El desafío puede resultar para muchos casi imposible de cumplir, pero la apuesta ya está largada y apunta a ser un “llamado” de atención a las grandes empresas de telefonía celular que dominan el mercado en la Argentina. Usuarios de teléfonos móviles de nuestro país lanzaron una convocatoria vía email para que el 1º y 2 de noviembre próximos la mayor cantidad posible de celulares esté apagado.
El mensaje para las compañías es muy claro, pedir una reducción de tarifas de no menos del 50% y una mejora en el servicio.
“Debemos demostrarles que no somos ignorantes ni vamos a seguir permitiendo que nos metan la mano en el bolsillo”, dicen los impulsores de la iniciativa, una especie de representantes gremiales de los usuarios de teléfonos móviles.
“Queremos una reducción de tarifas de no menos del 50% y una mejora en el servicio. Queremos los mensajes de texto 90% más barato y más baratas las llamadas. Queremos 10 mensajes a $ 0,10, por ejemplo”, plantean los rebeldes a modo de petitorio sindical para que se enteren las grandes empresas multinacionales.
La convocatoria es no utilizar el celular -salvo situaciones de emergencia- el domingo 1º de noviembre y el lunes 2. “No lo usemos durante esas 48 horas para demostrarles a las telefónicas que tenemos poder, y que lo utilizaremos para hacer valer nuestros derechos”, alientan a los usuarios.
Estos anónimos defensores de los bolsillos de los clientes dan pruebas además de que el boicot colectivo telefónico puede dar resultados. “En USA, una compañía de celulares ofrece a sus clientes 2.000 minutos libres por US$ 75 (igual a $ 232) ¿Quién gasta 2.000 minutos en un mes? Usuarios comunes, seguro que no. Si alguien lo gasta en la Argentina, abonará una factura de alrededor de $ 3.000, muy superior a los US$ 75 que se pagan en USA”, argumentan.
Y añaden: “¿Cómo alcanzaron los estadounidenses ese beneficio? Seguramente ejerciendo su derecho y su poder como consumidores. No tuvieron que romper ni quemar nada. No ocuparon la vía pública ni bloquearon el microcentro. Bastó con que decidieran no utilizar el teléfono durante 5 días y las empresas se vieron obligadas a reducir las tarifas o quebrar”.
“En verdad, un cese de consumo de los usuarios nunca las hará quebrar pero sí las obligará a pensar en bajar de precio los servicios que prestan”, dicen.
Los usuarios disconformes concluyen la convocatoria con frases que alientan a la acción: “Por un paro nacional de consumidores de telefonía móvil por 48 horas. Porque somos los que pagamos el sistema y es la única forma de defendernos, ya que los organismos gubernamentales no regulan el mercado y miran para otro lado. Son cómplices de esta aberración”, finalizan.
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