Rosa Celentano dirige con mucha sensibilidad Prendidos al chancho. De María Elena Sardi. Con Julio Baccaro, Alejandra Colunga, Amancay Espíndola, Eliseo Morán, Roberto Romano, Mariana Salinas. Iluminación: Rosa Celentano y Martín de Amezola. Escenografía: Alberto Bellatti. Vestuario: Raquel Troisi. Dirección general: Rosa Celentano. Viernes, a las 21. En el Club del Bufón (Lavalle 3177). Duración: 70 minutos.
Nuestra opinión: buena
Como en los viejos sainetes, la acción de Prendidos al chancho se desarrolla en el patio de un conventillo o, mejor dicho -dado que la trama tiene un tiempo específico que va del 31 de diciembre del 2002 al 1° de enero de 2003-, en una casa de muchas habitaciones que, dada la crisis económica de 2001, los dueños se han visto obligados a compartir con otras familias que se han quedado sin techo.
Los personajes de esta nueva pieza de María Elena Sardi tienen una oscuridad particular. Miembros de una clase media que ha perdido sus expectativas de crecimiento, hoy sólo sueñan con que unos dudosos tiempos mejores los alivianen de su pobreza y les permitan reconstruirse moralmente.
Un elenco muy homogéneo da vida a estos pequeños y, a la vez, grandes individuos, pauperizados por la situación económica, pero valientes a la hora de seguir adelante con sus rutinas cotidianas. Cruzándose en el patio de esa casa, descubren que sus conductas se vean espejadas en las de sus compañeros de hábitat, en situaciones en que el grotesco asoma con mucha fuerza.
La dirección de Rosa Celentano buscó privilegiar la personalidad de cada uno de los personajes y logró afirmar cualidades personales muy reconocibles para la platea. Hay mucha sensibilidad en la construcción de esas criaturas y hasta cierta piedad.
A su vez, la escenografía de Alberto Bellatti aporta un marco ideal a ese ámbito, en el que el dolor, la tristeza y hasta cierto rencor aquietan su crudeza y eso hace más pura la historia.
Fuente: LA NACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario