viernes, 19 de marzo de 2010

Empezó la cuenta regresiva del Colón

El aspecto de la sala, tal como lucía ayer, lista para afrontar su última prueba de acústica Foto: LA NACION / Maxie Amena

Quedan para más adelante la Plaza Vaticano y el reacondicionamiento del subsuelo bajo la calle Cerrito

Reabrirán la sala el 24 de mayo para no superponerse con los festejos del gobierno nacional al día siguiente

Por Pablo Sirvén
De la Redacción de LA NACION

Comenzó la cuenta regresiva en el Teatro Colón: el 16 de mayo, indefectiblemente, la mayoría de las obras en marchas, contramarchas y cíclicos períodos de inactividad, en medio de constantes polémicas, desde hace casi una década, tendrán que haber culminado.

El enjambre de mil obreros, arquitectos y restauradores que hormiguean hoy por su sala principal, Salón Dorado, salas de ensayo y subsuelos deberán retirarse con sus herramientas para que otros operarios, los del arte, comiencen con las suyas, los ensayos con vistas a la reinauguración de la sala, tras su cierre, hace casi tres años y medio, cuando Mercedes Sosa clausuró la temporada 2006. Entonces se decía que la sala iba a reabrir sus puertas el 25 de mayo de 2008, en coincidencia con su centenario. Pero la transición entre el gobierno de Jorge Telerman y el actual de Mauricio Macri les jugó en contra a los tiempos previstos para la obra, que se extendieron exactamente dos años más, y el presupuesto de la restauración se fue mucho más arriba.

La gran novedad, ahora, es que la sala reabrirá sus puertas con una gala en la que participarán sus distintos cuerpos estables, como ya se había anticipado, pero no será el 25 de mayo, sino en la noche anterior.

El gobierno de la ciudad no quiere opacar (ni ser opacado) los actos que las autoridades nacionales desplegarán a lo largo y a lo ancho de la avenida 9 de Julio durante el magno feriado. Y es más: sueña con que con ese acto de buena voluntad la presidenta de la Nación se sienta más inclinada a dar su presente en la noche del 24, durante la que se dispondrán puertas afuera del teatro un escenario y unas pantallas gigantes para que el público que se acerque pueda seguir las alternativas de lo que sucederá dentro del edificio. Lo único que pone algo tensos a los funcionarios del gobierno porteño es la incógnita de saber si Cristina Kirchner podrá respetar la proverbial puntualidad del Teatro Colón, que históricamente comenzaba a rajatabla sus funciones en horario.

Ayer, no obstante, en una recorrida por las obras, donde aparecieron el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, y su jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, los funcionarios lucían caras distendidas porque las obras, al parecer, marchan en tiempo y forma, ya que, al menos, del tercer piso al tercer subsuelo quedarán terminadas.

Están pendientes de realización las nuevas oficinas del directorio en el cuarto piso y las instalaciones ubicadas en el sector C, que incluirá una sala de ensayo para la Filarmónica, la biblioteca, el museo y el centro de documentación. Estas obras se encararán a partir del segundo semestre de este año y tienen fecha prevista de terminación en marzo de 2011. Finalmente se resolvió que la plaza Vaticano, sobre Viamonte, sea una plaza seca y se descartó, afortunadamente, el polémico proyecto que hablaba de cubrir ese sector con una suerte de campana transparente rebatible.

En las próximas horas se procederá a realizar la última de las siete pruebas dispuestas para saber si la sala principal mantiene la misma acústica que tenía antes de las restauraciones realizadas. Las butacas con sus nuevos tapizados ignífugos ya han sido reinstaladas, así como las telas que recubren los palcos. Falta colocar todavía en el sector de plateas la alfombra y algunos detalles textiles menores en los palcos.

"Queremos -dicen los responsables de la obra- recuperar la misma acústica que el teatro tenía, que no sea ni mejor ni peor."

En donde antes se pintaban las escenografías se armó ahora una gran sala de ensayo para ópera, en tanto que en la sala 9 de Julio, habitualmente usada por el cuerpo de ballet, actualmente es el lugar donde se restaura el telón que se usa desde los años 30. La idea es que éste siga cumpliendo su función a lo largo de la temporada -que se iniciará el 26 de mayo con la representación de La Bohè me- y que hacia al final sea colgado el nuevo que hizo Guillermo Kuitka.

Funcionará un nuevo sistema central de aire acondicionado y calefacción, ya que desaparecen los splits y los calefactores que estaban hasta ahora. Y se cambió toda la instalación eléctrica.

Se instalaron 1500 sensores de humo y 300 cámaras monitorearán lugares estratégicos, los baños se hicieron casi a nuevo y se están terminando de restaurar 1800 metros cuadrados de piso.

Un nuevo montacarga permite entrar y sacar containers con escenografías desde y hacia la calle. Se recuperaron los estucados del foyer y los colores originales vuelven a brillar en el Salón Dorado, tras ser removidas viejas pinturas y suciedades. La recorrida causó gran impacto entre los visitantes.

Fuente: La Nación

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