad íntima , de Natalia Tencer, antecederán el trabajo resultante de un taller a cargo de Fabiana Capriotti realizado en el marco de este Festival, para llegar a la meta con Perrosuelto , dirigida por el coreógrafo Gustavo Lesgart, de nuevo por estos, sus pagos.
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