miércoles, 10 de marzo de 2010

La pasión en la voz de Gerónimo Rauch

El cantante argentino viajó a Madrid para personificar a Jesús en Jesucristo Superstar

"Sólo dije que sí y me subí al avión a enfrentar la aventura". Así resumió el argentino Gerónimo Rauch la decisión que tomó cuando se enteró que fue seleccionado para protagonizar la comedia musical Jesucristo Superstar en Madrid.

Desde la capital española, donde actualmente está interpretando el rol de Mary Sunshine en Chicago, el musical, este cantante que formó parte del grupo Mambrú y de los elencos de Los miserables y Grease, habló en exclusiva con Diagonales sobre los pasos que tuvo que dar para llegar a donde está.

Corría el 2007 y junto a SG Producciones, Gerónimo Rauch hizo Jesus Christ Superstar con letras en el idioma original, en el Teatro Bristol de Martínez: "la idea tuvo mucho éxito y filmamos un video de la última función, era un elenco fantástico, aún conservo amistad con muchos de ellos", recordó el cantante, que a finales de ese mismo año fue elegido para audicionar en España, porque allí "necesitaban encontrar con urgencia a un nuevo Jesucristo, ya que el actor que tenía el papel en Madrid decidió dejar la obra. Gracias al video de la producción de Argentina, me llaman y en cuestión de dos semanas ya estaba estrenando Jesucristo Superstar en Madrid, en el rol de Jesús".

"Fue todo muy rápido y no me dio tiempo para pensar, solo dije que sí y me subí al avión a enfrentar la aventura. Era un mundo nuevo, un código nuevo y una producción totalmente nueva. Pero lo más importante era que volví a cantar la partitura compuesta por Andrew LLoyd Webber", contó.

–¿De qué manera se preparó para hacer este papel?

–Preparar el personaje no fue fácil, intenté hacerlo con mucho respeto, respeto a mis creencias y al público que venía a vernos. Obviamente leí partes de la Biblia, compré libros y vi la película del musical y otras producciones. Quise hacer un Jesucristo más humano, con fortalezas y debilidades y, obviamente, con dudas.

Al empezar con los ensayos, Rauch se dio cuenta "de lo difícil que iba a ser el camino", pero sus nuevos compañeros lo recibieron "con los brazos abiertos” y le hicieron “todo más fácil".

Pero a pesar de eso, cuando la obra avanzaba y Rauch se ponía en la piel de Jesús, sufría los latigazos. Según él mismo explicó "los látigos eran reales y había una forma de pegar para que no dolieran, pero como errar es humano y los que me pegaban eran humanos, hubo muchas veces que me dejaron marcas".

Otro de los momentos que le costó fue el de la crucifixión: "yo sufro un poco de vértigo y me subían a unos siete metros de altura, así que eso fue un sufrimiento hasta que me acostumbré y pude relajarme en la cruz".

–Si tuviera que elegir uno de los momentos cruciales de su papel, ¿cuál sería?

–Uno de los momentos más importantes de Jesús en la obra es cuando se queda solo en Getsemani y habla con su padre directamente: lo cuestiona y desafía hasta que finalmente decide seguir el camino que Dios le ha marcado. Cantar “Getsemani” requiere de una entrega y concentración total, es una de las canciones más difíciles y desgarradoras, y no hay forma de hacerla a medias. La última Cena y Getsemani eran los momentos que más disfrutaba del musical.

Durante un año y medio Gerónimo Rauch interpretó a Jesús en el musical y fue nominado como Mejor actor protagonista en los premios Gran Vía. Por eso no duda en afirmar: "Jesucristo Superstar me cambió la vida". Y también, gracias a esa actuación, hoy encara un nuevo desafío interpretando a una periodista cursi y sensacionalista, Mary Sunshine, en Chicago, el musical, en el Teatro Coliseum de Madrid.

Al entablar contacto con este artista, es difícil obviar la pregunta sobre lo que significó para él, tanto en lo personal como en lo profesional, formar parte del grupo Mambrú: "fue una aventura muy interesante en mi vida. Fue una época muy vertiginosa, con momentos de mucha alegría, de incertidumbre y contraste. Me sirvió principalmente en lo artístico y emocional. Por suerte éramos cinco personas atravesando lo mismo y eso nos hacía las cosas mas fáciles. Fue muy lindo cantar en lugares donde nunca me había imaginado, delante de muchas almas cantando nuestras canciones, y esos recuerdos no me los quita nadie. Hoy en día, cada uno esta escribiendo su historia y por suerte nos queda un gran cariño".

A pesar de sus cualidades y los logros que cosechó a lo largo de su corta pero fructífera y prometedora carrera, Gerónimo Rauch prefiere el perfil bajo y sostiene: "sigo estudiando y preparándome, porque siento que aún sigo en el comienzo de mi carrera".

Fuente: Diagonales

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