sábado, 31 de octubre de 2009

La Traviata, "Hay que escuchar lo que pide Verdi"

TEXTUAL "HAY QUE USAR LA IMAGINACIÓN Y LA LÓGICA", DICE D'ANNA.

Ana D´Anna La directora artística de Juventus Lyrica, institución que sigue celebrando sus diez años, habla de la puesta de la famosa ópera. Y la soprano Soledad de la Rosa plantea el desafío del rol de Violetta, y se refiere a la discriminación.

Por: Federico Monjeau

La popular ópera de Verdi vuelve mañana al Teatro Avenida, con dirección musical de Antonio Maria Russo y la excepcional soprano Soledad de la Rosa en el rol protagónico. Se trata del último título de la temporada de Juventus Lyrica, que sube en una nueva produccción de Ana D'Anna, regista, directora artística y principal factotum de la asociación privada de ópera que este año celebra sus diez temporadas consecutivas en el Teatro Avenida. En una pausa del ensayo pre-general, el martes por la mañana, la directora conversa con Clarín sobre los diez años de Juventus y sobre su nueva concepción escénica de la ópera de Verdi, cuya representación ascenderá a cinco funciones en lugar de las cuatro por título que la asociación vino realizando en estos últimos dos años. Se trata de una respuesta a la demanda que provoca la que tal vez sea la más amada de todas las óperas de Verdi, pero también de un auténtico esfuerzo financiero por parte de Juventus. Dice Ana D'Anna: "Con la platea llena y 200 personas paradas, sólo se recauda el 40 por ciento de lo que gastamos en cada producción".

Juventus Lyrica lleva diez años de vida pública pero doce de existencia. El proyecto nació en 1997, con la idea de crear una nueva alternativa en un medio fuertemente monopolizado por el Teatro Colón. "Hemos sido los que generamos algo nuevo con la ópera. Después se sumó Buenos Aires Lírica, que está funcionando muy bien. Creo que entre las dos asociaciones hemos hecho una movida de la que me considero orgullosa. Además, con nosotros hicieron su debut grandes artistas, no sólo Soledad de la Rosa, que hoy hace de nuevo La traviata pero que surgió con la Reina de la noche (en La flauta mágica de Mozart), sino también María José Siri, Carla Filipcic Holm, Carlos Ullán, Virginia Tola y varios otros. Creo que en diez años hemos crecido, y también espero que esta Traviata va a ser mejor que la de cinco años atrás, en la que Soledad compartió el rol con María José Siri, con un total de nueve funciones.

¿Cómo podría definir el progreso o el crecimiento entre una Traviata y otra?

No lo sé. Dije que "espero" que sea mejor. En primer lugar, podría decir que yo soy cinco años más vieja; me pasaron muchas cosas en estos cinco años, y no podría volver a hacer lo mismo. Al volver a leer La Dama de las Camelias uno va ahondando en ciertos personajes. Violetta es alguien muy grande, lo mismo que Mimí. Uno aprende mucho de los personajes, y aprende también de los cantantes. Cada Violetta es diferente, porque cada una le presta su propio dolor al personaje. Sin necesidad de trabajar a full con la memoria emotiva. Yo me crié en esa técnica, pero me gusta tomarla como un perfume. Hay veces que puede paralizar. Una de nuestros tres sopranos (hay tres protagónicos en esta producción de La traviata) tuvo una experiencia de muerte de su hermana hace seis años. Se murió en sus brazos, de modo que ella no puede hacer ninguna evocación directa porque no podría seguir cantando. Hay muchas veces en que la idea que uno tenía es modificada por los cantantes, y es bueno que así sea. En cuanto a la concepción visual, yo en estos cinco años hice todo un trabajo con el pintor Guillermo Roux, lo mismo que mi hija (María Jaunarena), responsable del vestuario. El actor es como un punto en el espacio y un color. Estoy más abierta al color..

¿Usted pinta?

Sí, pero nunca expuse. Tal vez un día lo haga, tal vez en mi otra vida...

¿En qué consiste la dimensión del color en esta representación?

El color refleja el drama. No se puede hacer una Traviata rosa o celeste, al menos yo no podría. Hay que escuchar lo que pide Verdi, que en ese sentido es tan preciso como Mozart, y toda esa psicología debe tener un correlato en el color.

Por su temática, su ambientación y su tratamiento musical, "La Traviata" expresa una modernidad radical en el mundo de la ópera romántica. ¿Cómo encara usted la temporalidad de esta "Traviata"?

Mire, la penicilina se descubrió en 1928 y se empezó a aplicar diez años más tarde. Entonces no puedo traer la ópera mucho más acá. Porque de esa forma el médico, que es un gran personaje, aparecería como un estúpido. El no tiene el recurso para curar a Violetta de la tuberculosis. El amaba a Violetta, y se frustra y sufre tremendamente con su muerte. Tal vez hubiesen llegado a ser amantes. ¿Por qué no? Y yo no puedo estupidizar a un personaje porque se me ocurre traerlo a la realidad. A no ser que se trate de una puesta como la que vi el otro día por Film & Arts, no me acuerdo muy bien de quién era, donde el médico está representado como la muerte. Me pareció una idea brillante, aunque algunas otras cosas no me gustaron, entre ellas la caracterización misma de Violetta como una especie de Carmen, de tigresa. En fin, hay que usar la imaginación, pero también la lógica. No hay necesidad de acercarla en el tiempo para que la gente se identifique con la ópera. La originalidad no hay que buscarla. La originalidad viene, si quiere, porque el arte es fundamentalmente esquivo. Si uno es profundo, a lo mejor se produce algo, pero no hay que buscar sino, en todo caso, encontrar.

Fuente: Clarín

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