Un mito griego adaptado a una realidad muy cercana, la propuesta de Perséfones del Sur.Perséfones del Sur cuenta cómo su madre, desesperada, va en su busca y, descuidando sus deberes, se produce el primer invierno de la Tierra, hambruna del alma. Una verdadera alegoría de la muerte y representación de la fuerza necesaria para enfrentar las injusticias.
Grisel Nicolau, dramaturga y actriz de Perséfones del Sur, nos cuenta cómo surge el proyecto:
-Perséfones nace de un proyecto frustrado con otro actor que me había propuesto trabajar con la Excursión a los indios ranqueles. Y ahí entro a leer sobre las cautivas, sobre las excursiones de los indios ranqueles, un par de novelas históricas, llego a un material de la Universidad de Chile, que cuenta no sólo cómo fue la conquista de los blancos en el Sur, sino cómo eran los comportamientos en las tribus, y todo el tiempo estaba presente esto de raptarse a las mujeres como un trofeo de guerra. Y en el medio de este material que estoy leyendo, aparece el mito de Deméter y Perséfones. Es una mitología prehelénica, antes de los griegos, es muy viejo el mito. Es como una trilogía de diosas como los cristianos, y son diosas que manejan los nacimientos, la muerte, el ciclo de la vida... Hasta que el mito con el tiempo cambia y se transforma en el que se conoce hoy, la hija Perséfone es raptada por Hades -dios del Inframundo para los griegos-, Hades se enamora y su madre, al ver que su hija falta, comienza una búsqueda. Me encuentro con un abanico de cosas por contar y hago hincapié en la búsqueda de esta madre, el tema que tengo en la mano es la trata de personas, me dije. La mirada de la obra está focalizada en la lucha que emprende la madre de Perséfone; la pregunta era cómo esta gente que perdió a un hijo, que no sabe si está vivo o está muerto, o en dónde está y en qué condiciones, logra transformar eso en una actitud de lucha, de búsqueda. El tema es tan fuerte... Fue todo un desafío llevarlo a un lenguaje poético, transformarlo hacia un hecho estético.
-¿Cómo es la obra?
-Es un espectáculo para el corazón, no es liviano. He descubierto que me gusta contar historias de realidad que a mí me duele o que no logro entender, que no encuentro el razonamiento para decodificarlo.
-¿Por qué hacer hoy Perséfones del Sur?
-Yo te diría: ¿Por qué no hacer la obra hoy? Porque temas como la trata de personas son necesarios tratarlos hoy, hablar de esos temas. Me viene a la memoria una frase que escuché y con la que coincido: “Si los políticos se han ocupado del espectáculo, por qué la gente que hacemos espectáculos no podemos ocuparnos de algo de política”.
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